Seré La Matriarca En Esta Vida | Novela Extras

🤍Extra 10🤍

E10

Quizás debido a la vela en la habitación, los ojos rojos eran más profundos y brillantes.

"Creo que voy a ser poseída ..."

Mi corazón fluyó por mis labios sin darme cuenta.

"Ser poseído".

Quizás Pérez también sea así.

"Por favor haz eso, Tia."

Como anhelar, como seducir.

El rostro de Pérez, susurrando así, se acercó gradualmente.

Mientras inhalamos y exhalamos su largo aliento, estábamos tan cerca que nos picaba la punta de la nariz.

Pero Pérez no se movió más.

Pero solo me miró profundamente, como si estuviera tratando de sacar algo profundo dentro de mí.

Entonces pregunté.

"¿Eres codicioso?"

Oh, creo que estoy borracho.

De lo contrario, no puedo preguntar algo como esto.

Podía sentir mi cabeza volviendo gradualmente a sus sentidos como si realmente estuviera poseído por Pérez.

Podría decirlo al mismo tiempo.

El hecho de que Pérez, que ahora me sostiene, no está borracho en absoluto.

Pero con el tiempo la voz de Pérez era claramente de alguien que estaba borracho.

"Soy codicioso de ti."

"Pérez ..."

"Todo".

Se me puso la piel de gallina por un momento.

No fue un mal presentimiento.

Pero si me quedo así, creo que me van a poseer y le voy a entregar mi alma.

Así que solo estaba tratando de volver la cabeza.

"Oye, oye, espera un minuto".

"Porque estoy borracho ahora mismo. Creo que todo lo que

No está borracho en absoluto.

Sin embargo, la mirada que no se apartó de mí por un segundo parecía tan desesperada que no tuve más remedio que asentir con la cabeza.

"Yo, Tia, desearía que fueras mía."

Lo dijo, mientras me sostenía en sus brazos para que no pudiera moverme en absoluto.

"Espero que cada una de tus sonrisas, cada toque amable, sea todo para mí. Tus bonitas miradas son todas mías y deseo que solo yo pueda verlas".

Cada palabra parecía gotear con un profundo deseo de monopolio.

"Por eso estoy enojado".

"¿Enfadado?"

"El hecho de que comes bien la comida picante y de que te vuelves tan lindo cuando bebes alcohol. No lo sabía. Porque alguien más lo supo primero".

"Algo tan trivial ...

"No es trivial, Tia. Nada de ti es trivial."

Pérez dijo, frotando su frente contra mi cabello.

"No puedo ser tu primero."

Asustar.

Tanto si me conocía un poco como si no, Pérez me acercó el hombro.