🤍Extra 41🤍

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E41

Y en el momento en que vi eso, algo se ahogó.

"¿Por qué ···· llegaste tan tarde?"

Las lágrimas fluyeron sin descanso.

"Lo siento. Yo lo siento."

Pérez, quien estaba cubierto de agua de lluvia y tierra, se disculpó repetidamente sin ni siquiera entrar a la sala de maternidad.

Pero creo que fue suficiente.

Como si estuviera relajado, perdí fuerza en mi cuerpo y mis manos comenzaron a temblar.

Solo entonces me di cuenta del significado de lo que dijo Shanannette.

Oh, no estaba bien.

Estuve aguantando hasta que llegó Pérez.

"Te esperaba, Pérez".

Siempre que miraba por la ventana diciendo que estaba bien, estaba esperando a que viniera esta persona.

Estira bloqueó el espacio entre mí, que lloraba tan fuerte, y Pérez, que me miraba, parado como un clavo.

"No puede dejar la puerta abierta durante mucho tiempo, así que prepárese, Su Majestad".

"······ Vuelvo enseguida, Tia."

Pérez cumplió la promesa.

Qué apresurado estaba, la camisa nueva era un desastre y estaba descalzo porque ni siquiera podía usar zapatos.

"Uf."

Me reí incluso cuando apenas dejé de llorar.

"Puedes ir a ponerte los zapatos".

"No. No te dejaré más."

Pérez rápidamente tomó mi mano y dijo.

Ya sea que se lavó con agua caliente, el cuerpo que tocó la piel estaba caliente.

Me preocupaba que mi piel pudiera dañarse, pero el calor me alivió.

"Creo que está realmente bien ahora. Porque estás a mi lado".

Pérez me besó el dorso de la mano en lugar de responder.

Sus ojos estaban llenos de preocupación y ansiedad hacia mí.

Le sonreí vigorosamente a Pérez así.

"Creo que puedo hacerlo realmente bien".

Quizás no debería haber dicho eso.

Poco después de eso, comenzaron los dolores de parto en toda regla.

No, así parecía.

No podía recordar bien porque mi memoria estaba cortada escasamente, así que simplemente inferí de esa manera.

Al menos lo que queda en mi mente.

"¡Señor, un poco más!"

Estira, que tantas veces ha estado gritando.

"Heueuk."

Yo, que ni siquiera podía gemir correctamente porque tenía dolor.

"Tia, por favor. Tia."

Solo quedaba la existencia de Pérez que nunca se apartó de su lado.

Y creo que escuché a un bebé llorar muy lejos.

Entró como una bombilla parpadeante. Fue una época en la que pensaba tan en blanco a través de la conciencia de salir.

"Tia".

Seré La Matriarca En Esta Vida | Novela ExtrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora