Fue solo una vez por dios

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Al cabo de unos minutos los dos "amigos" estaban regresando junto a los demás, todo parecía normal porque no se habían desaparecido tanto tiempo pero, si había algo que tenía el ojo de Becky era nivel de detalle, ella se había percatado que el vestido que Anya traía puesto no era el mismo con el cual se había ido a "beber agua", ella sabía muy bien eso porque ambos vestidos los compraron juntas el mismo día, eran tan similares que a Anya le encantaban ambos, por eso los compro, Becky decidió no hacer comentarios referente al tema frente a los demás, siguió con la mirada al Desmond que apenas fue directo a seguir conversando con Emile, pero Anya por otro lado era un libro abierto, estaba avergonzada y no quería hacer contacto visual con nadie, Becky sabiendo esto decidió intentar calmarla -Relájate, dudo mucho que ellos se den cuenta que el color de este vestido es diferente al anterior- dijo mientras abrazaba a su amiga y reía muy suavemente, ella si iba a ayudarla pero no iba a perder la oportunidad de molestarla un poco, Anya por reflejo se cubrió con ambas manos su rostro para tapar su sonrojo, cosa que le causo una mezcla de risa y ternura a la pelinegra -Amiga, mereces ser feliz, relájate- sus palabras generaron cierta tranquilidad a la pelirosa

-En serio esto es muy confuso Becky, no queremos ir muy rápido, pero hacemos todo lo contrario- decía mientras recordaba todos los besos que se había dado con Damián hasta el momento

-Solo deja que tu corazón hable amiga y hagan lo que ambos deseen, estoy cansada de verte triste, quiero que seas feliz, así sea con ese bicho feo- respondió Becky haciendo una cara chistosa refiriéndose a Damián.

-Beckyyyy- Anya le respondió entre risas, siempre le pareció muy chistoso la forma en la que su amiga se peleaba con Damián, era una relación de amor y odio muy divertida.

Becky a lo largo de los años había intentado de todo para recuperar la sonrisa de su amiga, al inicio ella la escuchaba llorar en su cuarto y la veía siempre deprimida, no sonreía y siempre traía un rostro muy demacrado parecía que su cuerpo se había quedado sin alma y sus ojos solo reflejaban un vacío, con el pasar de los años sus sesiones de depresión disminuyeron pero aun así en algunas ocasiones era obvio percibir que había llorado, intentaron varias cosas pero el resultado de mejora era muy lento, este último año Anya había comenzado a sonreír un poco más, pero era obvio que aun faltaba demasiado para que su luz regresara a lo que era antes o eso fue lo que pensó

El día que Becky llevo al gimnasio a Anya y la empujo por "accidente" aquel chico la sostuvo apenas por unos segundos pero el rostro de Anya se sonrojo mucho, ese suceso nunca antes había pasado, para Becky eso fue inaudito, Anya ni siquiera sabia que aquel joven era Damián y aun así parecía que alguna reacción química se había generado cuando sus manos tocaron su piel, además de que el sonido de su voz también le gusto a ella, era obvio que esa chica no iba a ver a mas nadie que no fuese a ese odioso Desmond, por eso se desespero cuando los escucho decir que serian "amigos" esa mentira obviamente no se la creería nadie.

Las chicas seguían abrazadas mientras veían como los chicos conversaban, ambas se quedaron por un segundo solo viéndolos fijamente, era un sentimiento extraño, parecía un poco increíble que los babosos con quienes crecieron se hayan convertido en hombres tan rápido, pero para Damián y Emile ese pensamiento era más recurrente, las dos chicas que antes no paraban de molestarlos ahora eran sus hermosas novias, bueno novia de Emile y supuesta amiga de Damián, ellos estaban embobados por ellas y sin duda podrían dar sus propias vidas con tal de protegerlas

La noche continuo transcurriendo y todos se divertían enormemente, no dejaban de reírse de boberías, recordar el pasado, muchas veces tenían que recostarse porque de tanto reírse les dolía el estómago, cuando eran más pequeños eran muy creativos y eso los metió en muchísimos problemas, esas historias del pasado eran entretenimiento del presente, Ewen saco unas cartas y coloco varios vasos en la mesa, la regla seria simple, quien perdía bebía y respondía una pregunta, todos comenzaron a jugar y a cada perdedor el ganador le hacia una pregunta

UNA HERMOSA CASUALIDAD - ARCO 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora