Podrían pensar que me morí, sí, yo también lo creí al principio. Pero no era así.
Desperté en una fría e insípida habitación de hospital, con un enorme dolor de cabeza. Kurt estaba a mi lado, sentado en un banco, mirando muy fijamente sus manos, que estaban sobre su regazo. Tan concentrado estaba, que no se dio cuenta de que estaba consciente hasta que quise hablar, pero en cambio, me salió un gemido de dolor.
-¿Alice? -preguntó sorprendido. -¡Alice, despertaste! -exclamó ahora feliz y emocionado. Enseguida comencé a hacerle preguntas.
-¿Qué pasó? -pregunté confundida -Pasaba el tren y yo...
-Mi hijo Andrew pasaba por ahí cuando te vio, el te empujó unos segundos antes de que pasara el tren, impidió que te atropellara, te diste la cabeza contra una gran roca, te dieron siete puntos, pero no es nada grave. Ya estás en casa. -dijo Kurt y me abrazó.
-¿Dónde está tu hijo? -dije asimilando las cosas -Quiero darle las gracias.
-Él está en la habitación de al lado, digamos que se llevó gran parte de los golpes. Pero está bien, los dos están bien, y ahora deben descansar.
-¿Hace cuánto tiempo estoy inconsciente? -pregunté.
-Tres días. -respondió -Ahora debo informar al doctor que ya despertaste para que te haga unos estudios.
Eran entonces las diez de la mañana, y no pararon de hacerme estudios hasta prácticamente la hora de cenar, después de la cual todos los pacientes debían dormir. No había visto a nadie más que el doctor y las enfermeras que me atendían, pues no dejaron pasar a ninguna visita, sólo a Kurt porque era el adulto responsable, y quién había pagado mis tratamientos y medicaciones. Aunque yo insistí en que no era justo, y que debía estar con su hijo, no hubo caso y él decidió pasar la noche conmigo. Yo seguía queriendo ir a agradecerle al hijo de Kurt, Andrew, por haber sido tan valiente y haberme salvado del tren.
Todos se negaron rotundamente, exigiéndome descansar y prohibiéndome salir de la habitación. Pero cómo yo no era de seguir las reglas, cuando me aseguré de que todos estaban durmiendo, y que las enfermeras de turno estaban ocupadas, me escapé a hurtadillas de la habitación y me dirigí a la del chico.
No me sorprendió que estuviese durmiendo, pues yo también lo estuviese si no sentiría la culpa apuñalándome en el estómago por ser tan torpe y hacer que se arriesgara tanto para salvarme que podría haber perdido la vida. La culpa aumentó al ver los rasguños en su cara y brazos, su pie y brazo derechos enyesados y una venda en la cabeza, al igual que yo.
Toqué levemente su hombro, y el se despertó. Sus hermosos ojos verdes me miraron a través de la oscuridad y, cuando me reconocieron comentó
-Veo que despertaste.
-Sí... -dije, sin saber que responder a eso. -Quería darte las gracias por salvar mi vida.
-No fue nada. -respondió -Estoy seguro de que cualquiera lo hubiera hecho si estaba en mi lugar.
-Ahh... -¡Dios! ¿Por qué no sabía que responder? -No se cómo agradecerte...
-No tienes que hacerlo. -interrumpió. -Solo hice lo correcto.
-Gracias de todas formas. -le di una sonrisa sincera, que esperaba que demostrase lo agradecida que estaba con él. Él me devolvió la sonrisa, pero antes que pudiera decir algo más, la enfermera de turno entró en la habitación y me ordenó ir a la cama de vuelta.
Quizás esa noche me gané un regaño, pero me saqué un gran peso de encima y quizás, había ganado un nuevo amigo.
Puede que lo que haya pasado no me de muchas razones para ser feliz, pero de algo estaba segura, y era de que ahora lo iba a ser. Superaría el pasado, enfrentaría el presente y construiría el futuro. Ahora sí que nada me detendría. Iba a tener una vida normal, y para empezarla, cerré los ojos, y tuve el mejor sueño de toda mi vida.
(N/A): Esta fue una pequeña historia que escribí por primera vez a los once años y a la cual le hice algunos cambios (nada importante) para poder subirla. Estaba pensando en escribir una segunda parte, pero por ahora me voy a dedicar a escribir otras cosas. Saludos y mil gracias por leer.
Melii.
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Octubre
Mystery / Thriller"Jamás hubiera pensado que regresaría a esa casa, y mucho menos que la volvería a ver. Pero tenía que terminar lo que años atrás había empezado, y descubrir lo único que verdaderamente era mío..." Alice cree que su madre está muerta. Sin embargo, un...