Creación Celestial 𝖵𝗈𝗅. 1 [𝖪𝗂𝗋𝗂𝖡𝖺𝗄𝗎] [CANCELADA]

5. Embarázame~

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Katsuki se sentía extraño... se sentía caliente por alguna razón, necesitaba a su novio en ese preciso instante, quería el pene de su prometido dentro de él hasta lo más profundo de su ser, lo necesitaba, se sentía muy necesitado sexualmente. No lo entendía, pero lo quería, lo necesitaba. Teniendo esos pensamientos. Se quita poco a poco la ropa que traía consigo en él, para quedar completamente desnudo bajo el atardecer que se asomaba por el ventanal del balcón de su habitación. 

Se tocó un poco en la parte trasera por sentir algo extraño, para después tocar un líquido desconocido que salía de su entrada, haciendo que jadee de sorpresa. Nunca había experimentado ese líquido viscoso en su parte trasera, a no ser que sea el semen de su novio que escurría de su trasero, aunque sería imposible. Frota un poco sus dedos contra su entrada ya dilatada, sin saber el motivo de que esta esté en ese estado, ya que en ningún momento se toco...,  a no ser que se tocaba su ano mientras dormía.

-- {Jodida mierda...} -- maldijo por lo bajo, para después dejar de frotar sus dedos para buscar el lubricante que estaba en su mesita de noche. Abre el segundo cajón de está y rebusca entre los condones y vibradores que se encontraban ahí, hasta que por fin sintió el característico contenedor de lubricante, quitándolo con una sonrisa que lo acompañaba con sus mejillas teñidas de rojo pálido con una respiración desordenada. Destapa el lubricante para dejar caer un poco del contenido de este sobre su mano derecha, en la parte de los dedos y los lleva a su entrada muy dilatada, cosa que lo sorprende otra vez. Mete de una tres dedos, simulando una estocada, que lo hacen gemir, no cuando su lindo novio metía su kiriconda de una sola estocada -- mmm~, lo necesito a él~ -- gimió muy excitado, quería ser atendido por su chico, de la forma más carnal, pero sintió algo más fuera de lo normal, su interior estaba muy caliente como quemándolo por dentro..., lo necesitaba, lo-

-- [¡Tadaima~!] -- canturreo feliz el pelirrojo que ingresaba a su vivienda bajando algunas cosas, viendo a la vez los zapatos de su pareja en la entrada, también dejando las suyas a lado. Las plegarias del rubio cenizo habían sido escuchadas a la par que pensaba, se lo agradecía a quien fuese que trajo a su novio -- ¿Katsuki? -- pregunto, al no recibir respuesta supuso que estaba durmiendo, entonces él haría esta vez la cena para ambos, por suerte pondría solo su carne favorita a la olla, había leído unas variedades de carnes, y en esa travesía encontró algo llamado "vacío a la olla" y le gusto y compro el vacío para prepararlo.

Puso la olla, que era una sartén antiadherente con tapa y prendió el fuego a una temperatura mediana para cocinar. Pero después se acordó que tardaría dos horas en hacerse, entonces desecho la idea, pero lo dejo así, solo que lo dijo en el horno para prepararlo mañana. Saco de la lacena la tostadora para girarse y abrir la heladera para quitar lo que usaría. Pan, queso, jamón, leche y una taza se encontraban encima de la mesa.

-- Bien... a comenzar se ha dicho -- dijo feliz para preparar la cena para ambos. El rubio cenizo escucho el microondas encenderse, entonces supuso que calentaba algo. Pero no iba a esperar tanto a que su hermoso novio subiera a la habitación y lo encontrara en esa situación, entonces se prepararía para provocarlo y hacerlo.

Se levantó para dirigirse a su armario y abrir uno de los cajones para quitar unas medias negras, se las puso, además de que las medias que eligió le llegaban hasta los muslos, se puso un nuevo bóxer negro, porque él que tenía anteriormente se mojó, una remera de color negro con una calavera blanca en el centro, que era suya. Solo debía de esperar máximo 10 minutos para que viniese el pelirrojo. Se acostó, tapándose dejando solo ver un poco de su explosivo cabello.

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El pelirrojo estaba subiendo alegremente hacia la planta de arriba con una bandeja en sus manos con mixto y café para ambos. Alzo su pie en el último escalón para darse la vuelta y dirigirse a su habitación. Abrió la puerta despacio para evitar así "despertar" al rubio cenizo, abrió completamente la puerta y encontró un bulto en la cama, era el rubio cenizo quien "dormía plácidamente". Se acercó sigiloso de no "despertarlo", dejando al mismo tiempo la bandeja en la mesa de noche que tenían a lado de su cama.