Prólogo

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"Es él..."

"Es muy serio..."

"Lo es, y mucho. El mes pasado despidió a su recepcionista luego de que le trajera un capuchino en vez de un mocachino mientras su secretario estaba con licencia"

"¡Pero este tipo está loco! ¿O qué?"

"¡Shh! Cállate, nos puede escuchar, idiota" uno de los tantos trabajadores miró al otro con recelo, pensando en lo estúpido que podía ser el otro muchacho nuevo al gritar fuertemente con su jefe a sólo unos cuantos metros lejos de ellos.

"Aunque no lo crean" llegó otro trabajador a su círculo de conversación "El jefe es un amante de los animales" reveló dejando a los demás presentes con la boca abierta.

"¿Qué? ¿Es una broma?"

"Para tener una cara dura al menos tiene un poco de corazón"

"Ni se lo imaginan, escuché unos rumores que ama a los gatitos, incluso tiene uno y lo trata como si fuese su propio familiar"

"Que loco"

"Bueno yo igual trato a mis gatos como si fuesen mis hijos, no le veo problema"

"Claro, pero créeme que es extremo gastar más de cien mil dólares en el gato"

"¡¿Qué?! ¡Debes estar jodiendo!"

"No, nuestro jefe realmente ama a su gato, literal le muestra más cariño que a su propia madre"

"Quiero ser el gato..."

"¿Señor?" Dentro de la limusina, su secretario Tinnasit estaba junto con él a su lado. Mile miraba por el vidrio polarizado del gran vehículo de Miles de dólares costeado desde su chequera "Su reunión es a las ocho, los ejecutivos de la em..."

"Cancela" dijo sin más.

"Pero Señor Phakphum es sobre la infraestructura de..."

"¿Me estás cuestionando?" El joven muchacho bajó su mirada avergonzado.

"Lo lamento, lo haré de inmediato"

De pronto, una notificación llega en el celular del empresario quien mira y alza una ceja. "Ve al penthouse" y Tinnasit suspira por esos cambios repentinos "también cancela el almuerzo de las tres" demanda.

Con la puerta de su penthouse al frente, pasa su tarjeta justo al frente del escáner para identificar su llave y darle paso al interior de su lujoso hogar.

Todo estaba silenciado, sin parecer que había alguien más. Con un poco de cansancio se dirige hasta su sofá para sentarse y acomodarse, su espalda dolía y parecía ser que todos sus músculos estaban tensos por el exceso de trabajo en sus últimos días.

"Mileeee" fue recibido por una voz chillona que se encontraba justo detrás de él "te extrañé muchísimo" cantó tiernamente y luego pasó su lengua por la oreja del joven empresario "¿Cómo te encuentras, amo? ¿Quieres que te atienda?"

Mile miró justamente a los ojos de quién le estaba hablando, su tierno minino se veía a la perfección, con sus orejas en alto y con una bella sonrisa resplandeciente "Ven aquí, cariño" habló mientras palmeaba su muslo indicándole que se sentará justo en esa zona.

Apo se sentía hoy muy juguetón, despertó con una gran sensación de querer jugar con su amo, pero justo cuando toquetean a su lado cuando estaba en su cama no siente el musculoso cuerpo de su amo, y al no tenerlo a su lado sintió una tristeza muy grande que debió mandarle un mensaje de texto. Él lindo minino se sentía sólo.
Cuando se sentó arriba de las piernas de Mile, dejó su cabeza apoyada en el hombro del otro hombro y comenzó a oler su fragancia masculina, la sensación de tranquilidad le llegó a todo el cuerpo y no pudo evitar lamer el largo de su cuello, su lengua áspera se deslizaba por toda la longitud y lamía y lamía "te extrañé mucho, amo"

El mimoso gatito de Mile Donde viven las historias. Descúbrelo ahora