🧸• ̖́‧♡ ¡Osɪᴛᴏ ᴇɴ ᴄᴀᴍɪɴᴏ! • 𝘙𝘶𝘣𝘦𝘨𝘦𝘵𝘵𝘢 ཻུ۪۪⸙ [PAUSADA]

ᥱs⍴ᥱrᥲᥒzᥲ

[Espacio para los que vienen llegando, claro q si]

Rubén.

Joder, joder, jodeeer. ¿Qué cojones está pasando? Me siento raro, mi cuerpo parece tener una especie de fiebre pero sin dolor, incluso con los supresores parezco estar diferente.

Ha pasado mínimo una hora desde que Samuel está en la sala junto a Guille (quien por cierto se burló en nuestra cara por la situación y lo anunció a todos en el grupo de WhatsApp, hijo de puta.) ya que no soporta mi "aroma" ¿QUÉ JODIDO AROMA? anoche solo olía a sudor :(

No puedo creer que ahora sí soy un furro, bueno, no termino de entender nada. Quiero decir, ser híbrido y ser un omega son cosas que definitivamente no se llevan bien. Ya había leído de esto antes, pero sólo en Manhwas BL ¿acaso estoy soñando?

Me pellizco la mejilla pero definitivamente duele... Entonces, ¿esto no es un sueño? Coño.

Estoy recostado en nuestra habitación con el televisor prendido, no es como si realmente le este prestando atención pues estoy hundido en mis pensamientos, unos buenos y otros no tan buenos. Esto definitivamente me supera.

Una parte de mi esta emocionada y la otra solo me grita que esto fue una estúpida idea y que ahora mi vida se arruinará, sobre todo si Sapo Peta no sabe cómo revertirlo, es una mezcla de emociones.

—Puta madre, mi vida parece un fanfic horrible de Wattpad. —pataleo un poco como un niño pequeño.

De ser así, odio al guionista de mi vida.

—Rubén. —la voz de Frank me saca de mis absurdos pensamientos.

—¿Mmh? Dime, Frank.

Él está recargado en el marco de la puerta, me mira con cierta... ¿Seriedad? No se como interpretar su rostro. No dice nada, solo se queda ahí callado.

—¿Está todo bien? Me refiero a tu estado de ánimo, tu bienestar físico... Dime, ¿en que piensas tanto?  —él parece preocuparse, ¿por qué lo hace?

—¿Por qué preguntas sobre mis pensamientos? ¿No podías leerlos o algo así? —digo en un tono un poco burlón.

—Si quisiera podría hacerlo, pero no lo hago por respeto. —suelta una pequeña risita para después acercarse y sentarse en la cama. —¿Sabes? Esto me preocupa un poco.