Tn Potter: la serpiente perdida

Capítulo 8

NARRA TN:

-No sé de qué me estás hablando -respondí con la mayor confusión que pude fingir. Él se quedó viéndome por unos segundos, casi creyéndose mis palabras, pero después... Su expresión regresó al enfado, ahora más que antes, y me agarró del brazo cuando intenté alejarme para atraerme a él -. ¡Suéltame!

-¿Te crees que soy idiota? Actúas muy bien, ahora me doy cuenta. Casi cuela, linda, pero mis ojos no me fallan. Y bien que os vi a ti y a Malfoy besuqueándoos en la nieve ayer.

-No... No era yo... Malfoy se está liando con mi hermano... -solté intentando liberarme de su agarre. Era muy fuerte y mis reservas mágicas estaban agotadas. No iba a poder escapar por lo físico.

-Mentirosa -expuso acercándose a mi rostro con el suyo rojo de la ira -. No haces más que mentir, ¿acaso te has acostado con más gente aparte de él? ¿O sólo eres la putita de él?

-No soy la putita de nadie. Ya cállate gilipollas -exclamé empezando a exasperarme con el tipo este. Nadie me faltaba al respeto. Sin duda este cabrón se iba a llevar una buena en cuanto recuperase mis pod...

El sonido de una cachetada me llegó antes que el golpe. Me reviró la cara por la fuerza con la que lo hizo, y me dejó escuchando pitidos por unos momentos.

Me palpitaba la mejilla afectada cuando giré el rostro hacia él, con una lágrima del dolor resbalando por mi ojo izquierdo, lado que había sido afectado por el golpe.

-¿Qué mierda acabas de hacerme? -pregunté con la ira consumiéndome.

Él dudó por un momento. Mi rostro intimidándolo. Pero enseguida recuperó la compostura y levantó la mano para pegarme otra vez.

Lo detuve con mi mano libre y le pegué un cabezazo. Mi frente chocó con su nariz a propósito y él retrocedió, con su nariz rota empezando a sangrar.

Me libré de su agarre con una sacudida y a punto estuve de marcharme y dejarlo ahí deshorientado, porque no estaba en condiciones de enfrentarlo mágicamente y una servidora conocía sus límites físicos, pero un hechizo cubrió la cortina y me impidió traspasarla o moverla.

¿Un hechizo de bloqueo, en serio?

Me giré con una furia fría en el rostro. Iba a intentar intimidarlo para no necesitar llegar a las manos. Esa era mi mejor oportunidad. Pero el hijoputa no me permitió ni abrir la boca. Saltó sobre mí y me levantó agarrándome del pescuezo.

Sorprendida, intenté librarme, pero nuevamente su fuerza me superaba. Alcancé a darle una patada en la entrepierna y él cayó de rodillas al suelo, soltándome. Busqué algo con lo que pegarle, ya que no podía usar la magia para salir del bloqueo, y me dirigí a mi baúl recordando que tenía ahí guardado un bate de metal (no me preguntéis porqué). Cedric me vio las intenciones y me agarró del tobillo a medio camino, haciendo que cayera al suelo boca abajo. No llegué a reaccionar lo suficientemente rápido como para frenar mi caída y por un momento me deshorienté cuando mi sien golpeó el suelo, porque al menos me había dado tiempo de girar el rostro para que no me comiera el suelo con la boca y la nariz.

Cedric se subió encima mía sin perder tiempo y me dio la vuelta para quedar yo boca arriba y mirándolo. Me pegó otra cachetada, esta vez en la mejilla contraria, cuando intenté quitármelo de encima.

-Zorra -me escupió en la cara y el escupitajo me dio en el pómulo.

-¡Ya suéltame, pedazo de carne con patas inútil! ¡Excremento de pájaro! ¡Proyecto de espermatozoide fallido...!

Me besó. Unió sus labios a los míos con brusquedad y desespero. Me agarró las manos y me las colocó por encima de mi cabeza, alejándose de mí lo suficiente para ello, y me mantuvo las manos ahí retenidas con una de sus manos para después con la otra indagar por debajo de la túnica.

-¿Qué crees que estás haciendo...? -inquirí con una mueca de desprecio, revolviéndome debajo de él, pero sólo consiguiendo que su sonrisa despectiva aumentara.

-¿No es lo que querías? ¿No es lo que llevas pidiéndome desde que comenzamos a salir? ¿Follar?

-¿En serio? -bufé absurdamente, furiosa -. Gilipollas de mierd...

Volvió a besarme con fuerza, haciéndome casi hasta daño mientras chupaba mis labios, los lamía y empujaba su lengua para obligarme a abrir la boca, pero no lo conseguía. Mientras, su mano se introdujo por debajo de la blusa y se dirigió a uno de mis pechos.

No iba a librarme de él simplemente resistiéndome. Tenía que ser más lista que él. Porque no podía permitir que me follara y perder mi dignidad en el suelo de mi dormitorio.

Ante la urgencia de escapar de él, sentí que mis ojos empezaban a escocer. Pero no de lágrimas. Sentí un escalofrío por todo mi cuerpo y algo me empujó las encías. No les permití salir, las retuve un momento con todas mis fuerzas y una idea viniéndoseme a la cabeza.

Cedric me levantó el sostén por encima de los pechos y me pellizcó un pezón. Fingí un gemido suave, perdiendo la resistencia en mi boca y permitiendo que él me abriera los labios e introdujera su lengua. Gruñó al notar que le estaba aceptando.

-Asquerosa de mierda -farfulló separándose apenas, antes de volver a atacar mi boca con desesperación.

Aproveché la oportunidad y le chupé el labio inferior, para luego trincarlo entre mis dientes. Entonces cedí el paso de mis colmillos a través de mi encía.

Cedric gritó cuando dos largos colmillos atravesaron la carne de su labio interno inferior. Intentó separarse, pero lo único que logró fue que cerrase más la mandíbula a su alrededor.

Los colmillos de cinco centímetros atravesaron el labio. La sangre ya estaba brotando. Él de un tirón se alejó de mí y yo me quedé con su labio en mi boca.

Gritó muy fuertemente cubriéndose con las manos la boca de la que chorreaba mucha sangre. Con una sonrisa de superioridad, me incorporé y escupí el labio ensangrentado, cayendo este al suelo, al lado de Cedric. Él miró el trozo de carne que había sido arrancado a mordiscos de su cara, y luego me miró a mí con espanto y horror.

Mis colmillos ensangrentados me rozaban la barbilla. Me relamí el labio inferior saboreando el sabor metálico del líquido rojizo, sonreí con ganas y no se lo pensó dos veces que se dio la vuelta e intentó salir corriendo, topándose de morros con la cortina hechizada.

Me reí estruendosamente y eso pareció asustarlo más. Quitó el hechizo y descorrió las cortinas marchándose de ahí como alma que lleva el diablo.

Lo iba a torturar de la peor manera que se le ocurriera.

(***)

Escena fuerte🔥🔥🔥.

¿Qué opinamos de Cedric?➡️

8/10

Besos en la nariz,

Dani<3