Tn Potter: la serpiente perdida

Capítulo 9

NARRA DRACO:

Desperté con el ruido de la puerta siendo tocada.

-¡Espabila, Black! -exclamó Mattheo. Le gustaba tomarme el pelo llamándome por mi segundo apellido, el cual era el que compartíamos ambos. Él nunca tuvo nada que ver con el señor Lestrange, por lo que se cambió el apellido por el de soltera de su madre cuando cumplió la mayoría.

Farfullando por lo bajo, entre quejidos, me levanté y abrí la puerta.

-¿Qué quieres ahora? -bufé.

-¿No recuerdas o que? ¿Tn ya despertó? -preguntó pasando por mi lado para entrar en la habitación sin pedir permiso primero.

¿Tn? Ah, sí... Lo de anoche.

-¿Dónde está? -preguntó Theo después de echar un vistazo a su alrededor.

-¿Quién? -pregunté yo, frotándome un ojo. -. ¡Auch! -exclamé cuando me pegó un cogote. Tanto él como su hermana tenían la mala costumbre de pegarme en la cogote cuando decía estupideces -. ¡Recién me despertarse! Dame un segundo para procesar mi existencia antes de poder responderte con cabeza.

-¿Dónde. Está. Mi. Hermana. Draco?

Por un momento no procesé, luego miré a mi alrededor, miré la cama vacía, y lo miré a él.

-No está.

Levantó la mano para volver a pegarme y por instinto me cubrí el rostro con los brazos, encogiéndome y levantando una pierna por si las moscas.

-¡V-Vayamos a su cuarto! ¿¡Vale!? ¡Seguro está ahí, o sino estará con los chicos!

Mattheo gruñó y me agarró el brazo para empezar a tirar de mí escaleras arriba. Ni siquiera me había dejado que me lavara la cara para espabilarme antes de llevarme hasta la sala común, vacía, y luego meternos en los dormitorios de chicas.

No me quejé del dolor que me estaba haciendo en la muñeca, porque sabía que él no estaba de humor para escuchar ningún quejido, así que simplemente me quedé cayado mirando su espalda mientras era cruelmente arrastrado.

De pronto se paró, y a punto estuve de chocar con él. Levanté la cabeza para asomarme por encima de su hombro. Maldita sea él y su malditamente enorme altura de metro noventa.

-¿Qué hacen aquí? -preguntó Pansy saliendo de su dormitorio.

-¿Has visto a Tn? -pregunté, interviniendo antes de que Mattheo le soltara algún comentario despectivo para luego de una patada regresarla a su dormitorio y seguir su camino hasta el dormitorio de su hermana como si nada.

-No, no la he...

Se escucharon unos pasos apresurados viniendo en la dirección contrario en la que estábamos Theo y yo y de pronto apareció Diggory chocando con las paredes, deshorientado y corriendo como si le fuera la vida en ello. Se paró de golpe al vernos, casi chocándose con el muro de carne que era mi primo, y abrió los ojos de sobremanera al verlo ahí.

A los otros tres presentes nos sorprendió su estado. Tenía las manos cubriendo su boca, la cual chorreaba sangre y manchaba toda su ropa.

Él intentó decir algo, pero era como si tuviera algo en la boca que le impidiera pronunciar correctamente.

-¿Qué tienes...? -Mattheo le agarró del brazo para apartarle una mano y ver qué le pasaba. Pansy aguantó una arcada y yo arrugué el rostro con espanto.

Alguien le había arrancado el labio inferior de cuajo. Se le veían los dientes y la encía ensangrentada en donde debería de estar el labio.

-¿Qué demonios te ha pasado? Agh, te llevaré a la enfermería -dijo Mattheo, viéndose obligado a hacer de profesor al ver a un alumno en ese estado, y se alejó y desapareció escaleras arriba indicándole a Diggory que lo siguiera. Él se quedó viéndome con algo parecido a la rabia y el odio por unos momentos.