NARRA TN:
Me quedé mirando el regalo. La sensación de agobio se extendía por mi cuerpo, pero no dejaba que mi expresión mostrase nada de lo que estaba sintiendo por dentro.
Sentía también ganas de llorar. Y de gritar a la vez. Draco Malfoy me había hecho un regalo, y me lo estaba ofreciendo esperando a que lo aceptase.
Pero no... No podía.
No me permití hacerlo. No podía...
Pero tampoco me atrevía a rechazarlo. El simple hecho de coger lo que sea que me hubiera hecho y lanzarlo, o golpearle con él para dejarle en claro que dejara de hacerse ilusiones conmigo, ya me era imposible. Es que... No... Lo intentaba pero no me atrevía a hacerle más daño.
Con un dolor inmenso en el pecho, y tragándome el nudo en la garganta, puse mis manos sobre el regalo y lo agarré fingiendo frialdad en mi expresión y en mis palabras cuando hablé.
-Supongo que gracias. Miraré esto como un soborno para que no sea dura contigo esta noche, aunque no funcionará en lo más mínimo. Pero lo aceptaré de todas formas.
-No... -Draco carraspeó, relamiéndose los labios -. ¿No vas a abrirlo?
-Ya lo haré cuando tenga tiempo.
Seis palabras, sólo seis, que expresaban una indiferencia por lo que sea que me hubiera dado que no sentía, pero que me obligué a mostrar.
Me levanté y me alejé de él, dándole la espalda para que no me viera cuando resbaló una lágrima de mi rostro.
-¡Vamos! No tengo toda la noche -exclamé parándome frente a la puerta que apareció en la pared.
Me limpié disimuladamente el rostro mientras Draco se levantaba y se ponía a mi lado. No dijo nada. Pero supe que le dolió. Y mucho.
Joder.
__ __ __
-¿T-Tengo que estar desnudo? -dudó Draco mientras lo colgaba del techo con unas cadenas.
-No estás desnudo, estás en ropa interior.
-Es prácticamente lo mismo.
-Deja de quejarte o será peor para ti.
-¿Va a ser una tortura sexual?
Lo miré de reojo mientras aseguraba las cadenas, que lo mantenían colgando, al suelo. Su descaro me divirtió, aunque no lo mostré.
-¿Porqué tendría que serlo? -respondí con otra pregunta.
-¿Porqué sino me desnudarías?
-¿Para que los latigazos puedan penetrar en tu carne mejor?
Tragó saliva, poniéndose pálido. No mostré diversión, pero claramente la sentía. Tal vez sí fuera un poco sexual lo que iba a hacerle, aunque era entretenido ver cómo él se preparaba para algo más grave y que no tenía pinta de que fuera a disfrutar.
Encadené sus pies, manteniéndolos separados, al suelo.
Me coloqué frente a él una vez estuvo inmovilizado.
-Esto va así -dije -. Primero te haré preguntas. Si las respondes, todo seguirá igual, sino, empeorará.
-¿Empeorar cómo?
Puñetazo, en la nariz otra vez.
-¡Mierda!
-Las preguntas las hago yo. Aunque, respondiéndote, te diré que después de las preguntas, empezará el castigo. Puedes empezar el castigo de dos formas distintas. Ahora tienes cierta libertad: puedes hablar, puedes ver, aún tienes los calzones, tienes cierta movilidad... Si respondes mal, los privilegios se irán reduciendo, y te aseguro que lo pasarás aún peor si no los tienes durante el castigo.
-¿No tener el qué, los calzones? -se burló.
Uy, se la estaba buscando.
Le di una cachetada que le volteó la cara y le abrió el labio.
-Sigue haciéndote el duro, que verás como terminas.
-Duro lo tengo cuan...
Otra cachetada, en la otra mejilla.
-Te dolió que ignorase el regalo, pero no te hagas, porque el único que sufrirá con eso vas a ser tú.
-Claro, porque tú lo vas a disfrutar de lo lin...
Suspiré, frotándome la mano tras la tercera cachetada. Me escocían un poco.
No, Draco. No iba a disfrutar pegándote. Sólo tenía pensado hacerlo para que te quedases cayado mientras hacía el castigo, pero si ibas a seguir así...
-Primera pregunta, ¿por qué le contaste a Mattheo mis pesadillas?
Él me miró de reojo, levantando ligeramente la cabeza al tenerla guindando. Se le veía el dolor en su expresión, pero no era por los golpes.
-Porque me dio la puta gana -escupió, y cerró los ojos esperando el siguiente golpe.
Suspiré, caminando por un lado y dirigiéndome a una mesa llena de instrumentos. De entre todas las cosas, agarré una venda y un látigo de bondage. Me dirigí a él, y caminando de un lado a otro frente a su espalda musculosa, pasé las argollas, las tiras del látigo, por sus omóplatos. Él se estremeció, pero no dijo nada.
-Has perdido un privilegio -dije con la voz ligera, tranquila. Me paré justo tras él y pasé la venda por sus ojos para atarla en su coronilla -. Ya no podrás ver. No sabrás qué tendré entre mis manos hasta que el objeto toque tu cuerpo, no sabrás lo que estaré haciendo. Eso será muy agobiante y estresante. Ahora te pregunto, ¿deseas que te quite más privilegios? Puedo atarte a una rueda giratoria y ponerte boca abajo hasta que me respondas las preguntas. O puedo quitarte el privilegio de hablar y de poder intentar convencerme de que no te siga pegando cuando te veas en la necesidad de suplicar.
Lo rodeé y me quedé frente a frente. Estaba a menos de un metro de él, mirando su rostro. Él no podía verme por la venda que acababa de ponerle.
-¿Quieres eso, Draco? ¿Deseas estar completamente atado, que no puedas moverte mientras te castigo, que no puedas suplicar por estar amordazado y que no puedas ver lo que te estoy haciendo?
Draco respiró entrecortadamente y tragó saliva antes de responderme.
-Sí... -suspiró, casi como un débil jadeo -. Deseo que lo haga, mi señora.
Cabrón hormonal.
-'Mi señora' -gruñí, agarrándolo del pelo por la nuca y obligándolo a levantar la cabeza -. ¿Te parece excitante? Pongámoslo más fuerte. 'Mi señora'... es un apodo muy vulgar. Así me llaman todos los que saben quién soy. ¿Por qué no algo más personal? ¿Algo más fuerte? -Apreté su mandíbula haciendo que se tensara para reprimir el quejido -. A partir de ahora, me llamarás por 'ama' cuando no haya testigos. ¿Me has entendido?
Tardó unos segundos. Segundos en los que noté la tensión entre nosotros, palpitante y tentadora. Me mordí el labio, admirando por unos segundos su rostro sin darme cuenta, en lo que esperaba a que me respondiera. Tenía muchas ganas de besarle y de hacerle mil mierdas ahora que lo tenía a mi merced de aquella manera. Pero aunque llegase a hacer alguna de ellas durante el castigo, no podía terminar la noche follándomelo. Porque entonces no sería ningún castigo.
-Sí, ama -respondió, y suspiré. Iba a ser una noche larga.
(***)
👁️👄👁️
Creo que Draco va a salir de esa con la cara más hinchada de los golpes que un globo. ¿Qué opinan?
Besos en la nariz,
Dani<3
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Tn Potter: la serpiente perdida
Fanfiction[2° PARTE DE "Tn Potter: la hermana perdida"] Recomiendo no leer sin antes haber leído la primera parte, la cual se encuentra en mi perfil con el nombre que está puesto aquí arriba. __ __ __ Tn Potter logró infiltrarse exitosamente en el trío de oro...