𝐁𝐥𝐨𝐨𝐝𝐥𝐢𝐧𝐞 | 𝐋𝐑𝐇

80♡

Luke POV

Alexa me abrazaba con fuerza. Mantenía su rostro escondido en mi pecho por lo que opté por rodear sus hombros con uno de mis brazos y mantenerla siempre cerca.

Realmente había sido un vuelo agotador a pesar de haber comprado los asientos más costosos del avión para estar tan cómodos como nos fuera posible por Petunia.

Mi tierna Piggy seguramente estaba más fatigada que nosotros, pero era un total alivio por fin estar en suelo firme. Viajar en avión tantas horas con nuestra mascota era simplemente desgastante.

Pero ni Alexa ni yo queríamos dejarla al cuidado de alguien más en Los Ángeles. Simplemente no lo sentíamos correcto y queríamos que estuviera presente el día de la boda.

"Esté muy inquieta. Creo que lo mejor será que te espere afuera..." Alexa tomó la correa de mis manos y yo asentí sabiendo que era la mejor idea.

Mi novia estaba por demás cansada. Se podía notar en su rostro. Pero teníamos suficiente tiempo para recuperar la energía. Estaríamos prácticamente todo un mes aquí.

Con Alexa fuera de mi vista, mi única preocupación era nuestro equipaje. Documentamos cuatro maletas de gran tamaño sin contar las dos que guardamos debajo de nuestros asientos.

Una vez observé nuestro equipaje salir respire aliviado. Comprobé que estaban en buen estado y como pude me las llevé directo a la salida. Probablemente Alexa ya había logrado encontrar a Jack que había accedido a recogernos.

El sol brillante cegaba mi vista y por fortuna a no más de cinco metros al salir de la puerta observé el Jeep de mi hermano aparcado.

"¡Hey man! Luces terrible" Jack me abrazó con fuerza obligándome a reír por su estúpido y verdadero comentario. "Anda, guardemos esto para ir a casa. Ambos lucen fatal..."

"Gracias Jack" Alexa rodó los ojos con una sonrisa en su rostro y lanzó un beso a mi dirección haciéndome reír.

Una vez arriba de la camioneta, Alexa se acomodó en la parte trasera con Petunia. Opté por irme al frente con mi hermano para dejarle espacio a mis chicas.

Camino a casa, hablamos un poco de todos los ademanes que hizo Petunia en el avión. Aunque la mayoría del vuelo estuvo durmiendo, había momentos donde se veía estresada haciendo que Alexa se estresara y que en consecuencia, yo me estresara.

Ansiaba llegar a casa y dormir por tres días seguidos.

Quince minutos más tarde, la casa Hemmings y mi hogar en la infancia nos recibió como siempre lo hacía. Regresar aquí siempre me provocaba nostalgia y me hacía pensar en lo mucho que había pasado en mi vida desde que abandoné este lugar.

"¡AHHH! ¡POR FIN LLEGAN!" Mamá nos recibió como si no nos hubiésemos visto en treinta años, o quizás más.

Ella tacleó a mi novia en cuanto tuvo oportunidad dejándome a mi para el final. Pero eso no me molestaba en lo absoluto.

No había nada mejor que ver a las mujeres que amaba convivir de esa manera. Y es que ambas tenían personalidades que eran difíciles de odiar, siempre supe que mamá aprobaría a Alexa desde el inicio.

Deje nuestras maletas al costado de la estancia. Papá vino a abrazarme como bienvenida y lo recibí gustoso de verlo.

Entonces vino mamá y demandó mi atención y no hice más que reír y abrazarla con fuerza también.

Finalmente estábamos en Australia.

"¿Chicos quieren ir a dormir? ¿Quieren comer algo?..." Preguntó mamá tras llenarnos de abrazos de bienvenida.