All You Need Is Love (En Edición)

Capítulo Siete.

Harley.

Papá me dejó fuera de la futura librería. Me había levantado un poco tarde, hoy no tenía ganas de levantarme, pero debía recibir algunas cosas que llegarían hoy y dejarlas en la bodega.

—Hola, buenos días—saludé entrando, Gavin levantó la vista y sonrió en mi dirección, estaba cambiando todo el suelo. Tenía listo mas de la mitad—. Eres realmente rápido y detallista. Este suelo esta hermoso.

—Intento apresurarme ya que tu padre mencionó que quieres que esté lista antes de que nazca tu bebé y eso es lo que hago ¿Qué tal estás?

—Muy bien. Con muy poca energía y sin poder tocar un café  ¿Y tú?

—Más energético que ningún día—se quitó un lápiz que tenía en la oreja para marcar algo en el suelo—. Tu madre me comentó que estuviste anoche en el hospital, espero que no sea por beber café

—No, anoche resbalé y Ben creyó que debía ir al hospital, así que me llevó. Por suerte no tenía nada y pude ver a mi bebé chupar su dedo pulgar.

—Ben es un imbécil, siempre cree que todo lo que dice tiene la razón. Espero no te hayas sentido incomoda con él.

—De hecho fue algo preocupado y me agradó por un momento—levantó los hombros restando importancia—. Estaré en la bodega por si necesitas algo.

—Espera. Tengo algo para ti—me detuve mirándolo. Gavin se levantó para ir por una caja—, te llevaré esto a la bodega, me gustaría que lo revises.

—¿Qué es?—traté de abrir la caja pero me detuvo levantándola con facilidad sobre mi cabeza.

—Llega a tu bodega y lo sabrás. Se paciente.

—Sígueme y camina rápido que estoy ansiosa por ver lo que tiene dentro.

Abrí la puerta de la bodega acercando una silla para que Gavin dejara la caja ahí, la abrió y levanté un robot que había dentro.

—Son juguetes, nuestros juguetes cuando éramos pequeños—susurré asombrada levantando una muñeca que adoraba cuando era pequeña y un auto de carreras que Suri me obsequió—. Esto es hermoso Gavin. No tenia idea de que aun existían.

—Mamá lo tenía entre sus cosas. Son los juguetes que usábamos en la casa del lago, esta mañana los vi y recordé la promesa que le hiciste a mamá.

—Esto es muy lindo.  No se si soporte las ganas de llorar.

Centré mi mirada en los juguetes recordando.

Corría por las escaleras con el avión de papel que había hecho Gavin para mi, mamá llevaba una coleta y bailaba junto a Suri.

Vienna.

Su canción favorita, ambas tomaban la cuchara de cocina como micrófono.

Me senté en la escalera observando a ambas, ellas se veían felices cantando y eso me ponía mucho más feliz a mí, mi madre me descubrió mirándolas a ambas y corrió hacia mí para elevarme en sus brazos.

—Suri, he descubierto a una intrusa.

—Es una espectadora de nuestro hermoso canto ¿Quieres una fruta cariño?—preguntó apretando mis mejillas.

—Una manzana por favor tía Suri.

Solo tenía diez años y para mi ellas eran mis madres, siempre contaba en la escuela que tenia dos madres y papá.

Suri besó mi mejilla—. Ya no quedan manzanas cariño, pero ve con Gavin y dile que te traiga una del árbol.

—Si ¿Puedes ponerme más rubor natural?