✨ Capítulo 7 (parte 3)✨

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Argentina y Jamaica llegaron a un edificio abandonado, de tres pisos y a unas cuántas millas de la ciudad.


– ¿Es aquí? – preguntó Jamaica.

– Sí. – contestó Argentina bajando del auto.

– ¡Ey! ¡Espera! – lo sigue – ¡¿Al menos tienes un plan?!

– Sí. – camina hacia un tacho y saca un fierro – Romperles la cabeza a todos.

– ¡Ok! – y atrapa un fierro que le lanza el argento – ¿Pero sólo eso?

– ¿Tenés una mejor idea?

– Pues... suponiendo que detrás de esa puerta van a haber varios a los que les vamos a "romper la cabeza", ¿cómo nos deshacemos de todos ellos siendo únicamente dos?


Aunque detestaba admitirlo, el jamaiquino tenía razón, así que se tomaron un momento para pensar en algo.

Mientras, detrás de las puertas, un grupo de ninjas armados esperaban el ingreso de ambos países.


– Muy bien. – decía Japón en una habitación y mirando todo por una pantalla de vigilancia – Argentina deberá pelear con todos ellos si quiere salvarte. – mira hacia atrás, donde estaba su prisionera – ¿No es emocionante?

– ¡¡Mmm!! – decía ella aún con la bolsa en la cabeza.

– ¡¡Shh!! ¡Aquí viene!


Del otro lado de la pantalla, los ninjas se posicionaron al sentir las puertas abrirse lentamente, pero quedaron completamente descolocados al ver que el que entró fue Jamaica.


– ¡Vengo en paz! – les dijo con los brazos en alto – ¡Por favor, resolvamos esto diplomáticamente!


Con Japón...


– ¡¿Qué es esto?! – les preguntó a uno de sus guardias – ¡Se supone que él vendría!

– ¡No lo sabemos señorita! ¡Tal vez no quiso venir!

– Ja... ¿quién lo diría? – dijo incrédula – Parece que no la quería tanto después de...


Sin embargo, la nipona miró rápido a la pantalla al escuchar la bocina.

Allí, ve las puertas siendo atravesada por un auto de lujo que casi atropella al jamaiquino, y que luego comenzó a perseguir a todos los ninjas.


– ¡¡MUERAN HIJOS DE P*TA!! – gritaba el argentino al volante.


Como era evidente que ni con espadas ni con nada iban a poder hacer algo con semejante vehículo, muchos ninjas se tiraron por las ventanas, otros consiguieron subirse a unos cajones de madera hasta arriba, pero varios corrieron con la mala suerte de que el argentino los chocara y por ende aterrizaran de cara contra el suelo.

Un ninja lanzó uno de sus kunais a la rueda delantera del auto, pinchándolo. El argentino sostuvo fuertemente el volante, bajó la velocidad y frenó, chocando levemente contra una pared.

Después se bajó con dos fierros, uno se lo dio a Jamaica quien no tardó en posicionarse a su lado.


Enamorado tuyo (ArgUru Countryhumans)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora