¿Cómo puede un deseo sin esperanzas convertirse en la máxima ambición de una persona? ¿Cómo puede una fantasía cambiar la realidad? Puede que no seamos almas gemelas, pero el destino nos hizo encontrarnos. Puede que tú no me veas, pero para mí eres el centro del universo. Cuanto más me acerco a ti mi barco se pierde a la deriva. ¿Cuándo me daré cuenta de que la marea me arrastra a ti para encallarme? ¿Cuando las olas rompan la proa y todavía pueda cambiar el rumbo o cuando la niebla de tu mirada ciegue mis ojos?
Eres una daga con doble filo. Mientras puedes ser la razón de mi existencia, eres mi propia traición. Eres un veneno violento que me mantiene en el umbral de la vida y la muerte. Si dejo de tomarte moriré, pero si sigo tomándote mi agonía perdurará al par de mi vida.
¿Cómo puede el destino ser tan traicionero?, ¿cómo deja que la ilusión que arrastra a una persona hacia adelante sea la misma perdición que acabará con ella? Las fantasías y sueños entre sábanas blancas se convertirán en pesadillas constantes. El dolor se expandirá desde tu corazón hasta el último milímetro de tus dedos. Es cuestión de tiempo, aunque todos lo neguemos. En el interior de nuestra alma todos sentimos ese augurio. ¿Es mejor seguir ciegos y disfrutar de nuestros sueños hasta que duren o eso nos convertiría en masoquistas?, ¿o será mejor deshacerse de lo que deseamos por miedo a que nos hiera?, ¿podría vivir con la inquietud de no saber qué habría pasado si no lo hubiera hecho? Yo te seguiré hasta donde pueda y cuando el camino se cierre lloraré en la penumbra mientras te veo ir.
¿Cómo puede alguien amar a algo desconocido? ¿Cómo puede una mirada ser tan poderosa mientras su dueño desconoce su poder? ¿Cómo puede alguien dar tanta importancia a una persona que no le da ninguna a él? Él tira de mis cuerdas como si fuera una marioneta, lo que no sabe es que cuando deja de jugar conmigo yo sigo entrelazado a sus dedos, arrastrándome lentamente detrás de él. Una mirada puede ser una gota de la cura que necesito o una bala que quede clavada en mi costado hasta no recibir una gota de esa cura.
A Dios pido que no haga caso a mis súplicas y deseos porque será en vano, que nunca escuche ninguno de mis "ojalás" porque serán temporales y que si lo implico a él en mis deseos se tape los oídos. Si veo pasar una estrella fugaz cerraré los ojos porque aunque conceda mi deseo toda fantasía tiene fin y mayor es el dolor de perder algo que el de nunca haberlo tenido.
Nuestros destinos se han cruzado, pero no para quedarse juntos.