Secreto [Max X Bradley] (PAUSADA)

Amigos

El pelinegro sabía que lo que estaba cometiendo era un locura, se había vuelto un demente, no pensaba, no racionaba nada de lo que pasaba a su alrededor. De un momento a otro estaba sucumbiendo a la lujuria desbordante de sus más primitivos deseos. No tuviera ningún problema si la que apareciera en sus fantasías fuera Roxanne, pero no era la hermosa pelirroja la que lo trae como un loco. Al contrario nunca se imaginó que su enemigo fuera el protagonista de muchos de sus sueños lujuriosos. Debía de estar mal de la cabeza, super mal. Era realmente enfermizo que piense en un hombre, manteniendo relaciones con él. Pero más enfermizo era hacerlo con un hombre con el que algún momento juró odiarlo a muerte. Era realmente repulsivo, si se llegaba a saber en la Universidad lo tacharian de "Maricon", "Poco hombre", "Enfermo mental". Podría provocar incluso la expulsión de él en la Universidad. Mancharia su nombre, su familia, sus amigos, y mancharia mucho más la reputación de Bradley. Los malos pensamientos abundan en la mente del pobre Max. Pero todavía se vive en una sociedad retrógrada, donde todavía la homosexualidad es mal vista desde las grandes familias de adinerados. De todos modos, la sociedad los marginaria, podrían seguirlos hasta matarlos, no son bien recibidos los homosexuales en ningún lugar.

¿Pero realmente Max era homosexual?

No.

No...

¿No? O ¿Si?...

Max no sabia decir con exactitud eso, no podría imaginarse con una etiqueta de esa magnitud. La única que había llamado su atención era Roxanne, una chica...

Linda por cierto.

¿Le gustaban los hombres?

Jamás le había interesado un hombre, siempre pensó que era repugnante. Por muchos comentarios denigrantes que hacían a las parejas de ese tipo.

Pero...¿Por qué le gustaba follar y ser follado por un hombre?

¿Acaso Bradley presionó algo dentro de él?

¿Lo dejó roto acaso?

¿Hizo una especie de brujería?

¿Utilizó una droga?

Max no sabia con exactitud que era lo que pasaba. Pensaba en su padre y amigos con cada pregunta que se hacía.

¿Sus amigos lo seguirían queriendo?

¿Aunque sea un maldito enfermo mental?

¿Aunque se acueste con el enemigo?

Su padre...

¿Su padre lo seguiría amando?

¿A pesar de tener gustos enfermizos?

Gustos que muchos no aceptan...

El pelinegro soltó una que otra lágrima, llegó a la conclusión que era un enfermo, estaba grave, la enfermedad lo estaba consumiendo.
Max no notó cuando la puerta de la habitación se abrió, estaba tam sumido en sus desgracias, llorando de manera desconsolada en su recamara que no se dió cuenta de la presencia de sus dos mejores amigos.

- Max... ¿Te encuentras bien?, ¿Que tienes?, ¿Bradley te volvió a molestar?, podemos ir y golpearlo si quieres-. P.J comenzó a hablar, la preocupación se notaba en su tono de voz.

- Amigo, sabes que puedes contar con nosotros para lo que necesites, somos como hermanos, estamos ahí para apoyarnos. Pero enserio... dinos que te ocurre, has estado actuando extraño desde hace días... semanas podríamos decir. No es necesario que nos cuentes, sino quieres. Pero por lo menos déjanos que te demos un abrazo-. Bobby estaba muy preocupado por su amigo.

Max le faltaba el aire, comenzó a llorar más fuerte, pero hizo una seña que se acercaran sus amigos.

Los abrazó...

Como nunca lo había hecho.

Lloró como un pequeño niño, se sintió devastado.

- ¿Ustedes me seguirían queriendo como amigo, si les digo que hice algo malo?-. El pelinegro tenía que escuchar esa respuesta.

-¿No asesinaste a alguien? En ese caso te seguiríamos queriendo igual. Podemos ayudarte a esconder el cuerpo si quiere, tengo una pala por si quieres...-. Max lo golpeó en el hombro para que no siguiera.

-No asesiné a nadie-.

-En ese caso, nosotros siempre te seguiríamos apoyando-.

-Sino quieres hablar de ello, esta bien, esperaremos el momento adecuado para que decidas hablar-. P.J sabía que era algo muy importante que lo estaba atormentando pero esperaría a que el contrario estuviera listo para decirlo, no lo iba a presionar.

-Gracias, amigos-. Max nuevamente volvió a abrazarlos con más fuerza. Sus amigos iban a estar ahí en las buenas y en las malas.

Max no comentó esa noche lo que le sucedía. Salió nuevamente del dormitorio hasta la fraternidad de los Gamma pero con un aire más relajado. Bobby y P.J no le reclamaron nada, esperarían el momento indicado para saber donde va, y con quién.