Capítulo uno
Una pareja se dirigía hacia el ascensor, cuando una mata de cabellos castaños paso corriendo entre ambos, ellos se extrañaron pues no vieron a nadie detrás del niño, cuando voltearon a ver para buscarlo ya no estaba, pensaron de inmediato dar aviso al hotel, de seguro un par de padres estaba muy angustiado buscándolo.
En la primera planta del hotel un castaño claro andaba desesperado de un lado al otro, reclamándose a si mismo el no encontrar a su sobrino, Candy va a matarme, ¿Cómo pudo ocurrir?, si el estaba junto a mí, ¿en qué momento se alejó?
Ya había dado aviso al gerente del hotel, por todos lados los empleados buscaban discretamente al niño, por su parte había llamado a su hermano y a su tío Albert, rezaba por encontrarlo pronto y no tener que llamar a Candy.
El pequeño siguió observando los números en las habitaciones, recordando el que buscaba, para tener casi cuatro añitos era un niño muy inteligente, algo de lo que su familia estaba mas que orgulloso, pero claro, también por lo que varios le tenían envidia.
Jordán, el hijo de la tía Eliza, por ejemplo, nunca dejaba de molestarlo en el preescolar, estos últimos días en especial se había puesto más que insistente, burlándose de el frente a todos, al ser pronto la celebración por el día del padre, por lo que le recordaba que él no tenía uno.
El pequeño castaño no había dudado en enderezar los pequeños dientes de leche de su disque pariente, provocando que lo castigaran, claro dicho castigo les costo a las profesoras muchos regaños por parte de su tío Archie cuando fue por él, amenazando incluso con demandarlos.
Archivald Cornwell, quien también era abogado y primo de su madre les acuso de no proteger a su sobrino, de favorecer los prejuicios, al no reprender a Jordán Michaels por molestar al niño, teniendo este que defenderse al no haber sido protegido por los adultos que se supone debían hacerlo.
Candy había llorado esa noche, no soportaba el sufrimiento de su hijo, por algo que consideraba su culpa, él era un ángel y no merecía ser tratado de esa manera por gente insidiosa, el pequeño la escucho, pero se cuido de no ser visto por su madre, no le gustaba preocuparla.
Ahora el estaba tomando medidas para que su mami no volviera a llorar, además no tener que volver a escuchar a nadie mas tratar de decirle cosas feas por no tener padre, no.
Él tenía un papi y así se lo había dicho a Jordán, al reírse este de sus palabras, fue lo que provocó la cirugía dental.
Continuo por el pasillo, una empleada llevaba un carrito con comida, se había detenido a revisar su teléfono, el aprovecho a ocultarse bajo la cortina del carrito.
―pues créelo Mirian, es él, pues claro mujer..., no, sabes que no puedo hacer eso, pero lo voy a ver, siiii, debo irme ya casi llego, ya te diré como me va con el grandioso Terrence Graham.
La chica termino su llamada, se arreglo su uniforme, toco suavemente la puerta y llamo: ―servicio de habitación, ―al recibir la aprobación ingresó, recibió su propina y salió de nuevo, dejando el carrito de comida dentro.
―lo digo en serio Terry, es demasiado.
―lo se mamá, yo mismo lo he dicho muchas veces, voy a necesitar un abogado de seguir así, es como si Merlos tratara de mantenerme en una burbuja de trabajo, no tengo amigos, apenas y puedo saludar a los fans, tengo que pelear con el para poder verlos a ti y a papá, eso sin contar que siempre está programándome salidas publicas junto a Susana, no lo soporto mama.
―hijo, ven acá, relájate, discúlpame por alterarte, vamos a buscar un abogado, esta situación se acaba hoy mismo.
Los adultos siguieron conversando un poco más, hasta que recordaron el carrito de comida, Terry se acercó para tomar una bebida y llevársela a su madre, cuando noto un movimiento bajo la cortina, con cuidado la abrió lentamente, lo que descubrió lo dejo paralizado.
Debajo del carrito estaba un niño con cabellos castaños y unos preciosos ojos verdes, lindas pecas adornando su pequeña nariz, con lagrimas saliendo de sus hermosos ojitos, los que le recordaban otros que solo una vez logró contemplar.
― ¿Qué sucede Terry?, ―Eleonor se acerco a ver que tenia a su hijo tan impresionado, al hacerlo el niño salió del carrito, tirándose a los brazos del castaño mayor.
― ¡papi!, ¡papi!, al fin papi, al fin, taddaste mucho papi, yo no quise esperar más, pod eso vine a buscadte.
― ¿PAPI?, ¿TERRENCE?
Continuara...
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Hola, les traigo un pequeño minific, creado a partir de un reto hecho por nuestra querida Fantasía, el bello dibujo de Gabriel llorando fue creado por la misma Fantasía y es el que inspiro esta tierna historia.
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Feliz día del padre
RomanceUn pequeño sufre al recibir burlas por no tener padre. El buscara y encontrara a su papito, aunque sorprenda a mas de uno al conseguirlo. Terryfic.