El señor de los anillos: El hermano de Aragorn

5 Lobo negro

Legos no se había apartado de la entrada del castillo desde que Vesperi había salido, algunas veces sentía la presencia de Aragorn detrás de el, pero fue el enano quien se hacerco a preguntar.
- pasaste aquí la noche? Elfo enamorado-
- deberíamos ir a buscarlo -
- tal vez ya allá regresado a Gondor-

Aragorn había seguido la discusión con el rey de Rohan.
- y ¿Quien nos va ayudar? ¿Elfos, enanos? a nosotros no nos queda amigos, y muy poca familia -
Aragorn empezó a recordar a su hermano, desde que se fue había reconsiderado su trato con el, no era tan débil como lo recordaba de niño, también su actitud había sido diferente.
Aragorn le dijo a Legolas que moriría peleando junto a esa gente si era necesario.
~pero no a lado de tu familia ~Legolas no lo perdonaría, por pelear con Vesperi por alguna razón se había encariñado con el chico.

Estaba sentado en las escaleras, cundo vio un joven.
- tu espada- el chico se presentó como Hamad, Aragorn podía ver en su mirada miedo y desolación, su hermano solía tener esa mirada y sabía el porque de ambos.
- dicen que no pasaremos de esta noche, que no hay esperanza - le contó el chico pelirrojo.
Una frase que no creyó repetir y escucho de su hermano después de la muerte de sus padres vino a su mente.
-siempre hay esperanza - era una frase tan simple, con tanto significado.
La esperanza se hizo presente un poco más tarde ya que un ejército de elfos de Rivendel llegó junto con un amigo suyo.
Aragorn en ese momento se le vino una pregunta a su mente una que le daría vueltas por los siguientes días.
¿Por qué no se dió la oportunidad de conocerlo de nuevo?
Había tomado la decisión de ir a buscar a Vesperi pero al mirar por la ventana, la noche había caído por lo que se quedó sin tiempo.

La orda de orcos llegó a las afueras de la muralla, llevaban armas de diferentes clases y otra cosa una bestia encadenada, al principio no se notaba lo que era por la oscuridad y la lluvia, pero un aullido atroz aclaro todo, era un lobo negro y grande quien parecía ansioso de probar la carne.

Los orcos empezaron a hacer ruido con sus escudos buscando perturbar el corazón de los guerreros, una flecha de un guerrero improvisado cego la vida de un orco. Después de eso la guerra inicio, los orcos intentaban subir la muralla con grandes escaleras, el lobo parecía estar más alterado ya que solo se escuchaban sus aullidos y gruñidos pero los orcos no soltaban sus cadenas, como si estuvieran esperando el momento.
- eso es todo lo que tienes Saruman?- exclamó el rey, poco después parte de la muralla exploto y los orcos entraron, Aragorn quedó un rato en el suelo ya que estaba cerca de la explosión, en ese momento los orcos soltaron a la bestia quien se abrió paso matando y devorando a los guerreros, hasta llegar a Aragorn,la bestia gruño en su cara.
Aragorn no se movió creyó que ese era su fin pero la bestia no lo atacaba fue en ese momento que este noto sus ojos grises como los de su madre y más al fondo de estos vio a su hermano cubierto por las sombras.
- Vesperi - la bestia seguía gruñendo sin atacarle, pero eso cambio cundo una flecha atravezo a la bestia en su espalda.
- nooo!- Gimli llego para ayudar a Aragorn a ponerse de pie, seguido de Legolas quien había sido quien lanzo la flecha.
- es Vesperi-
- que?- pregunto el enano sorprendido.
- estás seguro?- Legolas no dejaba de ver a la bestia quien se había distraído matando a otros guerreros.
Aragorn asintió.
- necesitamos a Gandalf - Legolas había visto muchas maldiciones pero ninguna como está.
- dijo que no regresaría hasta el amanecer - el grupo no había dejado de pelear contra los orcos, pero ya era tarde la primera muralla había caído por lo que tuvieron que entrar y tratar de protejer el segundo muro.
Legolas se habría paso hasta el lobo, aún sentía la esencia del chico, era débil pero aún seguía allí.
- Vesperi!- llamo al lobo. - por favor vuelve con nosotros!- el lobo seguía metiendo en su matanza, lo único que recibió por parte de la bestia fue un zarpazo, Legolas se alcanzo a cubrir pero dejo una gran herida en su brazo.
El ejército tuvo que volver a replegarse adentro del castillo pero no podían dejar que los orcos llegarán más lejos las cuevas estaban llenas de mujeres y niños.
-salga con migo a pelear- insistió Aragorn al rey al verlo perder la esperanza.
- Aragorn, ya amaneció - el sol se asomo por la ventana.