Capítulo #11

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𝔉. Efímero.

CHAPTER ELEVEN

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CHAPTER ELEVEN

J.Willy Williams


𝔈l miedo nos carcome lentamente. Cuando todos temen dejan de razonar y empiezan a pensar más allá de lo que es realmente correcto.


  A mí ya me consumió.


Lo supe desde que dejé de sentirme viva, desde que mi familia me dió la espalda y se fue alguien importante en mi vida. Empecé a notar como poco a poco las razones para seguir mi existencia se deterioraban y mi mente dejaba de razonar lentamente.

Porque al fin y al cabo me estaba convirtiendo.

Y no creía poder combatirlo.

Miraba el techo fijamente, evitando hacer algún movimiento brusco que incrementara el dolor fuerte que sentía a un lateral de mi torso. Mis músculos se contraían involuntariamente, al igual que mi abdomen al intentar incorporarme. Solté un quejido haciendo presión con mi mano al ver que en el vendaje se estaba formando una mancha roja.

Oí la puerta de la oficina abrirse y cerrarse de nuevo. Eun Hyuk se acercó a mí, sentándose en una silla al lado del sofá en dónde estaba mi cuerpo acostado. Tomó mi mano delicadamente y la cubrió con la suya. Miré sus ojos percatandome como cada vez iban perdiendo su brillo, y su voz se oía más cansada.

Suspiró, extendiendo su mano aún sujetando la mía, dejando entre mis dedos un relicario de un corazón plateado. Lo abrí notando que estaba vacío.

—Pensé que te gustaría, mi madre me lo dió para que se lo diera a mi futura esposa, pero ya que el mundo está completamente echo mierda y es muy probable que muera antes de poder cumplir mi palabra, quiero que lo conserves tú.— se levantó quedando frente a la puerta— Hace un par de días ví en tu bolsillo una foto pequeña, en la que aparecías junto con Suk y otra mujer, pensé que la querías conservar allí.

  Se iba a ir, pero lo detuve, pidiéndole que se volviera a sentar.

—Es decir... ¿Qué me estás pidiendo matrimonio?— reí al ver su cara echa un poema. —Si sí, entonces acepto. Casemonos.— Me incorporé a la altura de su mentón. Lo tomé por el cuello de su camiseta atrayéndolo más a mí para depositarle un beso en la comisura de sus labios. Eun Hyuk me tomó delicadamente por la cintura evitando que hiciera tanto esfuerzo.

    Su expresión seria se suavizó, hasta que un quejido salió de mis labios, debido al dolor constante que se concentraba en mi herida. El de lentes bajó su mano hasta aquella zona, haciendo presión sin ser brusco, me miró a los ojos ver rastros húmedos de sangre teñir el vendaje y oír nuevamente como sollozaba.

𝐄𝐅𝐈𝐌𝐄𝐑𝐎 | Sweet Home.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora