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Al adentrarse al pequeño pueblo que estaba cerca, decidieron detenerse. Tim y Bernard se habían tardado y ni siquiera los otros se dieron cuenta de su ausencia más que Axel, pero no dijo nada respecto a él.
Ese lugar era extraño para el saxianita. Música salía de los parlantes.
―Tengo que decir que me gusta su gusto musical. ― comenta Kory
―Entonces, ¿Dónde empezamos? ― pregunta Rachel
―Allí. ― señala el adulto
― ¿Porque luce ocupado? ― comenta Axel
―Porque ellos tienen café caliente. ― corrigió para luego caminar y todos lo siguieron
Al entrar a la cafetería se encontraron con muchas personas allí.
―Siéntense donde gusten. ― dijo la camarera
Todos se sentaron en una esquina. Axel y Rachel frente a Dick y a Kory quienes podían ver por la puerta principal. Al rato la camarera los siguió para llevar el menú.
―Gracias. ― agradecen cada uno de ellos
Al llegar a donde Rachel se espantó y todos se dieron cuenta.
―Volveré para tomar su orden. ― dijo esta para irse
― ¿Que fue eso? ― pregunta Dick
―Esta asustada. ― respondió esta
― ¿De nosotros? ― vuelve a preguntar el castaño
―Eso creo. ― responde la rubia
―Ella huele a angustia. ― menciona Axel
― ¿Como sabes eso? ― pregunta Kory
―Tengo mis sentidos desarrollados más que mi hermana. ― respondió este
―Eso apesta. ― comentó Dick
―A veces. ― respondió el rubio castaño
La camarera volvió con una bandeja con vasos.
―Entonces, Megan, ¿Qué es lo mejor por aquí? ― le pregunta el castaño
―Bueno, Caul's Folly es conocida por dos cosas, batidos de dátiles y minas de sal desaparecida. ― responde la mencionada
―Supongo que solo uno de esos está en el menú. ― comenta el castaño
―Cuatro batidos de dátiles en camino. ― recuerda Megan
―Y un café, uno grande. ― le pide también y esta se va
―Huh. Las minas de sal desaparecidas podría ser un lugar prometedor para esconder una antigua reliquia. ― comenta Kory
