Minho es el nuevo estudiante de la prestigiosa universidad Solstice, y durante su primera fiesta allí conoce a un chico que lo deja completamente flechado. ¿El problema? Su timidez.
- Minsung como pareja principal.
- Mención al HyunLix.
- ¡No adapta...
Minho se encontraba sentado con una carta entre sus manos. Estas temblaban y él solo las observaba mientras pequeñas gotitas de sudor se asomaban por su frente. Miró hacia un costado, observando a su mejor amigo en la misma situación.
Se había preparado durante años para ese momento, y si bien él sabía que era lo suficientemente inteligente y que tenía el talento para poder ingresar a la mejor Universidad de Artes de Seúl, se esforzó y se esforzaba continuamente. Tantos arduos años de trabajo se verían reflejados en esa carta, la cual determinaría si fue aceptado o debería esperar hasta el próximo año para volver a intentarlo.
Su sueño era ser bailarín, y ya contaba con cierta experiencia puesto a que él y su mejor amigo, un peli-negro pecoso llamado Félix, habían formado un pequeño grupo de baile desde los 14 años. Ahora, a sus 18, ambos muchachos debían enfrentar el momento crucial de sus vidas: averiguar si fueron aceptados o deberían volver a intentarlo.
– Bueno, llevamos así al menos 30 minutos. Creo que deberíamos abrirlas.– habló Félix, el cual se encontraba aún más asustado que Minho.– Pero primero tú.
Minho suspiró, dejando salir toda su ansiedad. Con una mano sostuvo aquella carta y, con la otra, tomó un pequeño abre-cartas y comenzó a abrirla, lentamente.
La sacó de su envoltorio y comenzó a leerla.
" Estimado Lee Minho,
En nombre de la Universidad Solstice de Artes, queremos agradecerle por elegirnos para formar parte de su vida académica. Tras recibir y analizar su aplicación, es de nuestro agrado informarle que ha sido aceptado para la carrera de Danza. "
Y no necesitó leer más, por fin lo había conseguido. Había sido aceptado en la universidad más prestigiosa de Seúl, mejor aún, estudiaría lo que más le apasionaba.
Miró a su mejor amigo, abrazándole y mostrándole su aceptación. Saltó y correteó por toda su casa, agradeciéndose de que sus padres hayan estado de vacaciones y lo hayan dejado solo con sus gatos, los cuales lo miraban con ojos juzgadores. Llamó a sus padres rápidamente, contándoles la gran noticia. Ellos siempre lo apoyaron, y es que no podían negar que su hijo poseía un gran talento con la danza. Colgó e inmediatamente le ordenó a Félix que abriese la suya.
– N-no puedo Minnie, házlo por mí.– su amigo pidió.
Mientras su amigo se tiraba en el piso, cruzando los dedos de su mano derecha y con una vela en la otra, tomó la carta del pelinegro y la abrió.
- ¡También te aceptaron!- gritó Minho. Félix saltó rápidamente, arrebatándole la carta a su amigo de las manos, leyendo las mismas palabras que previamente le habían salido a Minho.
Ambos chicos se abrazaron y decidieron que debían celebrar ese momento, y qué mejor manera de hacerlo que con una noche de pijamada escuchando girl groups y comiendo pizza.
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