Mordiscos

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Sherlock y John estaban blancos como la nieve pero el padre Peter me prestaba toda su atención.
-Continua- dijo él -lo estás haciendo muy bien-
-No quiero- dije notando como las lágrimas invadían mis ojos.
-Por favor- dijo Peter.

Volví a cerrar los ojos y tomé aire de nuevo.

Flashback

El hombre tomó mi mano con suavidad.
Sus uñas eran muy largas y puntiagudas y sus ojos totalmente negros.
Comenzamos a bajar unas escaleras de caracol que estaban escondidas por una trampilla bajo el altar.

Llegamos a una sala con muchas velas y un símbolo extraño en el suelo, aquello comenzaba a asustarme.
-¿Dónde está mi hermana?- dije yo asustada.
-Tu hermana no va a volver- dijo el hombre de espaldas a mí -ahora tú me perteneces-
-No- dije asustada -solo soy una niña déjeme marchar-
-No puedo permitirte eso cielo- dijo el hombre girándose para clavar sus negros ojos en los míos -necesito una nueva chica con la que jugar-

Comencé a correr todo lo rápido que pude y llegué de nuevo a la sala principal.
Me di la vuelta para ver si aquel hombre me seguía pero me choqué con algo y caí al suelo de espaldas.
-¿Crees que puedes huir de mí pequeña insolente?- dijo él -jamás te dejaré marchar-
-¡GRACE!- comencé a gritar.
-¡Nadie te va a ayudar!- dijo agarrando mis pies clavando sus uñas en mis piernas causandome un terrible dolor -¡Nadie te va a encontrar aquí!-

Intenté agarrarme a algo pero el hombre era demasiado fuerte.
Me arrastró de nuevo a aquella sala y me ató de pies y manos con mucha fuerza.
Yo gritaba y gritaba pero nadie acudía en mi auxilio.
Levantó la camiseta a la altura de mi pecho y comenzó a morderme haciendo que la sangre brotara de mis heridas.
El dolor era inmenso y mis gritos enormes pero él no cesaba.

De pronto escuché la voz de mi hermana y mis padres junto a las de otras personas.
Cuando mi hermana entró, el hombre desapareció en un remolino de llamas y yo comencé a llorar desesperadamente.

Fin del Flashback

Las lágrimas brotaban de mis ojos como si fuesen dos cascadas.
Sherlock vino a mi lado y me arropó entre sus brazos intentando consolarme.
ME abracé a él con fuerza hasta que me tranquilicé y secó mis lágrimas.
-Tuvo que ser muy duro para una niña como tú superar aquello- dijo Peter.
-Aún así la necesitamos- dijo Sherlock.
-No- dije suplicante y sollozando -por favor Sherlock no me obligues-
-Hazlo- dijo él -por mí ¿Vale? Tenemos que resolver este caso-
-No- dije llorando -no quiero-
-Por favor (T/N)_____- dijo tomando mis mejillas entre sus manos -te prometo que te protegeré-

Finalmente accedí a lo que me pidió y fuimos a interrogar a gente que había estado en aquella iglesia.
Todos decían lo mismo, que alguien les había empujado, que habían escuchado voces, que los objetos se movían solos, que las luces se apagaban... Todo coincidía.
Volvimos al hotel cuando ya era noche cerrada.

Me di una ducha y al salir contemplé una cicatriz de mi cintura en forma de mordisco.
Aquella marca siempre me recordaba aquel terrible momento, me puse la ropa interior y un pijama de pantalón corto con tirantes. para dejar pasar a Sherlock.
Cuando salió del baño, solo llevaba unos bóxers y yo estaba leyendo un libro.

Se tumbó a mi lado y pude notar como su dedo recorría mi cicatriz.
Agarré su mano y la apreté con fuerza.
-Para- dije molesta.
-¿Acaso te duele?- dijo él mirándome con sus hermosos ojos.
-No- dije -pero no me gusta que nadie la toque-
-Lo siento- dijo él examinándola de cerca -tuvo que ser doloroso, parece que era muy profundo-
-Lo fue- dije - no te puedes imaginar cuanto-
-Yo no creo en estas cosas- dijo él -tengo que verlo para creerlo-
-Sherlock- dije -no deberías decir esas cosas. Si un día e pasa puede pasarte algo malo-
-No lo creo- dijo con una sonrisa ladeada -Soy Sherlock Holmes... he vencido a la muerte-
-Fingiste tu muerte- dije seria- no la venciste-
-Que más da- dijo acariciando mi mejilla con suavidad.

Poco a poco nos fuimos acercando más y más.
Sus labios estaban a tan solo unos centímetros de los míos y notaba su respiración sobre ellos haciendo que un escalofrío recorriese toda mi espalda.
De pronto se unieron con los míos en un suave y delicado beso que duró un par de minutos que a mí me parecieron años.
-Buenas noches- dijo Sherlock acurrucándose cerrando los ojos.
-Buenas noches...- dije todavía en estado de Shock.
-Fue mejor que la otra noche- dijo con una sonrisa ladeada.
-¿Qué?- dije sorprendida.
-En la discoteca me besaste- dijo él riendo -pero hoy ha sido mejor-
-Imbécil- dije pegándole con un cojín -me lo podrías haber dicho antes-
-Estaban Mycroft y Grace- dijo él -mejor cuando hubiésemos estado a solas-

No dije nada, tan solo cerré los ojos y me dormí.

A la mañana siguientee cuando me desperté, Sherlock estaba hablando Molly por el Skype sobre la autopsia que le realizó a la victima.
-Sufrió un paro cardiaco- dijo ella -además tuvo mucha pérdida de sangre antes de morir por lo que tuvo que ser doloroso-
-¿Tenía signos de violencia?- dijo él.
-Si- dijo ella -mordiscos que no parecen ser humanos y marcas de cuerdas en manos y pies-
-Espera- dijo Sherlock antes de tomar mi muñeca y ponerme frente a la pantalla mostrándole a Molly mi cicatriz.
-Se pide por favor Sherlock- dije molesta.
-¿Son las mismas?- dijo Sherlock.
-Creo que si- dijo ella -¿Por qué lo preguntas?-
-Tenemos un caso de satanismo- dijo él con una sonrisa ladeada y en tono de burla -alguien debió vender el alma de Kevin al diablo-
-Sherlock- dije molesta -a mi no me hace ni una pizca de gracia, el satanismo es una cosa muy seria. Miles de personas murieron en sacrificios para el maligno y muchas veces fue inútil pero en muchas otras las personas terminaron poseídas-
-Eso son cuentos de niños- dijo Sherlock -esta noche lo vas a ver-
-¿Qué?- dije empalideciendo.
-Vamos a pasar una noche dentro de la iglesia- dijo él con una sonrisa ladeada.

El caso 666: El hogar del Diablo (Sherlock Holmes y Tú) [Demonlock]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora