9. Los cuñados...

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Bruno Dornan.

Abro mis ojos y noto como todavía está oscuro quizás esté a punto de amanecer o tal vez no, no lo sé no soy bueno para deducir la hora al menos no sin un reloj, me doy la vuelta y sonrío encontrarme con el bello rostro de Abby durmiendo, despertar al lado de esta chica es totalmente una de las siete maravillas del mundo; acaricio su rostro, bajo mi pulgar lentamente hasta sus labios y me quedo fascinado con los suaves que son y aunque los he besado y visto muchas veces no puedo evitar sorprenderme o desearlos con locura y más después de las palabras que salieron de ellos... Sonrío de nuevo pero ésta vez como idiota al recordarlas:

"No sé si estás vivo, muerto, si estoy loca... lo único que sé es que me encantas, en tan poco tiempo te haz convertido en alguien muy importante para mi y quiero estar a tu lado sin importar lo que suceda."

- No sé qué estás haciendo conmigo pero me tienes a tus pies - susurro para luego darle un pequeño beso tierno en la frente, podría durar toda la noche, todo el día creo que hasta toda la eternidad aquí acostado solo observándola y sería más que feliz.

Un ruido extraño me saca de mis pensamientos, rápidamente miro hacia todas partes, me relajo al ver que es un conejito, no habían tantos cuando vivía aquí o bueno cuando "vivía" me levanto y me agacho para tomar a Abby en mis brazos está bien dormida ni se dió cuenta de que la levanté.

Después de semejante confesión y reconciliación ¿Quién no lo estaría?

Ese pensamiento desata un montón de relatos en mi cabeza, Abby en la roca, yo enfurecido penetrandola sin control alguno, enseñándole que no soy un "producto de su imaginación"... Llego a casa en vuelto en mis pensamientos, todas las luces están apagadas los chicos deben estar durmiendo así que subo las escaleras, Abby se mueve en mis brazos y se abraza más fuerte de mi cuello, se ve tan tierna mientras duerme; abro la puerta, entro al cuarto y con mucho cuidado la pongo en la cama me quedo mirándola mientras se forma una sonrisa algo pícara en mi y es que no puedo quitarme las ganas locas de hacerla mía una y otra vez y otra vez y otra vez... Tomo aire e intento bajar la gran erección que tengo ella debe descansar ha sido mucho por hoy y sé que tiene mucho que procesar al menos ya sabe toda la verdad respiro aliviado porque eso de mentirle me estaba matando, paso mis manos por mi cara intentando encontrar mi autocontrol, empiezo a quitarme la ropa quedando solo en boxers Abby sigue durmiendo como un bebé así que tomo las sábanas para arroparla y me acuesto con ella abrazándola en cucharita no creo que haya sido una de mis mejores ideas pero debo aprender a controlarme aunque me torture en el proceso...

Despierto sintiendo como un rayo de luz se cuela por la ventana llegando directamente a mi cara, tomo una almohada y la coloco en mi rostro maldiciendo a mis adentros, anoche no dormí casi nada y aunque soy un fantasma merezco descansar ¿Dónde quedó lo del descanso en paz y esas cosas? Suspiro ya es hora de levantarme no hay de otra, me siento en la cama poniendo mi espalda contra el espaldar estoy solo en la cama por lo visto alguien se levantó temprano hoy, me levanto para ir a la ducha y antes de tocar la puerta Abigail la abre y sale toda mojada... Noto como las gotas de agua bajan desde su cuello rodando hasta su pecho dónde son absorbidas por la pequeña toalla que tiene puesta al rededor de su cuerpo voy bajando la mirada y trago seco al encontrarme con sus carnosas piernas que quedan al descubierto por el diminuto tamaño de la toalla, vuelvo a subir la mirada y tiene una también envuelta en la cabeza se ve tan jodidamente sexy ella sonríe al notar el efecto que provoca en mi.

- Buenos días para ti también - dice en un tono burlón.
- Buenos días Abby - digo mientras esbozo una sonrisa pícara y continuo hablando - alguien se despertó temprano y muy sexy hoy - digo mientras la tomo de la cintura acercando su cuerpo al mío.
- ¿Ah si, qué tanto? - dice mientras coloca sus brazos sobre mi cuello esta mujer no sabe lo que está provocando...
- ¿Quieres averiguarlo? - le digo en un tono desafiante quitándole la toalla que tiene en la cabeza, su pelo húmedo cae dejando algunos mechones en su rostro se ve terriblemente sexy.
- La verdad si, Me da alguito de curiosidad - dice mientras lame sus labios y esa es la señal de que el juego previo se acabó. Estampo mis labios contra los de ella en un beso apacionado, furioso con un deseo feroz mientras mis manos se deslizan por de bajo de la toalla, toco su entre pierna haciéndola gemir para luego ahogar sus gemidos con mis labios, arrojó la toalla al piso y me arrodillo ella se queda perpleja y antes de que pueda preguntar tomo su pierna colocándola en mi hombro acercándome lo más posible a su entre pierna y empiezo a pasar mi lengua por su vagina alzo la mirada para encontrarme con las mejillas rojas de Abby y sus labios casi rojos de tanto que se los ha mordido empiezo a mover mi lengua con más intensidad escucho como gime mi nombre y eso me excita más, coloco su otra pierna en mi hombro pegandola de la pared entregándome en lleno a su intimidad lamiendo cada parte de ella sintiendo como mueve sus caderas en mi rostro mientras me toma del pelo y pone sus ojos en blanco, ella lo está disfrutando pero no tanto como yo porque a mí se me está por salir el corazón y si no latía antes ahora está desbocado, me pongo de pie tomándola en mis brazos y llevándola a la cama.
- Bruno... - dice mientras se abre para mí me detengo un momento para apreciarla... Es una diosa, me coloco entre sus piernas ella piensa que la voy a penetrar pero me acerco a su oído y le susurro:
- Aún no... - de inmediato tomo un pezón en mis labios y con mis manos voy tocando su intimidad está tan mojada, está lista para mí pero quiero verla rogando quiero llevarla al límite así que me quito los boxers y acaricio mi pene que está bien emocionado de verla, empiezo a sobarlo contra su mojada vagina - ¡Mierda! - gruño de lo rico que se siente e intento controlarme ella gime desesperadamente - Ummmm Bruno ¡Hazlo ya! - sonrío con un aire de suficiencia.
- Al parecer no puedes controlar a éste "producto de tu imaginación" - digo mientras esbozo una sonrisa pícara, sigo pasando mi pene desde abajo hacia arriba en su intimidad, dándole golpecitos de vez en cuando; La miro y puedo ver la desesperación en su mirada me toma del cuello y me estampa contra sus labios dándome un beso que me dejó gruñendo por mis adentros no puedo torturarla cuando me da ese tipo de besos...
- Olvídate de eso y hazme tuya ahora - dice mientras acaricia mi rostro - quiero sentirte dentro de mi - antes de que terminara de decirlo la penetré dejándola sin aliento.

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⏰ Última actualización: Aug 02, 2023 ⏰

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