Mantengan La Calma

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En las altas montañas de China. En una pequeña pero acogedora casa, dormían en el piso 5 jóvenes después de un entrenamiento el día anterior, hasta que se escucho una campana qué hizo qué Seiya, Hyoga, Shun y Shiryu se pusieran en guardia rápido rodiando a Saori para protegerla mientras ella estaba confundida por el sonido de la campana.

—Qué bueno que despertaron muchachos, los espero en los pies de la cascada— Dijo el anciano maestro dejando la campaña en una mesita, saliendo de la pequeña casa a paso lento.

—Buenos días— dijo Shunrei saliendo de su cuarto con una sonrisa, dándole un beso en la mejilla a Shiryu.

—Buenos días Shunrei— Respondio Shiryu con un rubor.

—Aah! tu maestro casi nos mata del susto— dijo Hyoga mientras rompían formación.

—Esta vez el se apiado, antes si no me levantaba, me picaba con el bastón.

—¡Auch!

Expresaron todos para ponerse su ropa de entrenamiento qué era distinta de cada uno. Seiya llevaba un camisa rojo, sin mangas con mallas azul claro, Shun una camisa verde con mallas blancas, Hyoga camisa sin manga azul y mallas negras y para Shiryu era un conjunto de color morado bajo. Mientras ellos se cambiaban Shunrei llevo a Saori a su habitación para que se cambiaran.

—Te agradezco mucho que me preste tu ropa para entrenar Shunrei— Saori se cambiaba emocionada.

—No tienes porque agradecer Saori, además estaba buscando entre mis cosas— Hizo una  pausa emocionada— Y encontré esto.

Shunrei saco de una caja una blusa sin manga, blanca y unos pantalones cortos blancos de malla.

—Toma, el blanco es tu color sin duda— Dijo dándole una sonrisa.

—Yo no... No podría tomarlo Rei— Saori estaba muy apenada, esa ropa era muy linda y no quería ensuciar la ropa de Shunrei.

—No lo estas tomando, es un regalo que yo te quiero dar— Shunrei le dio una sonrisa muy amable —Además lo puedes seguir usando en el futuro.

Saori tomo con pena tomo la ropa que Shunrei le dio, dándole una sonrisa y una reverencia en forma de respeto. Se cambió rápido saliendo de la habitación para ir a la cascada junto a los chicos, notando qué el sol aun no había salió por completo.

Al llegar a los pies de la cascada se encontraron con el anciano maestro quien tenía listo pilas de 3 piedras equílibradas y en medio del río habían 5 palos de bambú cortados casi al raza del agua.

—Este es su entrenamiento; Ustedes deberán de mantener el equilibrio en el palo de bambú, mientras sostienen una pila de piedras en cada mano tratando de mantener el equilibrio, tanto de ustedes como el de las rocas. Entendido jóvenes guerreros.

Los 5 asintieron. Tomaron la pila de rocas, con cuidado de no dejarlas caer, lo cual casi pasaba para los muchachos al aver dado un salto enorme para llegar a los palos de bambú.... Bueno no todos.

Saori se tuvo que meter al río aferrandose a las rocas debajo de sus pies, tratando de mantener en equilibrio la pila de rocas en sus manos, dando pasos lentos y cortos ya que la corriente era muy fuerte, siendo cada vez era más profundo, poniendose nerviosa lo cual sus caballeros notaron, estado apuntó de bajar para ayudarla.

—No lo hagan muchachos— Grito el anciano maestro —Saori tiene que hacerlo por su cuenta, pueden confiar en ella, en que lo puede lograr.

—Pero anciano maestro— Seiya estaba apuntó de bajarse para ayudarla.

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