Prólogo: Una mezcla de asesinatos I

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Hice una gran bocanada de aire. Ya no sentía el agua. Pero todavía sentía la falta de aire. Lentamente, comencé a respirar, pero ahora no distinguía donde estaba.

—¡Por fin despiertas, dormilona! —dijo una voz que no supe reconocer ni saber de donde provenía, pero se me hizo familiar.

Comencé a recuperar la visión. Una chica albina se encontraba recargada en sus brazos, mientras me observaba con una sonrisa.

—¿Kurumi-chan?

La chica se levantó en cuanto escuchó su nombre.

—Por fin, parecías muerta, Miiko-chan.

—¿Qué haces en el cuarto de Miiko?

—Supongo que sigues dormida, deberías revisar tus alrededores.

Hice lo que dijo. Observé, y claramente no estaba en mi habitación. Me encontraba sentada en una butaca de clases. Estábamos en un salón de clases. Las paredes estaban pintadas de blanco y negro. 

—¿Dónde estamos? ¿Es esto Arisugawa? 

—No creo, lo digo porque no creo que en nuestra escuela pongan placas de metal en las ventanas, aparte de las otras cosas raras.

Donde deberían estar las ventanas, había placas de metal atornilladas, pero, ¿por qué? Además, había un monitor colgado y cámaras de vigilancia. También había un pizarrón de gis, con un dibujo.  

—Miiko supone que Kurumi-chan también despertó aquí.

—Sí, justo ahí. —Kurumi-chan apuntó a una banca al lado mío. —Desperté con las mismas preguntas, ya sabes lo típico que dices cuando despiertas en un lugar desconocido. Luego te vi y esperé a que despertaras. Así que me puse a dibujar. ¿Ves? Un paisaje, eso a la derecha es un faro, en el centro la vista al mar, y a la izquierda la proa de un barco con barandilla.

—Ahora que lo dices, Miiko tuvo un sueño extraño. Estaba en un barco y al segundo se estaba ahogando. 

—Tú sí que sueñas en vivo.

—¿En vivo?

—Como me canse de esperar, apreté tu nariz para que dejaras de respirar. Tal vez  así despertabas por la falta de aire. Funcionó y de pronto hiciste así —Kurumi-chan hizo una bocanada para imitarme. —Fue gracioso, debiste haber visto tu cara, y más con el color morado.

—Miiko pudo haber muerto en vez de despertar. —dije intentando sonar enojada, pero a la vez de broma. Sé que Kurumi-chan no haría nada con malas intenciones.

—Tal vez tienes razón.

—¿Entonces qué hacemos? ¿Salimos para buscar respuestas?

—Deberíamos ir al "Gimnasio".

—¿Al gimnasio?

—Había un texto en la pizarra, que borré. Decía: "Reúnanse en el gimnasio para empezar la ceremonia de apertura."

Salimos del salón de clase, y los pasillos no dejaban de ser igual de extraños. Piso de ajedrez y paredes de color morado. Ni siquiera sabíamos dónde se encontraba ese gimnasio. 

—Miiko-chan, por aquí. Hay un cartel señalando donde está el gimnasio.

Seguí a Kurumi-chan, hasta que llegamos a unas puertas dobles de color marrón. Cada una abrimos una puerta. Dentro del gimnasio había otras treinta chicas. Todas las participantes del D4 Fes. ¿Qué estaba pasando aquí?

D5DJ (Dig Delight Direct Drive Danganronpa DJ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora