Capítulo 1

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Una cálida tarde de otoño, mientras las hojas caían de los árboles y la fría brisa se colaba alrededor de los invitados presentes a la boda del año, un Satoru Gojo se mantenía erguido y tranquilo frente a todos los invitados que al igual que el esperaban ansiosos la llegada de su futura compañera de vida.

—Esto es una mierda—espeta en un susurro Satoru.

Desde que se entero que se casaría no se le había permitido acercarse a su futura esposa, no por que alguien se lo impidiera, más bien fue ella misma quien no se dejo ver en todo ese tiempo. Desconocía su paradero al igual que los demás miembros, no entendía porque aquella mujer se había ido sin darle su paradero a nadie pero estaba seguro que ella vendría, nunca ignoraria una orden directa del clan, Jane era leal.

—Callate, al menos no te casas con una anciana o tu prima—le dice sin perder la oportunidad de bromear su buen amigo Suguru quien no iba a perderse este suceso por nada del mundo.

—Ni siquiera se porque te invité—rueda los ojos con molestia el albino.

Pronto la conmoción llamo la atencion de los dos amigos, Suguru fue el primero en sonreír al ver que la prometida de su amigo acababa de llegar. Gojo sintió por primera vez en su vida lo que eran los nervios, aquella mujer que lo odio tanto en su infancia estaba a unos metros de el lista para tomarlo como esposo, sin duda algo difícil de presagiar.

Jane mantenía la frente en alto y su respiración regulada. Desde que el hermoso vestido blanco fue puesto en su cuerpo estaba conteniendose de no salir gritando y mandando todo al carajo. Si no fuera por su madre y su mejor amiga Suki que estaban a su lado estaría tirada en el piso desmayada, solo ellas la habían contenido durante todo el proceso y estaba agradecida.

—Es momento que pongas mi apellido en alto—dice su padre llegando frente a ella para llevarla al altar—Todos están esperandote y si te atreves a cometer alguna estupidez seré yo quien se encargue de darte una paliza ¿Entendido?—Le susurro para que su madre no escuchara. Jane sintió como la sangre le hervía.

—Vete a la mierda—dice cargada de odio y agarrando el brazo de su padre de mala manera.

Jane dejo de lado sus pensamientos y se concentro en lo importante, miro al frente encontrándose con la silueta de su futuro esposo, el velo no permitía que mirara con claridad pero sin duda era Gojo Satoru. En los segundos que le quedaban para llegar a su lado se permitió darle una oportunidad a aquel peliblanco que tanto la molesto cuando eran niños, quería confiar en que el tiempo lo hizo madurar y ser una persona distinta.

Al llegar a su lado, su padre le dedico las típicas palabras que siempre se decían cuando se entregaba a la novia.

—Dejamelo a mi, no puedes tener un mejor yerno que Satoru Gojo—sonríe engreído como siempre.

Imbecil, pensó Jane.

Su padre levantó su velo dejando a la vista de todos el rostro de Jane. Satoru trago en seco cuando apreció a la mujer que se convertiría en su esposa, sin duda la palabra preciosa se quedaría corta para describirla en ese momento, no quedaba nada del rostro fruncido que siempre tenía cuando eran pequeños. Jane era la definición de diosa para Gojo y sin perder tiempo se acercó a ella ayudando a arreglar su velo para que lo dejara ver con mayor claridad el rostro de la castaña.

—Gracias, Gojo—le dice Jane intentando ser amable con el.

—Te ves preciosa—confiesa tomando su mano y besándola. La ayudo a subir los últimos dos escalones para quedar en la misma altura.

Mientras la ceremonia continuaba, Jane no pudo evitar darle unas miradas discretas al peliblanco, por sus gafas oscuras no pudo decifrar si el se había percatado de sus miradas pero ya no importaba, después de este día tendrían que mirarse seguido.

No podía negar que Satoru Gojo seguía siendo malditamente guapo y lo que se pusiera encima lo lucía. Desde que eran pequeños siempre tenía niñas lloriqueando por él y siguiéndolo a donde fuera, las entendía completamente aún que no compartiera sus intereses. Pero hoy no quería recordar aquello, a partir de ahora él era su esposo y como dice el extraño que los está casando esto sería hasta que la muerte los separe.

—Acepto—finalizó la castaña mirando a su ahora esposo mientras el tomaba sus manos entre las suyas.

—Sellaremos esta unión celestial con un beso—les indica.

Gojo quito sus lentes oscuros y los guardo, al momento que su mirada celeste cielo se encontró con la mirada ámbar de Jane, las piernas de esta temblaron, nunca había apreciado sus ojos tan de cerca y ahora mismo se sentía hipnotizada.

—¿Lista Señora Gojo?—sonríe como solo Gojo podía hacerlo y lo imito asintiendo.

Sintió como su esposo la tomaba suavemente por la cintura y se acercaba a ella en busca de sus carnosos y suaves labios. Cerró sus ojos al momento de tocar los de el y se envolvieron en su cariñoso beso con una pisca de nerviosismo. Sin duda Gojo era experto cuando de besar se trataba, bueno, nunca hubo una mujer que se le resistiera. Por el contrario, Jane siempre fue reservada pero no negaría que los labios del peliblanco le habían causado sensaciones intensas por su cuerpo.

Al momento de sentir los aplausos se separaron para dar paso a la celebración, la primera en saltar a abrazar a Jane fue su hermana pequeña, la siguió su madre y luego Suki quien no paraba de decirle lo hermosa que estaba y lo bien que salio todo.

—Vaya, vaya, ese no fue un beso con rencor— bromea Suguru para luego abrazar y  felicitar a su amigo.

Jane recibió las felicitaciones de todos los invitados y su familia, excepto el de los padres de su esposo. No era novedad para ella saber que su unión no era del agrado de los padres Gojo, pero no dejaría que la menos preciaran y menos el día de su boda.

—Parece que no nos han presentado—se acerca una castaña a Jane con una sonrisa amable—Mi nombre es Ieri Shoko, soy amiga y compañera de Gojo en la escuela de hechicería—Jane sonrío.

—Por supuesto, un placer soy Jane—se presenta de igual forma.

—El es Suguru Geto—presenta Shoko al pelinegro que estaba a su lado.

—Un placer, también soy muy amigo de Satoru—sonríe con caballerosidad.

—Mucho gusto. Perdón por no saludarlos antes, apenas conosco a mi esposo—ríe y ellos la imitan. Estaban al tanto de la situación—Pero son bienvenidos porfavor siéntanse como en casa—les indica.

La fiesta siguió animada, todos pasaron a sentarse y disfrutar de la cena. Todos a excepción de cierto peliblanco que no estaba por ninguna parte. Jane estaba sola en la cabecera de mesa. No había rastro del albino, vio como sus amigos parecían nerviosos y al igual que ella lo buscaban con su mirada.

—¿Dónde vas?—la interroga su madre.

La ignoro y fue a buscar a su esposo. Le tomó un tiempo buscarlo pero cuando sintió ruidos en una de las habitaciones del fondo de la casa tuvo que acercarse a comprobar que se tratara de el, mientras más se acercaba más ruidos se escuchan y ya no era sólo el movimiento de un mueble sino risas y ¿Gemidos?.

Su corazón latió de prisa y gracias a lo entreabierta que estaba la puerta vio con claridad a su esposo cogiendo a una rubia importandole una mierda que hace unos minutos se hubiera casado con ella.

La mirada de la rubia choco con la de ella y sin ningún pudor le sonrío mientras besaba el cuello de su esposo disfrutando lo fuerte que el arremetia contra ella. Se dio media vuelta llena de furia y se fue de ahí.

Era una completa estúpida al esperar algo bueno de Gojo, era un perro y así lo sería hasta que se muriera. Lo único que tuvo claro en ese momento la castaña, fue que no iba a dejar que él la humillara y si pensaba que ella era una idiota se equivoca. No dejaría que Satoru Gojo le pusiera una mano encima, saliendo de la boda ambos seguirían sus vidas sin importarle el otro hasta que alguno de los dos se muriera y solo así acabarían con aquella farsa de hace unos minutos.

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Espero sea de su agrado y lo disfruten.

Intentaré actualizar pronto, he avanzado harto la historia y solo tengo que hacerme el tiempo para editarla.

Bonita tarde para todos🫂

Caro🧚🏻‍♀️

After Hours | Satoru GojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora