All of me I'm offering

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✩。:*•. Monday ˚.*ೃ

Jungkook despertó ese día con un fuerte dolor de cabeza. Esa era su única señal de lo terrible que había dormido y un presagio de lo mal que lo pasaría en las próximas horas del día. Rodó en sus sábanas, enredándose entre ellas hasta el punto de restringir su movimiento casi por completo. Fue entonces cuando lo notó. El lado que le pertenecía a Jimin estaba helado. Casi podría apostar que no había llegado a dormir. Otra vez.

Jungkook se reincorporó con muchos trabajos, cayendo al piso aun envuelto en sus sábanas. Luchó contra el férreo agarre de la tela con todas sus fuerzas y una vez que logró liberar sus brazos el resto fue tan sencillo como respirar. Tambaleándose se acercó a su teléfono para revisar la fecha, ignorando los mensajes que Taehyung le había mandado en la madrugada hablándole sobre un nuevo videojuego que debían adquirir. El recordatorio anotado con color llamativo colocaba una fecha límite sobre su cabeza. Jungkook tenía exactamente una semana para reconciliarse con Jimin antes de que este viajara a Estados Unidos para iniciar las promociones de su álbum.

Parpadeando con fuerza para enfocar su vista buscó el número de Taehyung entre sus contactos, evitando por completo el que usaban por la empresa, consciente que desde que anunciaron que se tomarían una pausa de BTS, el castaño lo había apagado indefinidamente.

—Aló —saludó Taehyung al otro lado de la línea después de haberlo dejado timbrar dos veces.

—Necesito tu ayuda.

La fuerte y sonora carcajada que soltó su amigo a continuación lo obligó a apartar el teléfono de su oído con una mueca desagradable.

—¿Qué hiciste para molestarlo esta vez?

Jungkook suspiró con pesadez, restregando su rostro con poca delicadeza para despejarse de los vestigios de sueño que aún quedaban en su cuerpo.

—Ese es el problema. —contestó frustrado. —No he hecho nada.

Un sonido sordo acompañado de un quejido fue la única respuesta que recibió Jungkook, desconcertándolo.

—¿Tae?

—Estoy bien, estoy bien. Solo me caí de la silla —comentó con simpleza. —¿Cómo es eso de que no hiciste nada?

—Así como lo oyes, Jimin llegó ayer me miró a los ojos, dijo unas palabras y se fue. Sé que está molesto conmigo porque no volvió para dormir. No volvió Tae.

—¿Qué fue lo que te dijo? —exigió Taehyung —No puedo traducirte a mi mejor amigo si no me das material con el cual trabajar.

Jungkook quiso cortar la llamada en ese momento, no necesitaba de ningún traductor para entender lo que Jimin quería decir en aquel momento. Jungkook sabía que en cuanto se lo contara a Taehyung este confirmaría sus sospechas y eso solo agravaría su dolor.

—Él dijo; Jungkook, voy al estudio de baile, no me esperes.

Silencio fue lo que le siguió. Un profundo y agonizante silencio.

—Estás en problemas, amigo mío.

—Lo sé. —se quejó Jungkook sentándose al borde de la cama. —Uno de los bailarines ha logrado capturar su corazón y me lo ha robado. Ahora deben estar enseñándose pasos de baile y compartiendo hojas de perilla, quizá ya estén en una de esas administraciones de matrimonios rápidos con Namjoon y Yoongi como sus padrinos.

—Jungkook, para —detuvo Taehyung con una seriedad que pocas veces le había escuchado a su amigo. —Aún no debe ser tarde, eso solo se permite en Estados Unidos así que tienes tiempo.

Lovin' You Right | Jikook O.S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora