CAPÍTULO 14: INSONMIO

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Advertencia: aquí habrá mini lemon 🌚

Esa misma noche, Luigi estaba tumbado en su cama sin taparse y en ropa interior mirando al techo. Había estado así durante más de una hora, sin poder quitarse de la cabeza lo que le enseñó Waluigi, intentando darle algún significado, pero no lo lograba.

Muchas ideas le vinieron a la mente: “¿Un anillo de compromiso? ¿Se rascaba el dedo? ¿Quería un perrito caliente? ¿Era algún truco de magia?”

 No podía dormir, no sin saber la respuesta.

L: Fue a la habitación de Mario y llamó a la puerta. “¿Mario?” 

M: Los golpecitos de Luigi lo despertaron. “¿Eh? ¿Sí Luigi?” Estaba medio dormido.

L: “¿Puedo pasar?”

M: “S-sí claro, pasa.”

L: Entró en la habitación. “Siento haberte despertado. Es que no podía dormir.” Se fijó que Mario también estaba durmiendo en ropa interior.

M: “No te preocupes, no me molesta para nada. Ven, acércate y cuéntame por qué no puedes dormir.” Luigi se sentó a su lado.

L: “Verás, es que no dejo de pensar en lo que me enseñó Waluigi esta tarde en el parque.”

M: “*¡Mierda! ¡Creía que se le había olvidado!*”

L: “Estoy intentando darle un significado, pero ninguno tiene ningún sentido. ¿Tú sabes qué significa esto?”

M: Luigi se disponía a hacer aquel gesto grosero. “¡NO, NO! ¡NO HAGAS ESO!” Lo interrumpió justo a tiempo.

L: “¡Ajá! ¡Así que sabes lo que significa! Por favor, dímelo. No me mientas, no vuelvas a hacerlo. No más mentiras Mario.”

M: Estaba empezando a sudar. No podía decírselo por miedo a corromper su inocencia, pero Luigi lo miraba molesto y esperando una respuesta. “*¡No puedo! ¡Mario, no se lo digas!* Ok, te lo diré. *¡NO!” En su cabeza se maldecía e insultaba a sí mismo por lo que le iba a contar a Luigi. “¿Recuerdas cuando me preguntabas de dónde vienen los bebés?”

L: “¿Sí?” No lo entendía.

M: “A-a veces… cuando dos personas se quieren mucho pueden tener… momentos íntimos.” Qué vergüenza estaba sintiendo. Le iba a contar a su inocente hermanito sobre el sexo. 

L: “¿Momentos íntimos? ¿Cómo los que tú tenías conmigo?”

M: Parecía que Luigi se podía creer a partir de ese punto cualquier cosa que Mario le dijese, lo cual fue una ventaja para éste último. “Bueno… más o menos. ¿Recuerdas también cuando metiste un dedo dentro de mi agujerito?” Luigi asintió sonrojado y avergonzado.

L: “N-no sé por qué lo hice. Solo sentí que tenía que hacerlo. Al principio sentí un poco de asco, pero al final sentí calidez y tranquilidad.”

M: “Pues… Waluigi solo está celoso porque al menos tienes a alguien de confianza a quién puedes meter tus dedos dentro suyo.”

L: “Ah… A sí que era eso… ¿Pero qué tienen que ver los bebés con meter dedos por el cu…?” 

M: Le bajó su ropa interior quedando completamente expuesto. No iba a permitir que supiese más. “Voy a hacer que experimentes lo mismo que sentí yo.”

L: Fue testigo de cómo Mario lubricaba su dedo con su saliva. “¿Q-qué… qué haces Mario?”

M: “*Espero no arrepentirme de esto.*” Se sacó su dedo de su boca. “Con esto creo que estará bien.” Para no dejar a Luigi solamente desnudo se quitó su única prenda quedando en pelotas con su hermanito pequeño. “*Lo siento mucho Luigi, pero hasta aquí es lo que puedes aprender. Es por tu propia seguridad.*” Empezó introduciendo su lubricado dedo en la entrada de su hermano poco a poco procurando no lastimarlo. “¿Te está doliendo?”

L: “Un poco… pero es soportable.”

M: “Eso es bueno.” Cuando ya estaba todo su dedo dentro Luigi gritó sumergido en una mezcla de placer y dolor, haciendo que Mario se odiase a sí mismo. “¡LUIGI!” Lágrimas de culpabilidad comenzaron a brotar de sus ojos. “¡Voy a sacarlo! ¡Te estoy lastimando, lo siento muchísimo!”

L: “¡N-no Mario! ¡S-se… se siente tan bien!”

M: “¿De verdad?”

L: “De verdad. Ahora entiendo cómo te sentiste esa noche.”

M: Se retiró las lágrimas con su mano libre. “¿Puedo hacerte unos movimientos?” Luigi no entendía nada, pero recordó cuando sacaba y metía su dedo y lo asoció con lo que dijo Mario.

L: “¿V-vale?” El mayor comenzó sacando lentamente su dedo para volver a meterlo al mismo ritmo y cuantas más eran las embestidas más rápido iba Mario. “¡P-POR FAVOR, SIGUE!”

M: “*¡OH NO, LE ESTOY CORROMPIENDO! ¡Me siento genial, pero al mismo tiempo me siento tan culpable! Haré que se corra y así no preguntará más por unos días… Eso espero.*”

Comenzó a masturbar a Luigi tal y como a él le gustaba, o más bien como a su cuerpo le gustaba. Luigi no comprendía por qué le estaba masturbando. Tal vez quería dejarle con la guardia baja y volver a degustar de su “leche”.


L: “¡M-Mario, no sucumbas de nuevo! ¡Hemos trabajado mucho para que salgas adelante!”

M: “No voy a tomar de tu leche Luigi.” El pequeño terminó corriéndose en la mano de Mario y éste retiró su dedo del agujerito de Luigi. Acercó su dedo para comprobar si no le había provocado alguna hemorragia, y por suerte el dedo salió limpio. “*Menos mal.* Bro, ¿estás bien?”

L: “M-me… siento increíble…” No paraba de hiperventilar ahí tumbado en la cama de Mario. “N-no te la bebas…” Mario fue al cuarto de baño por una toalla. “¿B-bro…?”

M: Cuando volvió retiró el semen del cuerpo de Luigi quedando totalmente limpio de aquel espeso líquido blanco. “¿Ves? Te dije que no me la iba a tomar.” Besó a Luigi en su frente. “No voy a defraudarte mi hermoso angelito.” A Luigi le dio un poco de vergüenza que Mario le llamase angelito. “Ahora a dormir campeón.”

Mario lavó con agua y jabón la toalla y la puso a secar en una de las ventanas. Cuando volvió a su cuarto Luigi ya estaba profundamente dormido, cosa que hizo a Mario suspirar de amor al tener a su hermoso ángel ahí tumbado, dormido y desnudito. Fue con él y se durmió a su lado.

Sin duda alguna, Mario conocía al dedillo a Luigi.

Cuanto tiempo sin traer de esta hermosa historia, verdad? 😅

Cada vez me cuesta seguirla debido a faltas de ideas, sorry.

Espero que os haya gustado.

Nos vemos 💕

Leche (Mario x Luigi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora