01

12 2 1
                                    


•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.•*'¨'*•.¸¸.

🫐

Era una cálida mañana, Catarina y su madre acababan de instalarse en su nueva casa, lo que las dejó exhausta, así que luego de terminar con los últimos detalles Catarina se propuso tomar un buen baño para relajarse y así poder dormir, el cambio de horarios estaba por volverla loca, necesitaba tomar un descanso o de lo contrario desmayaría.

Unas horas después..

Me desperté de muy buen humor, extrañamente, así que decidí preparar algo. Siendo sincera se me hacía agua la boca por un buen trozo de pastel de arándanos, así que dije ¿Por qué no?

Le avisé a mi madre que compraría algunos ingredientes para hacer pastel de arándanos, a lo que ella reaccionó positivamente, el arándano era mi fruta favorita y ella lo sabía, así que me dijo que fuera rápido porque pronto anochecería y ya no podría salir hasta mañana.

Me lavé el rostro y los dientes apresuradamente, tomé mi bolso y salí casi volando de casa sin verificar si traía mis cosas o no.

Ups!

Había olvidado que todo era nuevo para mí aquí, no conocía en donde estaba la tienda más cercana, ni mucho menos a alguien que sí, pero decidí que nada areuinara mi positivismo y seguí caminando, con suerte me encontraría con alguien pronto y le preguntaría en donde puedo conseguir los ingredientes para mi pastel.

Emprendí una larga caminata tratando de ser consciente de cuál era el camino de regreso a casa.

"!este lugar era genial!" Pensé mientras miraba las calles con atención.

No podía esperar más para conocer todos esos lugares que ví en Internet cerca de aquí. Para mi suerte me crucé con una señora acompañada de un joven de piel acaramelada, wow, era muy lindo, sin embargo decidí concentrame en mi objetivo: Conseguir los ingredientes, así que después de luchar unos segundos conmigo misma me acerqué a la señora.

- Buenas tardes, disculpe si la interrumpo pero ¿puedo hacerle una pregunta? - dije tímidamente, me sorprendió el hecho de no haberme trabado con lo nerviosa que estaba ¿y si la señora me confundía con una estafadora o algo así? ¿y si se negaba a ayudarme? Los nervios me hicieron olvidar hasta el camino de regreso a casa, sin embargo una dulce voz femenina interrumpió mis pensamientos.

-

Sí señorita, vivo bastante cerca, por el contrario usted no parece ser de aquí, en este es un pueblo pequeño todos nos conocemos pero volviendo al tema ¿acaso está usted perdida? - preguntó gentilmente

- Oh, acabo de mudarme aquí hoy, vivo en la calle de las gardenias, y respondiendo a su pregunta, salí a comprar algunas cosas y terminé perdiéndome ¿Sabe usted de alguna tienda cercana? - volví a preguntar ya un poco preocupada por la hora, el sol se estaba ocultando y las calles eran iluminadas por los faroles, lo cuál le daba una vibra distinta al lugar.

- Entiendo, pero ya es un poco tarde, mencionaste que vives en la calle de las gardenias ¿verdad? - asentí rápidamente - pues yo también, de hecho, creo que te mudaste a la casa del lado, llevaba un tiempo deshabitada ya que los dueños se fueron a vivir al extranjero, pero supe hace poco que ya había sido comprada. Haechan, hijo - Mencionó con tono de preocupación mientras volteaba a ver a su joven acompañante.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 07, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

 ☆ I like no blueberries Donde viven las historias. Descúbrelo ahora