Nuestro Dulce Secreto

Una posible candidata

Avanzaba esa misma jornada, la cual estaba ya rayando el mediodía, cuando volvieron a tocar la puerta del despacho de la Dirección: Toc-toc.

Pase- dijo el anciano.

Buenas tardes Albus- dijo Lupin- perdón la interrupción.

Buenas tardes Remus-dijo el Director-pasa.

Acá esta la planificación de mi asignatura para este año-le dijo el profesor de DCAO.

Gracias-le dijo Dumbledore-visiblemente cansado.

El licántropo lo observó apesumbrado, lo notaba agotado, pero también muy triste; miró su escritorio,  el cual tenía cantidades innumerables de documentos, sobres, correspondencia, pero sabía que no era por eso que se encontraba así, tan lejano, tan distante de este presente.

¿Puedo ayudarte en algo, Albus?-le preguntó-

Tranquilo muchacho-le dijo el Director-sólo debo amarrar estas misivas a las lechuzas, para que las lleven a su destino, no es nada-le explicó.

Remus quería a Albus como a un padre, gracias a él tenía un trabajo, cuando nadie más quiso darle empleo por su condición licántropa; gracias a él, Severus Snape le hacía todos los meses su poción matalobos para quedar como un lobo inofensivo al llegar el pletunio, él lo comprendía mejor que nadie y lo aconsejaba siempre, por eso y mucho más sentía que algo no andaba bien con él y lo quería auxiliar.

Tú sabes Albus, que puedes confiar en mi, así como yo confío en ti ¿no?- le dijo Lupin.

Ok, te diré- le dijo el anciano, mirándolo con cariño-Sybil Trelawney me entregó su carta de renuncia hoy en la mañana.

Pero, ¿Cómo?, ¿Por qué?-exclamó el licántropo abriendo en demasía los ojos.

Tiene a su tía en lecho de muerte, quiere ir a verla-le dijo el anciano.

Pero, ¿era necesario que renunciara?-le preguntó el profesor de  DCAO.

No es solo verla, debe hacerse cargo por tiempo indeterminado de asuntos familiares y de la consulta de su tía-le explicó Albus.

Entiendo-dijo Lupin.

El tema que dejó la vacante-explicó Dumbledore-el Ministerio de Magia más de una ocasión me ha solicitado que esa asignatura la elimine, pero yo me niego a la idea, el tema que debo buscar quien pueda impartir la asignatura y ¡no sé quién podrá ser!, eso es lo que me tiene acongojado en un hoy.

Remus entendió el tema, ahora comprendía mejor la situación. De repente, se le iluminó con una idea.

Yo conozco a alguien que podría impartir la asignatura, pero no se si acepte-le dijo el licántropo.

Albus se volteó a mirarlo esperanzado: ¿Quién?-le preguntó.

Madeleine Parker-Owels- dijo Lupin.

¿La sanadora?-preguntó Dumbledore.

¡La misma!-dijo el profesor de DCAO- verás, ella tiene su propia consulta en el límite del mundo mágico y muggle, en su propia casona.

Cuéntame más- le pidió interesado el Director.

Verás, Madeleine, como bien sabes Albus- le dijo Lupin- ella aparte de Medimaga, es clarividente natural, maneja todas las mancias de adivinación que enseñaba Trelawney acá en el colegio y mucho más-le explicó el licántropo.

Si lo recuerdo-dijo Albus-fue la mejor promoción en Adivinación que tuvimos en años.

Así es, además ella hizo Maestría de Pociones e hizo un Doctorado de ello antes de entrar a Medimagia- comentó orgulloso Lupin.

¡Guau!, ¡Eso suena excelente!-exclamó el Director.

Tiene su consulta de pociones y medimaga independiente, además de dedicarse a la clarividencia- explicó el licántropo- con eso, ella sana a sus pacientes, no perdemos nada con preguntarle.

Y ¿Cuándo podríamos verla?-preguntó Dumbledore.

Mañana su hija cumple 11 años y yo estoy invitado-dijo Remus-soy el padrino de la niña.

¿Verdad?-preguntó asombrado Albus-ni idea tenía que tenía una hija y el padre ¿quién es?.

Una larga historia, es madre soltera en un hoy-explicó Lupin-es mejor que ella te explique sobre este tema.

Y ¿Cómo se llama la niña?-preguntó Dumbledore.

Lilith-dijo Remus.

Entonces- dijo el Director buscando entre millares de misivas-su carta de admisión debe estar por aquí.

Entonces, ¿Cómo lo hacemos?- preguntó Lupin.

Voy contigo mañana al cumpleaños, ¿Se acordará de mi, Madeleine?-preguntó el Director.

Pero ¡por supuesto!, ella siempre te manda saludos y me pregunta cuándo la vas a ver-le dijo Remus.

¿En serio?-preguntó el anciano-bueno, pues ahora iremos.

De repente, la puerta del despacho del Director se abrió y entró una elegante figura negra ataviada con una capa del mismo color.

Buenas tardes, señor director-dijo el maestro de pociones.

Buenas tardes muchacho-le dijo el Director.

Vengo a entregarte mi planificación de estudios de mi asignatura-le dijo el pelinegro- pero veo que estás ocupado, si quieres vuelvo más tarde.

Por mi no te preocupes, Severus, yo ya me iba-dijo Remus, entonces ¿mañana a qué hora?- preguntó el licántropo, dirigiéndose al Director.

¿A las diez está bien?-preguntó Albus.

Hecho, a las 09:50 am te paso entonces a buscar- le dijo Lupin, hasta mañana.

Hasta mañana y gracias por el dato-le dijo Dumbledore.

De nada- le dijo Lupin y se fue.

¿De qué me perdí?- le preguntó Snape.

De nada muchacho, tranquilo- le dijo Albus- todo en orden, ¿me venías a entregar la planificación?.

Si, acá está-le dijo el pelinegro.

Severus-le dijo el anciano- necesito que mañana me reemplaces durante la mañana acá en la dirección, ¿cuento contigo?.

¿Es por lo que acabo de presenciar?-le preguntó el ex-mortífago.

Si, verás, hay una persona que debo visitar mañana para convencerla que tome la asignatura de adivinación- le explicó el Director.

¿Y la profesora Trelawney?-preguntó Snape.

Se retiró hoy, me presentó su carta de dimisión por asuntos familiares que tiene que resolver- le dijo Dumbledore.

En mi opinión-dijo Snape- sería todo más fácil si esa estúpida asignatura no existiese, no sirve para nada.

Tú sabes que eso para mi no es opción Severus- le dijo Albus-no porque Sybil se haya retirado significa que elimine la asignatura.

Se fue una loca y traerás a otra u otro... y ¿puedo saber quién es?-preguntó el pelinegro.

Es una persona amiga de Remus, que estudió acá y fue la mejor promoción que hubo en adivinación, además de otras asignaturas claro, estudió medimagia, maestría y doctorado en pociones y trabaja de manera independiente-comentó el Director.

Siempre voy contigo a este tipo de situaciones, no sé por qué tengo esta vez que quedarme acá- lamentó Snape.

Tranquilo muchacho, será sólo por la mañana, además su hija mañana estará de cumpleaños y debo llevarle su carta de admisión a Hogwarts-dijo Dumbledore.

Bueno, Albus- dijo el pelinegro- yo me retiro entonces, 09:50 am estaré acá en tu despacho.

Gracias Severus- dijo el anciano.

De nada, hasta luego- dijo Snape- cerrando la puerta del despacho.