CAPÍTULO 9
El camino en coche no fue tan incómodo como pensé que sería. De hecho, lo pasamos charlando animadamente y cantando alguna que otra canción que conocíamos en la radio.
El viaje no fue muy largo, unos quince minutos como mucho. No había nadie por la calle a esas horas, y Harry comentó que así daba gusto conducir.
Por fin bajamos del coche. Qué raro. Estábamos en la playa. ¿Qué estaría tramando? Sin esperarlo, me cogió de la mano y tiró de mí hacia la pasarela. Su mano encajaba perfectamente en la mía, y pensé que ojalá pudiera sentir esto más a menudo. A unos pasos de la orilla, un pequeño tronco de árbol descansaba sobre la arena.
-Mira allí, ¿ves algo? –Seguía sosteniendo mi mano, dándole un pequeño apretón para llamar mi atención.
-Errm…no. No veo nada. Bueno, sí, un tronco, pero no creo que haya sido por eso por lo que me has traído hasta aquí.
Harry sacudió la cabeza y sonrió. –Ven, vamos. –volvió a tirar de mí.
Llegamos al pequeño tronco y allí lo vi. Un pequeño pajarillo se acurrucaba contra la madera, intentando resguardarse del frío. Era solo una cría y parecía herido.
-Esta tarde estuve aquí y vi cómo su madre se marchaba sin él, tiene un ala dañada y no puede volar. Pensé que acabaría yéndose pero esta noche volví a pasar por aquí y no se había movido. –Harry no apartaba la mirada del pequeño pájaro y yo no la apartaba de su cara. –Intenté hacerle volar pero está demasiado débil.
-Pero…pobre, no…no podemos dejarlo aquí, Harry.
-Por eso te he traído hasta aquí. Sé que te encantan los animales y pensé que quizá te gustaría acogerlo hasta que se pusiera…bueno, hasta que se pusiera bien y pudiera volar. –Esta vez sí me miraba a mí. Mi corazón dio un vuelco, nunca le había visto de esa forma tan dulce.
-Lo haré, por supuesto que sí. –Dije más para mí misma que para ser escuchada. –Gracias por hacer esto, siempre podrías haberte marchado y dejarlo aquí…pero no lo hiciste. –Sonreí con ternura a la vez que él lo hacía.
Con esto, Harry se quitó la sudadera que llevaba y envolvió al pájaro en ella. Antes de que pusiera rumbo de vuelta al coche, le agarré del brazo.
-Harry, quedémonos aquí, solo un rato. No quiero volver a casa. No quiero….no quiero estar sola ahora mismo.
Harry frunció el ceño, intentando averiguar a qué se debía mi respuesta, pero de un golpe se sentó en la arena, arrastrándome con él de paso. Me pasó la sudadera con el pajarito y le acaricié la pequeña cabeza. Ambos nos quedamos en silencio durante unos minutos, contemplando el romper de las olas.
-¿En qué piensas? –Me giré hacia él. Sus ojos brillaban más verdes que nunca debido a la luz de la luna.
Suspiró. –En que no tengo ni idea de lo que estoy haciendo. Ni de lo que estás haciendo tú. No sé nada en general, Alex. Un día me rechazas y al siguiente eres tú quien me besa. Después me ignoras y a continuación no quieres que me vaya. A este paso siento que vas a acabar conmigo. –Se cubrió la cara con sus grandes manos.
-Harry… -Las palabras se atragantaban en mi garganta. –Yo tampoco entiendo lo que estoy haciendo. –Se me empezó a formar un nudo en la garganta. Iba a ser sincera con él. Era ahora o nunca. –Nunca me había pasado algo así, nunca he sentido esta sensación de ‘peligro’ al estar cerca de alguien. Me gustabas incluso antes de conocerte pero…ahora se hace cada vez más real y me asusta, porque no quiero que algún día te marches y todo esto acabe de repente. No puedo permitirme eso. –No podía mirarle, no quería ver qué expresión reflejaba su rostro.
-¿Crees que yo no siento lo mismo? Por fin he llegado a conocerte y creo, no, no creo, sé, sé que me gustas mucho más de lo que pensaba, Alex. Siempre he conseguido lo que he querido, pero contigo me siento…impotente. Al igual que no me gusta jugar con la gente tampoco me gusta que jueguen conmigo. –Sin ni siquiera mirarle, sabía que su cara reflejaba dolor. Sentí sus dedos en mi barbilla, obligándome a mirarle a los ojos. Estaba en lo cierto, reflejaban dolor. –Dime qué quieres, Alex. Dime si, al menos, tengo alguna oportunidad contigo, por muy remota que sea, porque si es así, no dejaré de luchar. Si no, te dejaré en paz, lo prometo.
-No… -Dije apenas inaudiblemente.
-¿Qué?
-Que no…no quiero que me dejes en paz, no quiero que te sientas impotente. Quiero que me digas que esto no acabará mal, que no me haré daño al final. Ninguno de los dos. Solo necesito oír eso. –Sentía que las lágrimas empezaban a formarse en mis ojos.
Harry sonrió, y yo sentí cómo su mano se desplazaba hacia mi mejilla. Cerré los ojos ante su tacto.
-No puedo prometerte nada, nadie puede. Pero lo que sí puedo decirte es que viviré cada día como si fuera el último, siempre y cuando tú lo vivas conmigo. Aprovechemos este verano al máximo, ya nos preocuparemos sobre el futuro. –Acto seguido, me acerqué a él, quedando a solo unos milímetros de su cara.
-No sé cómo lo has hecho, Styles, pero me has convencido. –Sonreí y rompí la poca distancia que había entre nosotros. En ese momento me sentí como nunca antes. Sabía que había hecho bien. Y sabía que él también lo hacía. Transcurrieron algunos segundos, y ninguno de los dos queríamos romper el beso. Teníamos que aprovechar el tiempo perdido, pensé. Sin embargo, un pequeño ‘pío’ nos trajo de vuelta a la realidad. Ambos reímos.
-Creo que tiene frío, deberíamos irnos ya, muy a mi pesar. –Harry guiñó uno de sus ojos y me sonrojé.
De vuelta en el coche, encendimos la calefacción pues ambos estábamos congelados. El trayecto pasó volando. Sin darme cuenta, habíamos llegado a mi casa. Me incliné hacia Harry y le di un breve beso, pero para él no pareció ser suficiente. Me agarró de un brazo para impedir que me apartara. Y yo no me resistí, por supuesto.
Finalmente me aparté, rezando por que mi padre siguiera dormido. Intenté desenvolver al pájaro de la sudadera pero sus manos me pararon al instante.
-Quédatela, él la necesita más que yo. –Dijo sonriente.
Ya en mi habitación, acomodé al pajarito en una pequeña caja, la cual acolché para que estuviera más cómodo. Era tan pequeño... Lograría sacarlo adelante, claro que sí.
Me metí por fin en la cama. Qué cansada estaba.
Noté algo de peso sobre mis pies. Genial, se me había olvidado colgar la sudadera de Harry. Siendo fiel a mi pereza, no me molesté en volver a levantarme. En vez de eso, la cogí entre mis brazos y me acurruqué contra ella.
Olía a él.
ESTÁS LEYENDO
Two Is Better Than One (Harry Styles FanFic) *En Pausa*
FanficTodo el mundo conoce a Alex Bennett. Estrella internacional de la música actual, es consciente de su talento y eso la hace seguir adelante. Todo el mundo conoce a Harry Styles. Sabe lo que quiere y no dejará de luchar hasta conseguirlo. Cuando Ale...