16 | lavanda

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Lavanda|Flor que representa pureza,serenidad y tranquilidad.

Lissie

Ya era un poco tarde y acabe de hablar por teléfono con mi abuela Bel, me contó cómo estaba todo por allá y que papá tenía mucho trabajo así que ella se la pasaba sola muy seguido, ya que Javier —que era el único que la visitaba—, ahora estaba acá conmigo las vacaciones. La noche anterior había estado horneando demaciado ya que los pedidos habían aumentado y ahora Andy y Regina venían por las tardes para ayudarme a hornear ya que yo sola jamás acabaría.

Me di una ducha rápida y tome un suéter azul claro, para salir y comenzar a repartir todo, está vez si que eran muchos mas pedidos y por suerte la mayoría eran en el parque o la avenida principal.

Siempre la primera persona a la que le entregaba los pedidos era la señora Violet que ya era costumbre entregarle pastelitos que ella compraba para su nieto y para ella.

—Buen día querida. —dijo muy amablemente.

—Buen día —le respondí.

—Cuanto gusto me da verte pequeña.

La señora Violet era muy dulce y amable me recordaba mucho a mi abuela, y solo pensar que estos días mi abuela estaría tan sola todos estos días.

—Igual me da gusto verla.

—Oh quería darte esto, —dijo la señora Violet extendiendo un papelito con algo escrito en el.

Acepte el pelito y lo vi con una ceja enarcada.

—Oh, es la dirección de mi costureria, verás yo he pasado toda mi vida cosiendo lo amo, y me gustaría que pasarás un día a visitarme.

—Muchas gracias, seguro ahí estaré.

La señora asintió muy feliz y pago los pastelillos, la vi irse caminando con su canastilla balanceándose por un costado de ella.

Me apresure a entregar los demás pedidos que por suerte todos fueron en el parque y no tuve que cruzar la calle para llegar hasta la avenida.

Ya estaba subiendo la pequeña colina para llegar a casa cuando escucho mi móvil sonar, al ver la pantalla vi que me llama Javier.

—Hola mi florecilla.

—Hola Javi.

—¿Estas libre?

—Si.

—Pasare por ti en una hora.

Asentí aunque Javier no podía verme pero creo que supo que dije que si, así que el colgó y yo me apresure, si seguía a ese paso Javier llegaría a casa y yo aún no.

No tarde mucho en llegar a casa y rápidamente subí para alistarme.

—¿Vas a salir?

— Si, con Javier.

Lena no dijo nada más y se volvió a centrar en su móvil para poco después reírse a carcajadas.

La mire con mala cara y seguí con lo mío, al poco tiempo escuché como tocaron el timbre baje corriendo y ahí estaba Javier tras la puerta, el entro a la casa.

Me dio un fuerte abrazo que fue muy lindo por cierto y solté la pregunta.

—¿Que tienes planeado para hoy?

—Sabes perfectamente que no te lo voy a decir.

Caminamos demaciado diría yo, o más bien ya estaba muy cansada de tantas entregas en la mañana.

Mi Corazón De Peonia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora