Cap.17 Mediterraneo

5 1 66
                                    

Pov.Neri

Me había pasado la tarde preparando un pastel de café con fresas que no me salía, solo para darle a Darian.

—Nunca te había visto tan dedicado a alguien y eso que diriges una empresa.

—Quiero darte un pastel como regalo a alguien, pero no me sale.

—Yo lo veo perfecto.

—Dices eso porque eres mi madre. Prueba.—Mi mamá probó un poco y la vi echarle un poco de cosas a la crema.

—Con eso ya debería de estar, no siempre las medidas tienen que ser exactas. ¿Conozco a esa persona?

—Nop.

—¿Me presentarías a esa persona?

—Eso depende de esa persona, no de mí, pero lo más probable que sí.

—Ya era hora que mi hijito se enamorara.

—No estoy enamorado.

—Por eso no saliste como un loco hoy. Madie se preocupó.

—Y le pedí perdón, también le di sus pantuflas de conejito.

—¿Esa persona es nueva en el grupo? Por eso la de oso, cierto. No me digas que es el primo de Eve, ayer vi a ese hombre y es guapisimo, fácilmente podría ser modelo como tu prima.

—¿A poco no? Su ex es un imbécil. Lo odio, la chica me cae bien. Pero el chico es una pesadilla, pero hoy le di una que disfrute.

—Eso si no me gusta Neri, no me pongas en contra del chico, porque sabes que eso no te beneficia.

—Mamá estaba abusando de él, lo hubiera hecho por cualquier otra persona.

Mi mamá se giró a verme y asintió dando un beso en mi frente.

—A veces me felicito por criarte tan bien. ¿Por qué no le pones chocolate?

—Le es alérgico. —Mi madre se fue y probé la crema de nuevo y estaba deliciosa, mi mamá podía hacer lo mínimo y estaría perfecto.—¡Te amo!

—¡Y yo a ti!—Sonreí decorando y cuando mire la hora ya me había pasado, demasiado. Corrí a cambiarme y luego fui lo más rápido que pude donde Eve. Toque el timbre como pude y Darian estaba allí, sus mejillas estaban rojas y su pecho mojado, linda vista la verdad.

—Encontré la receta perfecta. Tu polo se transparenta un poco.—Un poco nada, le podía ver todo.

—Si ahora me cambio, pasa.

—¿No tendré beso de bienvenida?

—No hoy.—Luego de eso subió, me encargue de verlo subir y fui con los demás al patio, deje el pastel en la mesa y saque de la mochilas pantuflas que había dicho Eve para Darian.

Eve era una pantera, Miri una ardilla, Leo una llama y yo una vaquita.

—¿Darian?

—Fue a cambiarse.—Los tres giraron a verme y empezaron la carrera los seguí. Eve estaba peleándose con la puerta y yo la hice retroceder para intentar abrirla a la fuerza pero nada. Lo empezamos a llamar y su teléfono sonaba abajo.

—¿Seguirá vivo?

—No digas estupideces Leo, de mi balcón se puede llegar al de él.—Fui y me pase de un balcón a otro, su balcón estaba abierto y Darian estaba dormidisimo abrazando a su almohada, me fije que tuviera pulso y abrí la puerta riendo.

—Lo voy a matar, casi me orino de susto.

—Yo digo que lo tiremos a la piscina.—Eve nos sonrió yo no se como Darian no se levantó con el camino que me di por las escaleras con él en brazos. Hubo un momento en el que todos nos quedamos quietos porque Darian se movió acurrucadose en mi pecho y yo ya no quería tirarlo ni alejarlo luego de eso.

Mi manera de odiarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora