Capitulo 1

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Era de noche, al bosque donde habitaban los gatos de la tribu de la Luna llegaron unos gatos a los cuales las tribus hacen llamar "cazadores". Traían comida para varios días. Los primeros en comer fueron los veteranos y mayores, luego los cachorros, las embarazadas y luego el resto de la tribu. Por último comería la líder, Antares. Todos se fueron a dormir sin saber lo que se avecinaba al día siguiente.

- ¡Rú! ¿Qué es lo que está pasando? ¿Tienes alguna idea de lo que está pasando a todo el mundo?.- preguntó Antares preocupada y asustada a su hermana Rubí, la curandera.

- Desafortunadamente esta enfermedad es totalmente nueva.- dijo fatigosamente la gata anaranjada.- Esto mismo pasó hace años aunque nunca se supo con qué lo curaron, se encontró otra forma de curarla. Si esa gata aún viviera, podríamos pedirla ayuda, pero eso pasó tanto tiempo... Nuestro padre era un cachorro cuando eso sucedió- dijo cabizbaja y algo enfadada.

- ¿¡¿Me estás diciendo que no podemos hacer nada contra ello?!?- preguntó aterrada la apenas nombrada líder de la tribu.

Rubí pensó por un rato lo que podrían hacer ya que su incompetente hermana nunca estuvo preparada para tomar el puesto.

Ahora que lo pensaba, ella debió haber sido la líder, pero ella quería ayudar a su gente desde otro puesto, como curandera. Así que no quedó de otra que nombrar a Antares como la líder tras la muerte de su padre, el líder anterior.

- Separa a todos los enfermos de los sanos y dejalos encima de los helechos que hay a la izquierda de cueva. Los que hayan estado mucho tiempo cerca de los enfermos o sean sospechosos de portar la enfermedad traelos aquí dentro. ¡Silvestre! Te dejo a cargo recolectar todas la medicinas que puedas para antes del anochecer.

Un gato, de aproximadamente un año, de color gris que estaba escondido en la oscuridad de la cueva salió corriendo para cumplir la nueva tarea que su mentora le había dado.

- Otra cosa, Antares. Las madres y embarazadas sanas que cuiden de los cachorros sanos, cuando vean alguna anomalía que avisen de inmediato a mí o a mi aprendiz.- su hermana agradeció su ayuda y apoyo y se fue a hacer lo que ésta le acababa de decir.

Después de estar todo el día cuidando a los enfermos intentando averiguar la causa y cómo curarlo, Rubí cayó en su lecho. 

- Hola, Rubí.- saludó una gata blanca como la nieve.- Me presento, me llamo Blanca. Seguramente ya hayas oído hablar de mí, pero...- fue interrumpida por una Rubí bastante sorprendida y emocionada.

- ¡Eres la legendaria curandera que salvó a todas las tribus de la rabia cuando se consideraba una enfermedad totalmente desconocida!

- Así es, y ahora te tengo que dar un mensaje urgente. El cómo salvar a todas las tribus de esta nueva enfermedad.

El viaje de RubíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora