XIV

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La intención de la familia no era joder pero Shen Qingqiu de igual manera pidió reunirse a solas con el clan demoníaco celestial: Su Xiyan, Tianlang Jun y Zhuzhi Lang. Ellos aceptaron porque habían sido derrotados bajo el abanico desplegable del único en el mundo capaz de dominar a Binghe.

-Ustedes tienen que saber que yo soy muy especial y detergente.

-Lo sabemos.

-No importa lo que me digan y nunca me importará.

-Lo sabemos.

-Ninguna lágrima de ningún niño ni criatura de este mundo podrá confundirme ni endulzarme. Quienes me conocen saben que para mí solo importo yo, yo primero, antes que todos, yo en segundo lugar y solo yo.

-Comprendemos.

-Dejar a su crío bajo mi cuidado sabiendo que puedo perderlo o matarlo en un descuido o con toda la intención, solo confirmará lo terribles padres que son ustedes y ninguna acción que cometa me hará responsable de ello.

-Está bien, te estás yendo un poco por las ramas.

-En conclusión, ustedes están mal, yo bien. Ustedes no saben nada y yo lo sé todo. Tienen que agradecerme infinitimamente y arrodillarse cada vez que me vean pasar porque lo merezco y lo necesito y lo quiero.

Tianlang Jun miró a su esposa y luego a su apreciado Zhuzhi. Ellos eran miembros funcionales, leales y sabios de su familia. Deseó fervientemente que Binghe fuera igual y se convenció a sí mismo que esto era lo mejor para todos.

-Tenemos un trato entonces. Pero antes debemos prevenirte: Binghe es muy complicado de entender. A veces es como mirar el sol directamente, estando presente puede pasar desapercibido pero hacerte un gran daño si lo enfrentas. Nunca sabrás con qué nueva ocurrencia puede dificultar tu vida o tu carrera, le divierte provocar y confundir a las masas y ensuciar tu nombre. Luego dificulta las negociaciones para aclarar el problema, tiene la capacidad de copiar tu firma y sellos y hacerse pasar por tí para manchar aún más tu reputación...

-Ya sé, ya sé -Shen Qingqiu pareció harto de las aclaraciones -No me hagan arrepentirme de esto, váyanse ya, me dan jaqueca.

-Shen Qingqiu -Su Xiyan volvió a llorar sobre el hombro de Tianlang -¡Bendito seas!

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-Zhuzhi, tú conoces mucho más a Shen Qingqiu ¿estará bien?

Zhuzhi midió aproximadamente el nivel de maldad disfrazada en el rostro angelical del señor de Qing Jing y observó la forma en que éste se acercó a Liu Qingge y a los otros diez señores para insultar su inteligencia y la forma en que habían abordado el ataque demoníaco, sin olvidarse de ninguno y haciendolos formar en fila para mentarles la madre, y asintió.

-Él estará muy bien, tío.

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El simp volvió a acercarse después de que Shen Qingqiu terminó de gritarles a todos, restregandose las manos de ansiedad.

-¿Estarás bien, Shen-shidi? Creo que me precipité al aceptar como tu discipulo a ese hijo de demonio. Solo que te creí muy capaz de...

-Pasaste por encima de mi autoridad para complacer a terceros. No importa, estoy acostumbrado a callar estas injusticias que jamás te cansas de cometer contra mi persona pero es mi culpa ¿no? Yo soy el que se acercó a Cang Qiong hace tantos años a rogar por un puesto sabiendo que tú ya habías hecho carrera ahí y eras un intocable ¿no? Aún estoy pagando derecho de piso, aún así me pregunto ¿tendrás suficiente algún día? ¿me dejarás en paz? Sé que ya no somos nada pero alguna vez lo fuimos ¿verdad?

-Xiao-Jiu...

-En honor a esos tiempos que jamás regresarán, te pido, por favor, Zhangmen-shixiong, déjame tratar al hijo de demonio con cuidado y respeto, para que no viva las injusticias que viví yo como discípulo de Qing Jing. He dicho ¡Gracias a todos por venir, la próxima vez no me hagan pasar vergüenza!

Las aventuras de Binghe, el demonio infanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora