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— Sakura... Te ves preciosa! Tan solo mírate al espejo, te ves como una auténtica princesa.

Aquel día la castaña iría a una cita que había programado con Syaoran, una cita que venía siendo planeada hace ya tiempo, pero por casualidades de la vida y por suerte para la pelinegra, no se había podido concretar por distintas razones. Ella se estaba encargando de ponerla preciosa para aquel, y sinceramente no veía la hora de tocar aquella dulce y blanca piel. La pureza que irradiaba era tan increíble que solo podía observarla, pues pensaba que si la tocaba, como un cristal se rompería.

Tomó un pintalabios, rizador de pestañas, algo de rubor y se dedicó a darle un pequeño y simple maquillaje que resaltaria su belleza. Primero, rizo sus pestañas, las cuales por esto quedaron más levantadas, lo que le dió un encanto muchísimo más femenino. Luego con una brocha se encargó de aplicar un poco de rubor en sus mejillas y nariz, pintó sus labios con un color rosa suave, que más que nada era un gloss y la observó.

— Estas lista, Sakura.

Le sonrió dulcemente y le mostró su rostro en un espejo. Aquella lo agarró y Tomoyo aprovechó para abrazarla. Puso sus manos alrededor de su pequeña y delgada cintura y su cabeza sobre su hombro. Sakura enseguida se dió vuelta y sus rostros se encontraron, dándose un pequeño golpe en estos. Ambas rieron y la pelinegra tomó su rostro entre sus manos y depositó un dulce beso en la frente ajena.

— Gracias Tomoyo. Eres la mejor, lo sabes no?

Aquello le provocó cierta nostalgia. Desearía que fuera real aquello que había dicho, pero era nada más que para complacerla. Se le escapó una pequeña lágrima, que la castaña no pudo evitar ignorar, la sacó y le preguntó.

— Que sucede? Dije algo malo?

Simplemente negó y se excusó diciendo que recordó algo pasado. Pero era tan mentira como que no sentía tanto amor por ella. Le dolía tanto no tenerla y disfrutarla, siempre estaba quedando con aquel castaño y sabía que estos se querían de aquella forma especial... Y no lo negaba! Hacían la pareja perfecta, Tomoyo solo deseaba la felicidad de Sakura. Pero que tal si la historia cambiaba? Que tal si ella se terminaba enamorando de la pelinegra? No, era imposible.

— Vamos, Sakura, vas a llegar tarde.

La empujó suavemente y la levantó del asiento en el que se encontraba frente a un tocador. La llevó hasta la puerta y la acompaño como la mejor amiga que era. Minutos después, llegaron al lugar del encuentro; un centro comercial, este estaba lleno de cosas para hacer con tu pareja. Los tres se miraron y se sonrieron. Se saludaron y se fueron cada quien por su parte. Tomoyo caminaba en soledad completa pensando... Solo es un amor joven, verdad? Sus sentimientos al fin y al cabo son fríos si se trata de mi. Es verdad, ellos van a estar juntos y yo, yo solo siempre seré la mejor amiga, y debo fingir que eso no me quema por dentro. Se miró en un reflejo y notó sus lágrimas caer sin previo aviso. Trató de secarlas, pero era tarde, parecía que había llorado por horas, su vista se dificultaba por sus hinchados ojos y ya era de noche. Se prometió dar vueltas para esperar a Sakura, esa noche tendrían una noche de chicas. Eso era lo único que la consolaba. Se sentó en una banca silenciosamente y tomó su celular, entonces texteo a su mejor amiga.

— Sakura 🍬♡

— Sakura, te falta demasiado?

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2023 ⏰

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Oh My God.「Tomoyo x Sakura」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora