Capítulo 12

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Asher

Me di cuenta de que había pasado una semana desde la última vez que vi a Maia y, extrañamente, deseaba volver a verla. Emma le había contado a Aidan un poco sobre la relación que tuvo Maia con su ex novio Oliver, y le pedí a mi amigo que me hablara sobre eso, pero él se negaba a hacerlo ya que le había prometido a Emma no contárselo a nadie. Sin embargo, yo no podía quedarme con la duda de lo que aquel imbécil le había hecho.

—¿Por qué no me cuentas? —pregunté.

—Ya te dije que le prometí a Emma que no hablaría de esto con nadie —respondió Aidan.

—Pero soy tu mejor amigo, no soy un cualquiera —dije, ofendido.

—Lo sé, pero ¿por qué estás tan interesado? Dijiste que no te importaba Maia —replicó, intrigado.

—Y así es, no siento nada por ella, solo quiero saber por chismoso, nada más —mentí.

—Entonces menos te voy a contar, es un tema delicado. No te lo diré solo porque tienes curiosidad —dijo, molesto.

—Está bien, la verdad es que quiero saber porque el día que Maia durmió en mi departamento, tuvo pesadillas —dije, logrando llamar su atención—. Ella gritaba y sollozaba, como si alguien le estuviera haciendo daño.

—¿De verdad? —preguntó, a lo que asentí—. Te contaré solo lo que sé. Emma no me contó toda la historia porque es algo que no le gusta hablar, odia a Oliver, y con razón.

—Bien, te escucho —dije.

—Maia y Oliver estuvieron juntos en su último año de secundaria. Estaban en el mismo salón, así que la mayor parte del tiempo les tocaba hacer trabajos juntos. Él se interesó en ella y comenzó a invitarla a salir —empezó a contarme Aidan—. Ellos empezaron a salir, y eso no le gustó a Emma ni a Axel, ya que decían que Maia se estaba alejando de ellos.

—¿Cuánto tiempo estuvieron juntos? —interrumpí.

—Déjame terminar de contarte —respondió Aidan—. Después de algunos meses, Oliver le pidió a Maia que fuera su novia en su cumpleaños, cuando ella cumplió dieciocho años. Al principio, todo iba bien, los primeros tres meses fueron perfectos. Emma dijo que Oliver era encantador con Maia y hasta empezó a agradarle un poco, pero Axel seguía sin aprobar la relación —Aidan levantó la mano para impedirme hacer otra pregunta—. Las preguntas, después. Con el tiempo, Oliver se volvió tóxico, posesivo y celoso. Le molestaba que Maia pasara tiempo con Emma y Axel, y empezó a pedirle que se alejara de ellos. También comenzó a revisar su teléfono, a controlar su forma de vestir, le gritaba e insultaba cada vez que algo no le gustaba. Incluso la criticaba por su cuerpo, diciéndole que debía bajar de peso porque la encontraba poco atractiva. Oliver la celaba mucho con Axel y se enojaba si cualquier chico la miraba o si hablaba con alguien que él no conocía.

—Maldito enfermo de mierda —exclamé, lleno de ira.

—Con el tiempo, Oliver se volvió más violento. Decía que cambiaría, pero nunca lo hacía. Hubo un día en que a Maia se le apagó el teléfono, y él la fue a buscar a su casa. Esa fue la primera vez que la golpeó. Al día siguiente, llegó con flores pidiéndole perdón—Aidan hizo una pausa, notando mi creciente ira—. No sé si deba seguir contándote esto. Me da asco recordar lo que Emma me contó.

—Aidan, termina de contarme —insistí.

—Emma también contó que una noche, mientras bebían, Oliver quiso tener sexo con Maia, pero ella lo rechazó porque había bebido demasiado y solo quería dormir. Eso lo enfureció y volvió a golpearla. Con el tiempo, Maia se volvió sumisa, pensando que él cambiaría. Se acostumbró tanto a los maltratos que empezó a creer que eso era amor.

Un Invierno a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora