Parte sin título 34

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Las luces del alba empezaban a aclarar el cielo atreves de las colinas y ni rastro de Candela, había pasado toda la noche deambulando por los alrededores pero no conseguía dar con ella, la desesperación empezaba a apoderarse de él. El miedo de que algo malo le hubiera sucedido hacia que su cuerpo se bañara en un sudor frio. Camino arrastrando los pies hasta la carreta de su cuñada, no quería que supiera lo sucedido pero poco mas tenia ya que perder necesitaba encontrarla. Respiro profundamente y dio unos suaves golpes a la puerta que se abrió rápidamente

-¿qué haces aquí? – Lo miro con cautela - ¿Candela está bien?

- Isabel tenemos un problema –

-¿qué pasa?

-No consigo encontrar a tu hermana

- ¿qué quieres decir con que no la encuentras?

-Anoche discutimos y no consigo dar con ella. Llevo toda la noche buscándola pero no ay rastro de ella

- creo que es donde esta.- izo una pausa para mirarlo fríamente a los ojos – mas te vale que no le haya pasado nada. O la muerte será un alivio para ti. ¿Nunca te cansas de hacerle daño?- Nicolás agacho la cabeza avergonzado. –anda vamos a por ella antes de que mi padre note su ausencia el clan no tardara mucho en ponerse en marcha.

Isabel lo guio por un sendero oculto ente los arboles caminaron en silencio uno detrás de él otro en absoluto silencio, la joven remango su larga falda para escalar unas grandes piedras, una vez arriba tubo que agacharse para poder pasar a trabes de las grandes ramas de las arboles que cerraban el paso a cualquiera que no conociera el camino Nicolás la siguió de cerca. Escasos metros más adelante Carmen paró en seco y estiro su brazo evitando que Nicolás siguiera caminando pues un pequeño acantilado se encontraba frente a ellos

- no conocía esta parte del rio – exclamo Nicolás maravillado por la belleza de el lugar .una pequeña cascada daba paso a unas aguas tranquilas y cristalinas que reflejaban a la perfección los rayos del sol de la mañana, una fina capa piedras se extendía hasta la orilla, las flores silvestres crecían alrededor de los arboles.

-No eres el único que tiene su lugar seguro.- gruño apretando los dientes – Candela solía esconderse a aquí desde niña, a llorar cuando tu partías con el otro clan después de la feria – una punzada de dolor atravesó el pecho de Nicolás – te ha querido desde niña – suspiro – lástima que sea mucha mujer para ti. porque bien sabemos los dos que no te la mereces – dijo apretando los dientes con resentimiento dándose la vuelta para bajar por el sendero una vez abajo se abrió paso entre la maleza para seguir el sendero y poder acercase al rio pero sus pasos se frenaron en seco al contemplar a su hermana. dormía plácidamente a la sombra de una encina entre los brazos de Tomas.

-Isabel cubrió su boca tratando de reprimir un grito ¿como había sido capaz de algo así? no podía dar crédito a lo que sus ojos estaban viendo Nicolás se quedo petrificado en el mismo lugar sin poder moverse.

-Isabel se giro para mirar a su cuñado que no apartaba la mirada de su mujer nerviosa y sin saber que hacer se cerco a su cuñado sujetándolo por el brazo mientras suplicaba con la mirada que mantuviera la calma. la mirada de Nicolás era fría como el hielo, aparto a su cuñada y con paso firme se acerco hasta la pareja, que dormía plácidamente sin percatarse de su presencia. los miro con detenimiento y su corazón pálpito saltándose un latido, una mezcla de rabia y paz atravesaron sus entrañas.

-- ¿una noche larga? – grito haciendo que la pareja se sobresaltara, Tomas se pudo en pie de un brinco con el pánico pintado en su cara, rápidamente se puso la camisa mientras Candela trataba inútilmente de abrocharse el vestido. Nicolás se giro hacia Tomas dándole un fuete puñetazo haciendo que este callera mareado al suelo , Isabel se acerco rápidamente interponiéndose entre Nicolás y su hermana que lloraba llena de temor los segundos parecían siglos pues Nicolás no hablaba , no se movía . hay plantado con la mirada clavada en su mujer con los puños apretados a ambos lado de su cuerpo y la mandíbula contraída , trataba de asimilar los hechos

amor gitanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora