One Shots ;; Harry Potter world

34. James Potter

James se encontraba en la biblioteca, sentado con sus manos en su cabello y sus codos recargados en la mesa, parecía frustrando intentando hallar la forma correcta de hacer la pila de tarea que tiene sobre la mesa, cuando de pronto ella llego a el con su cálida sonrisa mientras lo saludaba.

"Hola guapo" ella le murmuró mientras se sentaba en la silla que estaba muy cerca a la de el.

James apartó las manos de su cabello y giró su cuerpo para verla con sus ojos cansados, aún así, a pesar de su estado el le sonrió y acercó su rostro al de ella para darle un cálido beso en los labios, saboreando la calidez y el afecto de su novia.

"Hola" el respondió al fin al separarse del beso mientras enrollaba sus brazos en su cintura atrayéndola hacia el, para que ella quedara sentada sobre su regazo con sus piernas juntas y volteando en la misma dirección.

La biblioteca estaba llena de los susurros de los estudiantes que se encontraban haciendo sus tareas, leyendo o simplemente pasado un buen rato con sus amigos en la tranquilidad que el lugar les brindaba, pero James y  su querida novia estaban demasiado pedidos en su pequeño mundo. Los dedos de James trazaron suaves patrones sobre su espalda, su toque firme y sumamente calmante.

"¿Como estuvo tu día?" pregunto con su voz llena de genuino interés, queriendo saber cada detalle que ella estuviera dispuesta a contar.

"Bastante bien en verdad" ella respondió con su voz relajada mientras subía una de sus manos al rostro de James "Preces cansado amor" un toque de preocupación se asomó en su voz mientras acariciaba sus mejillas con cuidado.

James se inclino hacia el toque de ella, cerrando los ojos y soltando un suspiro, saboreo la calidez de sus manos sobre sus mejillas.

"Estoy cansado" admitió con su voz teñida en cansancio "Las tareas me sobrepasan, y sumando los entrenamientos de quidditch para el próximo partido terminan de agotarme" abrió sus ojos y presiono un suave beso en su frente, sus labios demorándose por un momento. "Me alegro de que tu día haya sido bueno ¿Qué lo hizo así?" pregunto con intentos de cambiar el tema por completo y que ella se olvidara de su estado tan deteriorado.

"Oh ya sabes, estuve con las chicas y pasamos el rato" respondió con suavidad mientras seguía observando el rostro de James y acariciaba sus mejillas con sus pulgares "¿quieres que haga algo por ti?

Una suave risa escapó de los labios de James ante las propuesta lanzada por su novia.

"Ciertamente sabes cómo hacer que el día de un chico cansado sea más agradable", bromeó, su voz mezclada con cariño juguetón. "Pero por ahora, solo estar contigo es más que suficiente. Tu sola presencia me da consuelo y consuelo". Se inclinó más cerca, su voz bajando a un susurro ronco. "Aunque, no diría que no a un poco de tu toque, muñeca", agregó, con un brillo travieso en sus ojos, insinuando los deseos implícitos que guardaba.

"Oh, ¿quieres que te toque?" ella susurró en voz baja para no ser escuchada por alguien de alrededor y ahora pasando sus manos sobre su cabello castaño.

La respiración de James se cortó levemente cuando las manos de su novia se enredaron en su cabello, su toque era suave y reconfortante, haciendo que un escalofrío de anticipación recorriera por su columna vertebral.

Sus ojos se cerraron nuevamente y se inclinó hacia su toque, saboreando la sensación. "Sí, por favor," respiró, su voz apenas por encima de un susurro. Inclinó la cabeza, exponiendo más de su cuello en un gesto vulnerable pero confiado.

Los dedos de ella se arrastraron delicadamente a lo largo del  cuero cabelludo de James, masajeando la tensión y provocando que un suspiro de satisfacción escapara de sus labios. Las manos de James encontraron el camino hacia la cintura de ella, acercándola más hasta que sus cuerpos estuvieron más íntimamente presionados.