"𝕰𝖘𝖙𝖆 𝖒𝖆𝖗𝖈𝖆 𝖊𝖓 𝖊𝖑 𝖈𝖚𝖊𝖑𝖑𝖔 𝖘𝖎𝖒𝖇𝖔𝖑𝖎𝖘𝖆 𝖓𝖚𝖊𝖘𝖙𝖗𝖔 𝖉𝖊𝖘𝖙𝖓𝖔"
Songhyeon, poseé una habilidad muy especial que la diferencia de los demás, desde pequeña siempre ha tenido el mismo sueño cada noche y por alguna razón ést...
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Calor...
Siento tanto calor...
Mi corazón quema...
Como una fiebre...
El cielo despejado con el sol brillante iluminando todo el palacio, las pajaritos cantan en cada rama del reino, las flores disfrutaban del dulce canto y precensia de su princesa, una dulce pelinegra con ojos azules, tan bella que nadie se podía resistir a sus encantos.
De espaldas caminaba alegre mientras acariciaba a cada una de las rosas presente, iba tan encismada en cuidar a aquellas rosas que no se dió cuenta de la precensia de 7 caballeros atrás de ella observándola reír y jugar como una niña pequeña, si definitivamente esa era la princesa heredera a la que debían proteger, una infantil y madura a la vez.
- Su alteza- El pelinegro mayor la interrumpió sonriendo.
La pequeña pelinegra volteó sonriente dejando ver a sus ojos azul noche con aquel brillo especial.
- Oh, caballeros- Sacudio su vestido para avanzar a ellos- Es un gusto volver a verlos, ¿Cómo les fue en el viaje?
El chico pelirrubio saltó emocionado hacia dónde estaba su princesa y la abrazó sorprendiendola a ella y todos los demás, más no borrando su sonrisa.
- Alteza, la extrañamos mucho no sabe cuánta falta nos hizo- El pelirrubio de ojos caramelos dramatizó.
La pelinegra río por lo tierno que era su caballero y se dedicó a corresponder el abrazo.
- Yo también los extrañe demasiado, Seonwoo- Se separó del abrazo mirándolos a todos.
Lo que no espero era ver cómo otro pelinegro con ojos de cachorrito empujara a Seonwoo hacía atrás para ahora estar el delante de ella, logrando que Seonwoo se quejará y los demás vieran divertidos la escena.
- ¡Jaeyoon!- Seonwoo protestó y el solo río.
- ¿De verdad nos extraño princesa?- Jaeyoon dejaba sus bellos ojitos a relucir.
La ojiazul asintió divertida revolviendo el cabello del pelinegro haciéndolo pucherear.
- Chicos creo que ya es suficiente, su alteza debe de estar cansada- El pelinegro mayor comentó exaltado al ver la actitud de sus amigos.
- Para nada Heeseung estoy bien- El caballero asintió calmado. La princesa vió como sus otros caballeros la observan en silencio- ¡Oigan!, ¡Jungwon, Jongseon, Ri-ki y Sunghoon! ¿Acaso ustedes no vendrán a saludar a su princesa?
Los cuatro rieron y con emoción se lanzaron a ella a apresarla en un abrazo.De pronto los demás se unieron a aquel gran abrazo soltando risas de alegría. Eso fue hasta que cayeron encima del suelo del campo de rosas. Riendo cada uno se levantó menos la princesa que seguía encima del césped mirando el cielo despejado.
