El funeral de María fue dos días después de haber encontrado a Yuuji en medio de una granja abandonada.
Al no haber cuerpo al cual velar, tuvieron que hacer un homenaje dónde bastantes personas fueron a mostrar sus respetos a Kento que se mantenía neutro y con la vista perdida en la imagen sonriente de su esposa que yacia rodeada de bellas petunias color lila.Yuuji se mantenía serio, frente a la imagen de la mujer y al no poder soportar ver su rostro sabiendo que ella no volvería a hablarle con aquel tono de voz dulce, se levantó y salió de inmediato del local conteniendo su llanto lo más que pudo.
Su corazón latio fuertemente contra su pecho, un latido doloroso que le quitaba el aliento con cada paso que daba. Sus piernas no fueron para más cayendo de rodillas en medio del jardín.
- Lo siento, lo siento.- Sollozo pegando su frente a la tierra, negándose a aceptar lo sucedido. Aquella dulce mujer murió por su culpa, y jamás podría perdonarselo.
- Itadori...
De inmediato el joven alzó la cabeza, encontrandose frente a él a Nanami que le miraba desde arriba con una expresión firme, impasible.
- Lo siento, nanami sensei.- Exclamó incapaz de verlo a los ojos, se inclino de vuelta.- El que debió morir ese día, fui yo...no María.
- Levántate de inmediato.
Itadori lo hizo tras varios segundos y se mantuvo con la vista en el suelo, escuchó los pasos del rubio frente a él. Esperaba un golpe, una afirmación ante sus palabras, sin embargo, solo obtuvo un pañuelo blanco.
- Que?
- Limpiate, estás lleno de tierra. A María, no le hubiera gustado verte así.
Itadori tomo aquel pañuelo con duda, lo sostuvo entre sus manos sintiendo un nudo en la garganta garganta al ver un pequeño bordado de una flor en una de las esquinas de la tela y el tenue olor a vainilla de la tela, justo como aquella vez que ella limpio los rastros de helado en su primera misión.
Apretó el pañuelo con fuerza y con su voz temblorosa exclamó.
— ¿No me odia?
Nanami tardo segundos en responder, mantenía su mirada en el oscuro horizonte, viendo las estrellas que parecían sentir lo que el hombre tenía en su corazón. La luna ni siquiera había aparecido esa noche, era como si no se atreviera a brillar después de la muerte de María.
— No puedo odiarte...ella tomo su decisión.
— Pero...
— Ella te quería.- Le interrumpió de vuelta, Nanami posó sus ojos cansados en el joven.— Fuiste como el hijo que no pudimos tener, y la hiciste feliz.
— Ella fue la que me hizo feliz a mi.- Susurro con tristeza apretando el pañuelo entre sus manos.
— Por ello, te ayudaré a ser el mejor.
— Disculpe?
— En memoria de mi esposa, te entrenaré y te prepararé para que seas el mejor hechicero. Y cuando logremos derrotar a sukuna, vivirás una vida normal, tal y como María lo deseo para ti .
Los ojos de Yuuji brillaron con intensidad.
— ¿Ella queria una vida normal para mí?
Nanami apretó sus labios con fuerza al recordar la mirada de María puesta en el joven que le explicaba una película de terror una de las muchas cenas a las que ella le invito.
— Ella queria una vida normal para todos los que amaba.- Un deje de tristeza tiñó el tono de su voz.— Cumpliremos sus palabras, siempre y cuando estés de acuerdo.
— ¡Estoy de acuerdo!
Nanami asintio convencido.
— En ese caso, Limpiate el rostro y agradece la oportunidad que te fue otorgada.
— ¡Entendido nanami, sensei.!
Ambos se quedaron en silencio viendo el cielo estrellado, Kento suspiro queriendo dejar salir el dolor de su pecho.
— Voy a seguir haciendo feliz a ese niño, bonita. Tal y como tú lo hubieras querido. - Prometio al cielo conteniendo las lágrimas de sus ojos.
Los días continuos al funeral, ambos entrenaron día y noche luchando cuerpo a cuerpo, utilizando energía maldita, aprendiendo nuevas técnicas. No hubo días de descanso para ninguno de los dos, y era entendible su esmero.
Estar en silencio simplemente les hacía recordar, y recordar dolía.
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— Mi amor!- Grito María más joven al verlo llegar a casa, ella le sonrió con emoción teniendo su rostro lleno de mezcla.— Mira lo que hice!
Nanami dejo su mochila de lado para asomarse y ver un pastel en medio de la mesa, se veía destruido y mal decorado.
— Se ve delicioso.- Mascullo besando su frente y tomando su rostro.
— Se que no es como el pan que te gusta, pero podrías probarlo?
Nanami tomo un tenedor y lo probó con confianza, sintiendo el intenso sabor a quemado y dulce intenso del betún. Contuvo el gesto de arrugar la nariz, pero al ver la mirada inquieta de su esposa trago sin dudarlo.
— Ven.- Tomando un bocado de pastel que comenzaba a desmoronarse, María se acercó sentándose en una de sus piernas para abrir su boca y probar el pastel, ella arrugó la nariz y sus ojos se llenaron de lágrimas.
— Esta horrible, lo siento!- Lloro empujando el plato al centro de la mesa.— Lo he intentado! Lo hice tres veces! Por qué no me salen bien?
— Por que una cosa te salga mal, no quiere decir que seas realmente mala.- Rodeo su cintura con uno de sus brazos.— Eres buenísima cocinando, y me atrevo decir que si le dedicas más tiempo a la repostería serás la mejor.
— Enserio eso crees?
— Lo creo, podremos poner un negocio de pasteles juntos. Que dices?
— Podremos ponerle Panami!
El brillo en sus ojos volvió, y Kento no pudo evitar besar su mejilla.
— Podremos ver otras opciones de nombre.
— Panami será!
— María...
— Kento...- Le miro de frente con firmeza, el hombre suspiro al saber que no podía ganarle.— Podremos negociarlo
— ¿Así? ¿Cómo?
— Me ayudas a limpiar y te dejo elegir el nombre.
— No es suficiente, necesito más.- Beso su hombro mordisqueando su piel, María sonrió sabiendo a dónde llevaba eso y tomo su rostro con ambas manos.
— Eso te saldrá muy caro, señor.- Susurro sobre sus labios.
— Me arriesgaré.
*******
Nanami abrio sus ojos y Parpadeo varias veces encontrando vacío el lado de la cama donde su esposa dormía, el rubio suspiro con pesar frotando sus ojos quitando con molestia las lágrimas que se habían escapado entre sueños.
El silencio de su casa le hizo sentir de nuevo aquella soledad de la que tanto escapaba. Desayuno con desgana viendo a lo lejos el brownie de terciopelo rojo podrido bajo el refractario.
Apretó los puños con fuerza y con una furia que se arremolino en medio de sus costillas, tomo el refractario y lo lanzó hacia una de las paredes haciendo que estalle en cientos de pedazos.
Se quedó en silencio viendo el desastre y de dejó caer de rodillas sollozando con fuerza.
La extrañaba tanto.
NO COPIAS NI ADAPTACIONES
MAJO
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IN ANOTHER LIFE
FanfictionKento nanami x Oc "In another life I would be your girl We keep all our promises Be us against the world In another life I would make you stay So I don't have to say You were the one that got away The one that got away" (the one that got away/By:...