Bajo la lluvia, mi vida empezó a cruzar sobre mis ojos, recordando momentáneamente aquellos sucesos qué me han traído a donde ahora estoy.
No sabía si estaban manipulados por mi mente, o así había sucedido. Pero en mi recuerdo me encontraba escondida mirando como mi papá golpeaba a mi mamá mientras ella trataba de protegerse el rostro con sus manos, mi papá estaba encima de ella y mi mamá estaba tirada en el suelo. Ninguno de los dos me habían visto. Mientras una se protegía el otro descargaba su frustración y enojo en la otra. Muy ocupados ambos para notarme.
Me recuerdo jugando, me recuerdo hablando con la nada, cuando de pronto me levantaban y sacuden exigiéndome qué deje de hablarle a "el". Mi padre me exigia qué dejará de hablar con alguien, que dejara de permitir que entrara a la casa. No sabía que sucedía. Pero mi papá me daba miedo cuando pasaba eso.
Me encontraba en una cárcel, visitando a mi papá, recuerdo que había albercas y había un tío también quien estaba allí, por lo que su familia también fue a visitarlo, y estábamos la familia de él y la mía juntos. Recuerdo estar jugando al rededor de una alberca. Ya me habían sacado y ya estaba cambiada con otra ropa, pues ya casi nos íbamos a ir. Recuerdo ver a una prima y saludarla con alegría, acercándome a ella para abrazarla solo siento un empujón qué me tira al agua de nuevo, mientras yo solo pataleaba y manoseaba, pues no sabía nadar aun. Solo escuchaba carcajadas y a mi mamá gritándole a mi papá que entrará por mi.
Me recuerdo a mi junto a mis abuelos. Mientras mi abuelita estaba en la cocina, mi abuelito me interpretaba una historia con una cortina blanca las luces de la sala apagadas y una vela, las sombras me daban la historia junto a las voces qué mi abuelito hacia para darle vida a los personajes detrás de aquella tela.
Un personaje qué era cuic. Creo que así se llamaba o así le decía yo. Era unos ojos en la mano de mi abuelito, platicaba por mucho tiempo con ese personaje.
Recuerdo ir en un camioneta junto a unos tíos y mis papas, llevábamos maletas y teníamos mucho tiempo que estábamos dentro de esa camioneta. Paramos por un ratito y todos se bajaron, algunos con cara de preocupación y otros con sueño. No entendía que había sucedido, pero después entraron, algunos riéndose y otros solo con una sonrisa. Más tarde sucedió un accidente automovilístico cerca de nosotros, pero no nos alcanzo. Mis padres no me dejaron ver que había sucedido. Pero por lo que escuchaba había sucedido algo fuerte.
Después de estar mucho tiempo en la camioneta, llegamos a otro lugar, llegamos a una casa que estaba en una esquina. Estaba chica la casa, pero había 3 habitaciónes, mis papás y yo nos quedaríamos en una de ellas. Al principio todo parecía aburrido. No conocía a nadie, y no tenía primos de mi edad para jugar. Mi prima era una bebe, muy chica para jugar con ella.
Ibamos a la iglesia, y había muchos niños de mi edad, pero no me hablaban. Era muy confuso para mi todo eso. Me apuntaron en la primaria y creí que sería como en el kinder, donde tenia muchos amigos, donde tenia muchos niños detrás de mi queriendo ser mis novios. Pero no fue así. Me iba muy mal, y no quería ir a la escuela, después de unos meses.
Al principio todo estaba bien, nadie me hablaba, pero después de semanas y meses. Ya no quería asistir a la escuela. Se los decía a mis papás, pero ellos solo me ignoraban o me decían que iba a mejorar todo.
Mi abuelito también ya no me daba la atención que tenia antes. Mis padres se ponían más raros cada vez. La atención que tenia de toda mi familia se fue quebrando hasta convertirse en nula atención.
En la escuela se burlaban de mi, y cuando me quejaba con el maestro al principio si les llamaba la atención a los compañeros, pero después solo me decía que los ignorara, pues al final del día, sabía que lo que me decían no era verdad. Al ver que por más que me quejara con el profesor no hacía qué dejaran de decirme cosas y al ver que mis padres tenían sus propios problemas y mi familia igual, entendí que esa situación tenía que superarlo sola.
Trate de ignorar el hecho de que cualquier cosa que hiciera o dijera era combustible para las palabras hirientes de mis compañeros. Trataba de concentrame, pero había veces que sus palabras me calaban muy en el fondo de mi. Empecé a tenér problemas con mi físico. Una niña de 6, 7 años. Que comenzaba a tenerle miedo a la comida. Una niña de 6, 7 años que comprendía las situaciones familiares. Las discusiones. Que desde muy jovencita escucho y presenció tantas cosas que a su edad no debería saber.
Desde esa edad cargando con responsabilidades que no debió cargar.Mis padres me preguntaron si quería un hermano, recuerdo que yo pensaba que al tener un hermano este me protegería de todo lo que me estaba sucediendo, qué el me pondría la atención que se me había arrebatado por cualquier situación. Que el me consentiría como antes. Así que acepte, aceite por que así no tendría que lidiar con tantas cosas en la mente.
Pero me equivoque. En la iglesia, no parecía ser diferente a la escuela. Incluso era peor, por que de quien menos esperaba, eran los que más me desepcionaban.
Recuerdo que en toda mi infancia y parte de adolescencia, tanto en la iglesia como en la escuela nunca me dejaron de decir cosas. Y en serio, cada palabra me ofendía y me lastimaban. ¿Que había hecho yo, para que me dijeran esas palabras? ¿Por que yo?, tan mala persona era? Por que si había más compañeros y más goriditos qué yo, solo a mi me decían cosas ofensivas? Por que cada vez que mi mamá me hacía peinados bonitos, ellos me arruinaban el día mofsndose de todo lo que yo hacía? De la ropa incluso?
Pero la pregunta que más me hacía era... ¿Realmente me merezco todo lo que me esta sucediendo?.
En la iglesia tal ve, no me decían cosas ofensivas, pero el que me excluyeran de todo, o que me ignoraran, no hacía más que hacerme sentir más mal.
Sucedieron muchas cosas, nos mudamos a otra casa por muchos problemas familiares, hubo una temporada donde todo iba muy mal, no teníamos que comer. En la escuela todo seguía igual o peor. Pues empujones ahora también me hacían. Y yo. Siempre me mantenía callada, eran mis problemas, y nadie más tenía que saber de ellos.
Comencé a tenerle miedo a las personas. Pero a la vez, era muy habladora. Hablaba mucho. Y al parecer eso hizo que mucha gente que se acercaba a mi, se alejara.
Ahora yo sin querer, alejaba a la gente por no saber comunicarme.
Nada ah mejorado hasta ahora. Creo que... El problema al fin de en cuenta, si era, y soy yo.
Por eso en el amor somos un desastre, por eso las amistades no me duran, por eso nadie me habla incluso ahora. Por eso siempre estoy sola.
Ahora entiendo, que mi vida se basa en soledad y vacío. En desepciones y no en felicidad.
Desde los 8 años, aprendí a tenerle miedo a la felicidad. Pues cada vez que yo era feliz, la tristeza y el dolor eran el doble qué de la felicidad que había tendió. Y así ah sucedido incluso hasta ahora.
Solo hay una pregunta que me ronda ahora en la Cabeza.
¿Cuanto tiempo más podré seguir aguantando? Cuanto tiempo seguiré viviendo así?
Hay tantos recuerdos de mi vida, más sin embargo, la mayoría son tristezas, Desepciones, lamentaciones y arrepentimientos. Y por cada año que pasa, más recuerdos así se suman.
¿Cual será el último recuerdo qué bage en mi mente antes de dejar de vivir?
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dope
Teen FictionLa viva imagen que antes se presentaba en mi espejo, ahora solo muestra una imagen sin vida.