Un primer paso

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"Cuando no tienes nada, vez en un ángulo único la vida" es lo único que recuerdo del orfanato en el que comencé mis primeros recuerdos.
Mi nombre desde que tengo recuerdos es Luna y mi nombre nació la noche en que me encontraron en las puertas del orfanato y me pusieron así porque en esa noche el astro ilumino más intenso que nunca como si me quisiera darme ese nombre, eso decían las personas que me cuidaban, aunque yo lo tomaba de manera graciosa y me gane cariño dentro de ese lugar.
Allí veía con ojos curiosos a los demás niños, ya que ellos mostraban lo que es una familia y yo que no tenía nada más que mi propia vida, así comenzó mi deseo de poseer ese maravilloso sueño de edén y no me importaba más.


Pero la sonrisa que el destino me dio, no era mía más bien era de alguien más.
El día de mi adopción lo recuerdo claramente, ya que estuve desde el momento que bajaron del auto.
Pasaron a la dirección y los niños atrás de ellos cada uno con la esperanza que esta vez sean ellos los afortunados de vivir ese sueño.


Entraron y comenzaron a conversar, no tardaron en ir al porqué estaban ahí. Dieron características precisas sobre la niña que deseaban ver, parecía que deseaban a alguien específica.
Las características que nombraron eran como si me estuvieran hablando de mí estaba tan emocionada, ya que sabía que eso significaba. La impresión fue más grande para la directora del orfanato, puesto que les habían mandado a ver pertenecían a la familia Saya Victorian, una de las familias más poderosas, que son cercanas al rey y su círculo privado.


La directora me hablo inmediatamente porque coincidía en todo.
Al comienzo me hicieron presentarme estaba muy nerviosa, pero ni bien comencé a hablar me interrumpieron y dijeron con una voz arrogante:
Va a funcionar, es sorprendente él parecido a ella.
Y sin decir más avisaron que me querían y que llegarían en unos días para llevarme así prepararon todo.
La directora y los que me cuidaban dijeron:
Vas a vivir como princesa, nunca te va a faltar nada, qué afortunada eres.
Por el exterior sonreía, pero en el fondo tenía dudas.
Porque me escojan solo por mi aspecto.

Pasaron una semana y alistaron todo para mi partida.
Eran las 3 de la tarde y apareció un auto negro en la puerta del orfanato y de ella salió una mujer. La dama era joven no parecía más de 24 años, muy hermosa y vestía lo más elegante hasta yo creí que era la reina en persona.
Ni bien me vio se acercó a mí y dijo:
Te pareces mucho a ella, serás perfecta para esto. Desde ahora te llamarás Estela la hija predestinada a ser cabeza de la familia Saya Victorian. Sienta de agradecida.

Firmo todo lo docentes que pidieron y dijeron que nadie se tenía que enterar a cambio de ayudar al orfanato económicamente y poco después. Tomaron mis cosas y me llevaron al auto.
Y así comenzó mi vida como alguien que no era que remplazaba a alguien que hasta ese momento no sabía qué le había ocurrido.

Siempre he querido ser yo misma, pero creo que eso ya no se hará realidad.

Heredera huerfanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora