CARPE DÍEM ✔️

Capítulo 5

—Hola perra— Corina alza las manos para que la vea y yo ruedo los ojos algo molesta.

—Te he dicho que no me digas así — le repito por quintesima vez.

Toma asiento a mi lado en la grama del jardín y yo volteo hacia el otro lado de la casa asegurándome de que Chispas no esté cerca.

—Te tengo que decir algo — empieza y le hago un gesto para que continúe — No lo vayas a tomar a mal...

—¿Qué hiciste?— La corto de una.

—Alex y yo somos novios — abro y cierro la boca intentando tragarme la sorpresa y las ganas de llorar.

Sabía que me gustaba, sabía que hace meses había estado saliendo con él y aún así no le importó.

—¿Por qué?— pregunto pareciendo estúpida.

—Te dije que no te lo tomaras a mal, le reclamé porque no vino a la cena. Discutimos, una cosa llevó a la otra y ya sabes; después de todo tu cliché favorito es el enemies to lover—

¿Ya sé? ¿Qué sé? ¿Que se metió con el chico que me gusta nuevamente?

—¿Ya tuvieron relaciones no es así?— pregunto tragando el nudo de mi garganta.

—Obvio, es algo que los hombres quieren y tú no puedes darle por tus creencias estúpidas.

—No son creencias estúpidas — me defiendo molesta y ella hace un gesto de poca importancia.

—Bueno ¿no vamos a pelear por un hombre verdad? Eso sería ridículo, por Dios. Somos mejores amigas; deberías alegrarte por mí.

—Vete— pido con los ojos llenos de lágrimas y ella suelta una carcajada.

—Estás siendo inmadura como...

—¿Cómo cada vez que te metes con el que me gusta?— la enfrento y se encoge de hombros — Vete, Corina. Presumele a todos que te volvieron a elegir a tí cómo siempre.

Y, dicho esto. Entro a la casa hecha una furia...

Cuándo subo a mi habitación lo primero que encuentro es a Lucian recogiendo las herramientas que utilizó para arreglar la puerta. No le hago caso, solo me limito a tirarme en la cama y arroparme de pies a cabeza.

Menudo día he tenido...

Sé que es una ridiculez, sé que es cuestión de días para que volvamos a hablar y ella empiece a presumir del maravilloso novio que tiene como siempre. Pero ahora, solo quiero estar alejada de ella el mayor tiempo posible.

El sonido de la puerta abriéndose hace que asome la cabeza para ver quién es. Encontrándome con papá comiendo un chupete.

—¿Problemas en el paraíso?— pregunta y extiendo mis manos para abrazarlo.

—¿Crees que Chispas pueda comérselo sin sufrir indigestión?— pregunto irónicamente y para mí sorpresa, se queda callado... —¿Qué hiciste?— Pregunto y el hace un gesto inocente.

—Solo fue un susto.

—Papá...

—Tu amiga, que nunca me ha dado buena espina y siempre te lo he dicho; le dijo a Jora que el pendejito ese que te gusta ahora es su novio. Así que solo fué un disparo inocente, ni siquiera le pegó.

—Pues mal hecho— Lo riño — Es un adolescente, debías darle en la cabeza a ver si era de buena calidad.

Ambos reímos fuerte y el me pasa de los chuches que siempre guarda en los bolsillos de los pantalones.