27.- Tomarlo o dejarlo

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ADVERTENCIA: CONTIENE PEQUEÑAS PARTES 🔞

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CAPÍTULO 27:
TOMARLO O DEJARLO


-Pero, ¿no viste quién hizo esto? ¿Cámaras de seguridad? ¿No hay aquí?-. Dijo Mark.
A pesar de que tenía su rostro mojado por las lágrimas, mantuvo la calma.
-Sí, fue una camioneta negra que, apenas chocó mi auto, se fue. De todas formas, mi hermano dijo que tiene seguro y él se hará cargo-.
-Entonces, por ese lado estás bien-. Respondió Mark dándole una caricia en su cara, como si quisiera borrar esas pequeñas huellas húmedas que dejaron las gotas saladas.
Gun le devolvió una sonrisa cariñosa.
-Sólo que no tendré cómo movilizarme cuando tenga que trabajar o ir al ensayo-.
Cuando el chico mencionó esa palabra, Mark recordó la noticia difícil que debía comunicar. Su rostro se colocó serio y comenzó a hablar.
-Eh, hablando de eso... Tengo que decirte algo importante-.
-¿Qué pasó?-.
-Debemos irnos de inmediato a la sala de ensayo. Pasó algo grave-.
Gun sólo escuchaba con atención sin pronunciar palabra alguna, lo que orilló a Mark a continuar.
-Los instrumentos fueron robados, así que tenemos que irnos rápido-
-¿Qué dijiste?-.
-Lo que escuchas, así que vamos-.
Mark tomó a Gun de la mano y se lo llevó sin perder ningún minuto.
Durante todo el camino, no hubo ningún tipo de comunicación entre ambos hasta llegar al sitio donde los esperaban los otros tres integrantes acompañados de Saint. Gun miró la sala totalmente vacía y se acercó a Perth para preguntar por lo sucedido. Cada detalle fue informado con el fin de tener a todos los de la banda al tanto del problema.
-¿Qué vamos a hacer ahora? Llevamos poco tiempo en esto y tenemos dos lugares donde nos tenemos que presentar-. Preguntó Gun después de toda la noticia que se le entregó.
-No lo sé. Sólo tengo en mente la llegada de la policía para que pueda tomar nuestras declaraciones-. Respondió Perth.
-Sí, pero no tenemos los instrumentos para ensayar y tenemos trabajo-. Exclamó Title.
Nadie daba buenas soluciones, y las alternativas que quedaban eran escasas. No había manera de continuar con este gran sueño que estaban cumpliendo.
-Escuchen,- dijo de pronto Saint, que estaba sentado a un rincón mientras observaba la situación-, creo poder tener una solución-.
Todos miraron a Saint, y Perth se acercó sentándose junto a él.
-¿Y cuál sería tu solución?-.
-Puedo permitirme la compra de la batería del grupo. No lo sé, tal vez puede funcionar que cada uno pueda reponer algún instrumento. No será con todo el equipamiento que tenían antes, pero puede servir de algo-.
Prontamente se les iluminó la mente. Gun fue el primero en animarse.
-Tienes razón. Además, sólo sería para los ensayos, ya que ambos bares nos proporcionan los instrumentos. Creo poder reponer mi bajo eléctrico-.
-Yo puedo reponer mi guitarra eléctrica-. Añadió Title.
Plan bajó la cabeza y con tono triste añadió.
-Pero yo no tengo dinero para pagar la batería que piensas comprar, Saint-.
-No te preocupes por eso, sólo tómalo como una donación de mi parte-.
Perth miró a Saint con seriedad y este al sentir aquellos ojos puestos en él, volteó su rostro para verlo.
-¿Por qué estás haciendo esto?-.
-Porque no puedo ver sufrir así a mi mejor amigo. También lo hago... por ti-.
El oyente quedó atónito y la sala quedó en silencio.
Plan saltó inmediatamente al escuchar a Saint.
-Esperen... ¿Hay algo que está pasando entre ustedes dos?-.
-No es nada, es sólo que...-.
Perth intentó excusarse, pero no encontraba las palabras. Lo de Saint lo había dejado un tanto nervioso por lo que sólo salía titubeos de su boca.
-¡Buenas tardes!-.
Dos agentes de la policía ingresó al lugar salvado prácticamente a Perth, quien se concentró más en atender a los agentes y dejar las explicaciones de lo sucedido para otro momento.
-Buenas tardes-.
-Hemos venido a investigar lo del robo-.
-Sí, claro-.
Todos los chicos se acercaron al par de policías para escuchar la información. Perth inició la historia de cómo sucedieron las cosas, según su punto de vista, apoyado por Plan. Pero Saint se alejó del grupo llamando la atención de su amigo Gun.
-¿Dónde vas?-.
-Debo ir por mis maletas. Con todo este asunto, olvidé que quedé con mi madre para cenar esta noche. Le dije que me esperara hoy-.
-Entonces, ¿te quedarás con ella?-.
-Sí. Tiene una casa aquí en Bangkok y le pedí que viviéramos allí una temporada junto a algunos de mis tíos que viven aquí también-.
Gun no pudo evitar preguntarle lo que quizás era muy obvio.
-Dime, ¿lo haces para estar cerca de Perth?-.
-No puedo negarlo-.
Sin más que argumentar, Saint se despidió de su amigo y se fue sin que ninguno de los otros chicos se diera cuenta de su ausencia, hasta que la pequeña reunión terminara.
Los policías tomaron nota de todo lo argumentado y posteriormente indicaron los pasos a seguir de la investigación.
Al terminar, se retiraron.
-Bueno, eso quiere decir que debemos dar por perdido los instrumentos-. Dijo Title después de que las siluetas de los uniformados desaparecieran.
Plan inmediatamente le llamó la atención.
-No seas pesimista, sólo debemos confiar. Por el momento, no podremos ensayar hasta poder reponer poco a poco todo, pero sí podemos trabajar. Al menos ya sabemos algunas canciones-.
-Sí, pero esto es demasiado. Quiero decir, recién estamos comenzando y nos pasa esto. Realmente no nos merecemos que sucedan estas cosas-.
-Al menos tenemos una alternativa-. Dijo Perth.
Gun simplemente estaba en silencio junto a Mark, que no dejaba de revisar su celular. Quería mantenerse al margen de los problemas del grupo de su novio, puesto que cualquier palabra que pueda decir, alteraría la poca armonía que estaba quedando en el ambiente.
Perth miró hacia todos lados buscando a alguien. Era como si le hubiesen susurrado el nombre de Saint para recordar a ese chico.
-¿Dónde está P'Saint?-.
Mark respondió al segundo después.
-Ya se fue. Lo vi conversar con P'Gun y posteriormente se fue-.
-¿Se fue?-.
Entonces, se dirigió hacia Gun y preguntó por él consiguiendo la información necesaria para sentir su corazón aliviado. Aunque el chico no le agradaba del todo, una parte de su corazón quería seguir en contacto.
-Creo que ya no tenemos mucho por hacer aquí. De todas maneras, estaremos en contacto-. Dijo Mark tomando la mano de Gun y se dirigieron hacia su hogar.
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La noche acaecía y el cansancio de la pareja había caído debido a todo lo que había ocurrido en el transcurso del día. No demoraron en acostarse en la cama para reponer fuerzas.
Mark colocó su cabeza en las piernas de Gun mientras que éste revisaba su celular.
-Entonces, tu hermano se hará cargo del automóvil, ¿verdad?-.
-Sí, así que por el momento me movilizaré en el transporte público-.
-No te aflijas por ello, puedo llevarte-.
Gun bajó su cabeza y besó los labios de Mark.
-Sé que estarás para mí, pero no quiero tanta dependencia. Sólo haz tus cosas-.
Mark guardó silencio.
Su novio era una persona que a veces se comportaba de manera testaruda y sabía que no había forma de que pudiera cambiar de idea, por lo que respetó aquello sin discusiones.
-Bueno, ya me dormiré. Mañana debemos trabajar temprano-. Dijo Mark cambiando de posición colocando su cabeza en la almohada.
-Espera-, dijo Gun, -antes de que te duermas, quiero contarte algo-.
-Dime-.
En su mente organizó las ideas para poder comunicarlas, y rápidamente las anunció.
-Cuando subí tu video, alguien me envió un mensaje preguntando por ti-.
-¿Alguien?-.
-Era una cafetería. La dueña preguntó por tus habilidades en el canto, así que me reuní con ella para hablar sobre ti-.
Mark se enderezó rápidamente con una actitud sorprendida.
-¿Cuándo hiciste eso?-.
-Hoy-.
Gun se levantó de la cama y de su escritorio tomó una libreta donde había apuntado toda la información dada por Santa, la dueña de la cafetería.
-Mira, esto fue lo que me dijeron que te ofrecían-.
Mark leyó los apuntes de Gun y algunas hojas que la dueña había entregado con respecto al local, luego levantó la cabeza y miró a su novio con seriedad.
-¿Vas a decirme que aceptaste sin preguntarme si quería hacerlo o no?-.
-Por supuesto que no. Le dije que yo no intercedería por ellos. Si quieres trabajar allí, te apoyaré, pero si no quieres, también lo haré-.
Las palabras escritas en el cuaderno, estaban completamente desordenadas. Los horarios escritos estaban en una esquina encerrado en un cuadrado, luego estaba la dirección del lugar en el centro rodeado con un círculo. Un enredo que Mark logró desenredar poco a poco, pero hubo una frase que estaba escrita en grande, lo que hizo que finalmente tomara la decisión:
"EL INICIO DE SUS SUEÑOS".
-¿Por qué hiciste eso?-.
-Amas la música tanto como yo. No veo por qué no puedas hacerlo-.
-Pensaré si aceptó o no. De todas formas, gracias-.
Mark dejó la libreta en el velador, apagó su lámpara y se acostó. Gun siguió sus pasos y se posicionó junto a Mark buscando sus brazos.
-Mark, antes de que te duermas, he estado pensando y quiero proponerte algo-. Habló el chico en plena oscuridad.
-¿Sí?-.
-No quiero que estemos cambiando de departamento siempre. Quiero que estemos fijamente en un lugar. Así que, ¿podríamos vivir aquí?-.
-¿Por qué no en el mío?-.
-Porque queda más cerca de nuestro lugares de trabajo-.
Sin pensarlo, Mark accedió, con un leve "sí" que apenas podía oírse. Daba indicios de que la persona estaba quedándose dormida.
Gun, antes de conciliar su sueño, buscó los labios de Mark y los besó con suavidad, recibiendo una pequeña lamida como respuesta.
-¿Quieres hacerlo?-. Preguntó Mark.
-Sí, pero estás cansado. Creo que será mejor posponerlo para mañana-.
Una de las manos de Mark descendió hasta llegar a la entrepierna y se introdujo en el interior de los pantalones del pijama, apoderándose del miembro.
-¿Qué haces?-. Dijo Gun.
-Puedo ayudarte con esto al menos-.
El toque y los movimientos de su novio, ya eran parte de Gun, así que, al momento de iniciar su trabajo, el mayor simplemente se dejó llevar.
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En medio de la noche, el calor se apoderó de la habitación impidiendo que una de las personas continuara su sueño. Se despertó de golpe a causa del clima y del sueño que tuvo.
Al levantar la sábana, Gun miró su entrepierna erecta la cual impedía la calma y sugería ser aliviada cuanto antes.
El masaje que le había dado su novio hace unas horas atrás, no fue suficiente y tampoco quería despertarlo sólo para que pudiera ayudarlo nuevamente.
Despacio, para no despertar a su novio, caminó con pasos apresurados hasta llegar al baño donde inició lavándose la cara con abundante agua fría. Aún así, no funcionaba en absoluto y el ardor en su pene iba en aumento. Se sentó en el retrete y sin pensarlo, ingresó una de sus manos hacia el interior de su pantalón, ayudado por su mente que le traía recuerdos de las noches de sexo entre Mark y él.
-Ahhh... Duele...-.
Primero, recordó cómo eran los movimientos de Mark y los recreó para sentir que, al menos, la persona en su mente era la que estaba despertando su lujuria.
Manteniendo los ojos cerrados, su mente retrataba el momento de hace unas horas atrás, donde Mark lo masturbaba dándole placer a él y a sí mismo. Rodeaba el miembro de Gun subiendo y bajando su mano a su antojo. Gun también haría lo propio; buscar el miembro de Mark para copiar lo que le estaban haciendo.
Sus palabras llenas de lujuria, golpeaban fuertemente en su cabeza.
-Me encanta masturbarte...-.
-Mark.. no seas vulgar-.
En la lejanía de esta tormenta, una voz llega a sus oídos y un rayo de luz molestó sus ojos, espantando toda emoción.
-¿Quién es vulgar?-.
Pegó un salto que casi lo hace caer al piso, mientras la otra persona miraba desde la puerta con una cara de picardía.
-¡Mierda! Mark, ¿Qué haces ahí?-.
-¿Por qué no me dices que aún no estás satisfecho?-.
Gun no supo qué responder y sólo bajó la cabeza.
Mark caminó hacia Gun y echó un vistazo por debajo del pantalón de Gun donde aún mantenía su mano.
-¡Vaya! Sí que necesitas ayuda-.
El mayor no hizo intento por apartar a Mark. Sin embargo, la vergüenza de que su novio lo viera dándose placer, hizo que perdiera movilidad en su cuerpo.
Por su parte, Mark se excitó cuando vio a Gun en tal acto. Se veía demasiado atractivo.
-Amor, no te cohíbas. Ven acá-.
Tomó su mano y lo ayudó a levantarse para que mirase hacia el espejo.
-¿Probamos esto?-.
-¿Eh?-.
Gun posicionó su manos en el lavamanos y Mark atrás, lo aferró de la cintura al tiempo que giró su cabeza para que se miraran a través del espejo.
-No cierres tus ojos y sólo mantente enfocado en tu reflejo-.
Era la primera vez que miraría su expresiones cuando está teniendo sexo, por lo que sintió temor de verse como un maldito enfermo pervertido.
Mark deslizó sus manos y llegó hasta su pene erecto, retomando las acciones pausadas.
-¡Ahh!-. Exclamó Gun e inconscientemente cerró sus ojos.
-No los cierres-.
Al abrirlos, vio a una persona que estaba enrojecida como un tomate con su boca abierta, gimiendo sin cesar. Era vergonzoso pero erótico a la vez.
Mark continuaba con su labor, pero su pene reaccionó cuando miró el reflejo de Gun, así que, con apuro, bajó sus shorts de pijama y los de Gun, exponiendo sus glúteos y se sumergió en él.
-Ahh...Ahggg... Mark...-.
Esto sorprendió a Gun, que no se esperaba ser penetrado, pero sintió satisfacción al obtener lo que su cuerpo pedía. Intuitivamente, levantó una pierna, apoyándola en el borde de un banquillo que tenía a su lado para facilitar el trabajo a Mark.
-P'...P'... ahhh.. Tu cuerpo... es delicioso-.
Ninguno de los chicos perdió contacto con su reflejo, y entre más miraba como gemían, más excitación sentían.
Gun se vio realmente cómo se excitaba él y Mark.
"Me gusta cómo nos vemos. Por favor, nunca dejes de amarme así" Pensó Gun.
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