Guía para criar a mis lindos maridos

Capítulo 870: Aplastarlos hasta la muerte parte 1 (870-875)

El jefe de la aldea entrecerró los ojos cuando escuchó la sugerencia de la mujer. Recordó cómo fue regañada por los funcionarios por no hacer un buen trabajo mientras que la señora Gu era tratada con honores, claramente, esa mujer podría haberla ayudado, pero quería ser la única que mantenía el centro del escenario, por lo que la ignoró deliberadamente a ella y a su pueblo.

La aldea del gran río incluso podía alimentar a los hijos mer que eran inútiles hasta que eran gruesos y gorditos, mientras que su propia aldea no dependía de nada más que de la carne de sus propios aldeanos. Ni siquiera pudieron comer una sola comida completa mientras el pueblo del gran río comía tan bien que incluso podían alimentar a los mers.

"Vamos", el jefe de la aldea estuvo de acuerdo con la sugerencia de la mujer. A sus ojos, era justo que esas personas despiadas del pueblo del gran río murieran, ¡de esa manera podrá obtener suficientes granos y carne!

El pueblo del gran río y el pueblo de la gran piedra estaban separados por dos montañas. Uno estaba fuera de la jurisdicción de ambos pueblos, mientras que el otro estaba bajo el control del pueblo del gran río, pero ambas montañas estaban conectadas, siempre y cuando se aseguraran de que la nieve que se amontonó en la montaña que no estaba bajo el control de ningún pueblo, podrán crear una avalancha lo suficientemente grande como para que todo el pueblo sea enterrado y todos los que estaban hay murieran.

La gente del pueblo de la gran piedra pasó por el camino que conducía a la montaña y desperdició otras tres horas mientras subían a la cima de la montaña, donde la nieve estaba peligrosamente apilada y jadeaba fuertemente.

El jefe de la aldea de la gran piedra no quería venir con los aldeanos. Después de todo, estaba acostumbrada a ordenarlos, ¿por qué debería importarle esas cosas? Lo que es más, si alguien vio su cara, entonces sabrán que ella también estaba en el plan de crear esta avalancha hecha por el hombre.

Sin embargo, los aldeanos la convencieron. Uno de los aldeanos le dijo en voz alta: "el jefe del pueblo del gran río nos está mirando claramente hacia abajo. El jefe de pueblo Gu no nos dio ninguna cara cuando se acercaba la inundación, su pueblo está tan cerca del océano que seguramente sabía que algo estaba sucediendo, pero nos ignoró y solo salvó a su propio pueblo y brilló como una mujer heroica a los ojos del funcionario, ¡el jefe del pueblo! ¿Vas a verlos intimidarnos en silencio?"

"Así es, jefe de aldea y solo vamos a colarnos en la montaña donde todo el mundo puede ir y venir, ¿quién dudará de nosotros? Y para cuando entremos en su pueblo, ¿no significa eso que ya serán aplastados hasta la muerte? Jeje, entonces, ¿quién verá tu cara y quién se quejará?" Otro aldeano se burló.

La cabeza del pueblo de la gran piedra lo pensó y luego asintió con la cabeza, el pueblo del gran río podría ser un pueblo rico con mujeres y bestias robustas, pero después de la avalancha, ¿cómo sobrevivirán? Todo su pueblo será enterrado en la nieve y morirán después de ser aplastados por la nieve.

Ese pueblo claramente tenía suficientes granos para alimentar a sus hijos mers y mer que eran inútiles, solo podían dar a luz a niños, pero ¿había alguna falta de mers en este mundo? ¡No! Incluso si un mer murió de hambre, podrán casarse con otro y llevarlo a su pueblo y dar a luz a hijas regordetas, a diferencia de esos mers, eran mujeres de las que dependía todo el pueblo.

Pero en lugar de darles comida y granos después de descubrir que tenían tanta hambre que estaban recurriendo a comer a sus propios aldeanos, ¡esas personas solo se preocupaban por sí mismas y por sus inútiles!

¿Qué puede hacer un mer? ¡Era mejor para ellos darles esos granos que les estaban dando de comer a esos mers!

Un grupo de personas tan despiadas, ¿quién sabe si terminaron sobreviviendo? Era mejor que los viera enterrados en la nieve por sus propios ojos.