𝐄𝐑𝐎𝐒 ❝Bᴇʟʟᴀ Sᴡᴀɴ❞

11. El verano llegó a su fin

El verano acabo más rápido de lo que Arthur hubiera querido, ya estaba todo listo para que su familia partiera esa misma noche, se sentía triste y emocionado en partes iguales, después de hablar con su padre sobre todo lo ocurrido cuando "enfermo" este le reveló que ya lo sabía y que por esa razón decidió visitar La Reserva, pues su abuelo se puso en contacto con él para que pudieran ir y Arthur logrará conectar con sus raíces, muy independiente de su madre.

Se sentía como si hubiera pasado una eternidad desde ese entonces, Arthur ahora tenía una buena relación con su abuelo, supo la historia de su tío Quil y se sintió muy agradecido de que su padre rompiera la tradición de que todos los varones en la familia Ateara llevaran por nombre Quil; también descubrió que su primo era su persona favorita y que le gustaba mucho pasar tiempo con él e incluso sus amigos, empezó a tener una relación cercana con Sam, Jared y Paul, en realidad, su vida dio un giro por completo, aquella reserva indígena le enseño que había muchas cosas que todavía no hacía o conocía como para centrarse por completo en la universidad.

—No tienes que irte con ellos —murmuró Arthur ayudando a Toni a empacar las pocas cosas que tenía, las ojeras debajo de sus ojos eran bastantes notarias, así como las marcas de la ansiedad con la que vivía día con día —, lo sabes, ¿verdad?

Toni le regaló una pequeña sonrisa cerrando la bolsita de viaje donde iban sus artículos de aseo personal, después puso una mano sobre su hombro dando un ligero apretón que salió tembloroso y sin mucha fuerza.

—Se que no tengo que hacerlo —ella dijo con calma —, pero quiero hacerlo. Tu padre encontró un buen programa de rehabilitación para mí, quiero tomarlo, terminar la escuela y entonces podré alcanzarte aquí.

Arthur asintió, él no podía decir que entendía la guerra que su amiga estaba librando consigo misma, pero se sintió emocionado por su fuerza de voluntad y lo decidida que estaba a seguir su recuperación.

—¿Me avisaras si pasa cualquier cosa?

Toni le dio una sonrisa genuina que mostró todos sus dientes, eso fue suficiente para creerle. Arthur también prometió que estaría al pendiente todo el tiempo, tanto que incluso se hartarían de él.

Casi al final de la mañana, todos terminaron de empacar por lo que subieron las cosas a los autos y condujeron directo al aeropuerto. Arthur se despidió de su padre, su hermana, su abuela y su mejor amiga, prometió que se portaría bien y que la casa estaría en completo orden; en un principio, Richard no estuvo seguro sobre dejarlo solo en La Reserva en una enorme casa, pero al final llegó a la conclusión de que era la única oportunidad que tenía para permitirle a su hijo demostrar que podía cuidar de si mismo y su patrimonio heredado.

Cuando llegó la noche, tomo su turno para patrullar, no había demasiada actividad por lo que Sam les permitía hacer rondas a solas para que todos pudieran descansar. Arthur anduvo por todo el bosque alerta hasta que llegó a lo que parecía ser un claro, la vegetación verde y rebosante de vida le daba un aspecto mágico, como si todo hubiera sido acomodado para que estuviera así, entonces captó un aroma dulce combinado con algo cítrico, resulto una combinación casi perfecta que le dio ganas de poner a escribir en ese instante sobre la persona desconocida que olía de ese modo.

Estaba corriendo cerca del pueblo cuando lo escucho, un grito desgarrador y ensordecedor que hizo que sus sentidos se paralizaran por unos segundos, entonces emprendió carrera para buscar a la persona que gritaba, paso por varias casas, pero todos sus habitantes dormían; no se rindió hasta que llegó a una pequeña casa que no conocía, la fachada mantenía un color blanco brillante pese al barro en exceso de Forks, entrecerró los ojos cuando noto un coche patrulla estacionado justo detrás de una camioneta Chevy naranja bastante vieja, un nuevo grito lo alerto, prestó atención a la casa sintiendo una extraña opresión en el pecho por el dolor que reflejaban aquellos llamados de auxilio disfrazados de pesadillas.

«¿Bella? Bella despierta, es solo un sueño». La voz le resulto conocida, pertenecía al jefe Swan.

Arthur se sentó sobre sus patas traseras prestando atención a lo que ocurría dentro de la casa, dos corazones latían con fuerza, solo que uno parecía errático, como si su propietario estuviera aterrado, el chico supuso que se trataba de Bella Swan.

«Lo siento, lo siento. Vuelve a dormir, papá. Solo fue una pesadilla».

«¿Segura que no quieres ir a casa con tu madre?»

«¡No! ¡Solo fue un mal sueño!»

Charlie soltó un suspiro, después se escucharon pasos perezosos contra el suelo y una puerta cerrándose. Arthur se quedó en su lugar incluso cuando escucho otro par de pies golpear el piso, la cortina se abrió de forma rápida dándole un fugaz vistazo de Bella, no podía estar seguro, pero ya no quedaba rastro de la chica que había conocido semanas atrás.

A su mente llegaron las imágenes que vio en la mente de Sam de cuando Bella desapareció tras la partida de los Cullen, el mismo día que Arthur se había transformado. Delgada, demacrada y temblorosa, casi podía jurar que se veía de un color gris tan indefensa y desprotegida, que lo hizo estremecerse.

Cualquiera que se atreviera a lastimar a alguien de esa forma, no merecía nada bueno en el mundo. Cualquiera que considerara correcto abandonar a alguien en mitad del bosque en un estado catatónico, no merecía más que la muerte; no importaba si sus interacciones con la chica fueron escasas o llenas de una rivalidad que ninguno sabía que estaba ahí, ella no merecía estar rota de la forma en que lo estaba.

«¿Arthur?» la voz somnolienta de Jared resonó en su cabeza como un eco muy diferente a como se escuchaba cuando le hablaba en su forma humana, Arthur todavía no se acostumbraba a eso del todo.

«¿Qué pasa?» se puso de pie estirándose en la tierra, dejando que algunas ramas y piedras se le metieran entre las patas.

Sintió como cada musculo de su cuerpo se estiraba haciendo que se relajara casi de inmediato, bostezo sin poder evitarlo, esperando la respuesta de su amigo.

«Ya casi amanece, quería estirar un poco antes de prepararme para la escuela. ¿Por qué estas en casa de Charlie?»

«Curiosidad, ahora te alcanzo».

Cortito pero un poquito de Bella y Arthur, en los proximos capitulos tendremos más de ellos y la imprimación ya está cerca.

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