Encerrados -Wigetta-Lime-

One-shot

Guillermo escuchó la puerta de entrada cerrarse, había olvidado por completo que su compañero tenía que salir esa tarde, pero no le dio importancia, de igual forma no lo necesitaba. Siguió con su trabajo de editar un nuevo video de Apocalipsis Minecraft, solo tenía que hacer unos pequeños cortes y renderizar, pero al hacer capítulos tan largos, el identificar los momentos en que tenía que cortar era un poco complicado.

Después de terminar con su oficio, se dirigió a la cocina a prepararse un sándwich de cenar, ya habían pasado más de tres horas y Samuel no regresaba, más no se preocupó, tal vez tendría algo urgente que hacer. Con estos pensamientos y su comida en la mano, iba a regresar a su habitación para ultimar unos detalles de un proyecto cuando escuchó a su compañero llegar a casa y de manera muy ruidosa.

—Willy, compañero, mira lo que traigo—comentó felizmente mientras sacaba de una bolsa una lata de cerveza, oh no, pensó Willy, estuvo bebiendo.

—¿Estuviste tomando?—preguntó mientras le daba un mordisco a su sándwich, parecía un poco la típica novia preocupada, pero es que era su compañero de piso, no está de más el preocuparse por su bienestar.

El mayor negó con la cabeza y se dirigió a la cocina donde dejó la bolsa y sacó una de las latas, la abrió enfrente del menor quien lo observaba esperando a lo que fuera a responder y tomó un largo trago para luego acercarse a Guillermo extendiéndole la lata.

—Solo bebí una o dos, Luzu fue el que se bebió hasta el agua de los floreros, pero yo quería festejar aquí en casa con mi compañero de aventuras—dijo pausado sin quitar la vista de los pequeños ojos del menor, así que estuvo con Luzu, fue lo que pensó este, pero rápidamente alejó todos sus pensamientos al sentir cómo Samuel acercaba la cerveza a sus labios, como forzándolo a tomar.

—No quiero, mejor vete a festejar en solitario—habló con un tono borde, no es que estuviera molesto, pero tenía mejores cosas que hacer que tener que cuidar a un posible Samuel borracho. El mayor frunció las cejas en desaprobación, así que tomó a su amigo por los hombros y volvió a acercar la bebida—. Además no sé qué estaban festejando.

—Así que es eso—Samuel se alejó un poco y pensó lo que iba a decir, a vista de Guillermo, el mayor estaba totalmente embriagado, se le notaba en su forma lenta de hablar, su rostro ligeramente sonrojado y la torpeza de sus movimientos; estuvo cerca de abrir la puerta de su habitación y dejar al borracho solo en medio de la sala, pero nuevamente su amigo lo detuvo—. Pues... ¡Que me caso, amigo mío!

—¡¿Qué?!—preguntó un sorprendido Guillermo, no tenía idea de lo que estuviera hablando el mayor, pero este al verlo incluso un poco asustado solo pudo reír volviendo a tomarlo por los hombros.

—Que es broma, es que te lo crees todo, chiqui—dijo mientras pellizcaba una mejilla de Guillermo como si estuviera mimando a un niño pequeño. El nombrado no solo estaba enfadado por ese chiste de mal gusto, sino que quería salir de ahí cuanto antes, pocas veces había tenido la desgracia de ver a su amigo tomado, pero solo eso bastó para darse cuenta que Samuel se ponía un tanto cariñoso en ese estado.

Guillermo se soltó del agarre del mayor y abrió la puerta de su habitación, no quería ser el flanco de las burlas de Samuel, mucho menos ahora cuando se ponía tan pesado.

—Ey, Willy, un festejo sin motivo alguno de vez en cuando no hace daño—Samuel volvió a detener al menor cerrando la puerta de un portazo, no se encontraba muy borracho, pero le encantaba fingir que lo estaba, más que todo porque así la gente solía ser más sincera con él y se daría cuenta de lo que realmente pensaban de él.

El menor suspiró rendido, no podría hacer nada hasta que Samuel lo dejara quieto, así que tomó la cerveza que este tenía en la mano y dando rápidos tragos se la tomó en un instante, se sintió un poco mareado ya que no es recomendable beber tan deprisa, pero entre más pronto este pesado lo dejara podría volver a su trabajo sin problema.