Shhhh

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De pronto comencé a escuchar a Sherlock gritar y muchos golpes en la planta principal.
Intenté derribar la puerta pero estaba cerrada desde fuera.
Comencé a pensar que no podría salir de allí cuando escuché como se abría.
Salí rápidamente y todo estaba en silencio y calmado.
-¡Sherlock!- grité buscando su respuesta pero solo había silencio y la voz de John llamando también a Sherlock.

Corrí todo lo rápido que pude y Sherlock estaba en el centro de la sala muy golpeado y la sangre brotaba de unos mordiscos y arañazos que tenía además de su cráneo.
-¡Sherlock!- dije arrodillándome a su lado para taponar la herida de su cráneo llorando -¡Abre lo ojos Sherlock!-
-Oh Dios mío- dijo John llamando a una ambulancia -quédate aquí con él-
-Sherlock por favor- dije sollozando -no puedes morir, tú no-

Lloraba y lloraba pero Sherlock no despertaba.
Sus ojos estaban totalmente cerrados y la sangre seguía saliendo de sus heridas.
De pronto comenzó a murmurar.
-Sherlock- dije sin dejar de apretar su cráneo -mirame, estoy aquí-
-¿Qué me ha pasado?- dijo él algo confuso.
-Te dije que no era buena idea venir aquí- dije besando su frente con dulzura -creí que te había perdido-
-Tranquila- dijo él sonriendo intentando levantarse.
-¿Qué haces?- dije volviendo a tumbarle -Estas herido y no debes levantarte-
-Estoy bien- dijo él sentándose.

Le quité la camiseta de su pijama que estaba llena de sangre, pero no tenía ningún rastro de mordiscos o arañazos, ni siquiera un solo golpe.
La herida de su cráneo estaba cerrada por completo.
-Pero...- dije -estabas...-
-Ha sido muy duro cielo- dijo él tomando mis mejillas -estás cansada de golpear esa puerta-
-Pero John también lo ha visto- dije.
-Todos estamos cansados- dijo él - simplemente me desmayé-
-Tal vez- dije suspirando cuando los médicos entraron.

Nos atendieron perfectamente y Sherlock estaba totalmente normal, no tenía ni un solo rasguño.
-Es increíble- dijo John -estaba sangrando a borbotones y ahora no tiene un rasguño-
-Ese no es Sherlock- dije suspirando.
-¿Qué?- dijo John.
-Mírale- dije para que viese como intentaba seducir a las mujeres -él no haría eso-
-Si que es raro- dijo él -vayamos a descansar al hotel... este caso quedará abierto-
-Si...- dije yendo con John.

Los tres nos fuimos al hotel y al entrar en mi habitación agarré otro pijama para cambiarme.
Me dispuse a ir al baño cuando Sherlock Agarró mi muñeca.
-¿Por qué no te cambias aquí?- dijo Sherlock -creo que ya tenemos la suficiente confianza-
-No Sherlock- dije sonrojada.
-Venga- dijo con una sonrisa ladeada -llevamos conviviendo mucho tiempo, creo que puedo verte en ropa interior ya ¿No?-
-La verdad- dije -es que es una tontería, pero me da vergüenza-
-ME doy la vuelta si quieres- dijo girándose.
-Está bien- dije -pero no te des la vuelta-

Me quité la ropa quedándome en ropa interior y me puse los pantalones antes de notar como Sherlock me giraba para verme mejor.
-Madre mía- dijo con el deseo brillando en sus ojos -estás tremenda-
-Sherlock- dije con una leve risa -déjame cambiarme-
-No- dijo acercando peligrosamente su rostro al mío para lamer mis labios lentamente -vamos a divertirnos un rato-
-Sherlock- dije susurrando antes de que me besase.

Era un beso intenso y violento al mismo tiempo, no era como el que Sherlock me dio la otra noche. pero aún así me gustaba. Su lengua se introdujo rápidamente en mi boca y comenzó a explorar todos y cada uno de sus rincones.
Cuando me separé él volvió a intentar besarme.
-Sherlock- dije separándole -para-
-Por favor- dijo poniéndome ojos de cachorrillo -solo darnos placer el uno al otro-
-Pero nada de penetración- dije seria y el abrió mucho los ojos -Si no aceptas nada-
-Está bien- dijo para besarme.

Sus manos hicieron que mi cuerpo se uniera al suyo notando el latido de su corazón.
Sus besos bajaron a mi cuello donde depositaba algunos mordiscos haciendo que gimiese con suavidad.
ME tumbó sobre la cama y él a mi lado mientras me besaba.
Su mano derecha bajó por mi vientre abriéndose paso en mi ropa interior.
-Sherlock- dije gimiendo cuando acarició mi sexo.
-Shhh- dijo con una sonrisa en su rostro -solo disfruta pequeña. Quiero ver como te retuerces de placer y gritas mi nombre-
-En ese caso- dije metiendo la mano en sus pantalones agarrando su miembro que ya estaba erecto -yo también quiero verte a ti-
-Oh si- dije gimiendo comenzando mover sus dedos con rapidez al mismo tiempo que yo estimulaba su miembro con mi mano -eres buena-

Le besé con intensidad para acallar mis gemidos y los suyos cuando introdujo sus largos dedos de violinista en mi interior.
Entraban y salían con rapidez haciendo que estuviese cada vez más húmeda y que mis gritos fuesen más intensos, sin duda había subestimado mis ideas sobre Sherlock y el sexo.
Si era así a la hora de estimularme no quería imaginarme como sería con el sexo auténtico.

Llegamos juntos al orgasmo y noté como su semen bañaba mi mano.
Saqué mi mano de sus boxers y fi al baño para lavarmelas.
Mis piernas no dejaban de temblar, hacía años que nadie me tocaba de aquella forma en la que Sherlock lo hizo así que mi cuerpo no estaba acostumbrado.
Trás lavarme las manos me senté en el Wc para que mis piernas dejasen de temblar pero era inútil.

Sherlock entró y se lavó las suyas para luego mirarse en el espejo con una extraña sonrisa, nunca vi esa sonrisa en su rostro.
Era una sonrisa que mostraba chulería y egocentrismo al mismo tiempo, Sherlock no era de esa clase de tíos que sonreía de esa forma sin tratarse de un caso.
De pronto giró su rostro hacia mí.
-¿Estás bien?- dijo acercándose a mí.
-Si...- dije -mis piernas no dejan de temblar-
-Es por la excitación preciosa- dijo él -suele pasar cuando es más de lo que tu cuerpo puede soportar. Te llevaré en brazos-
-Vale- dije agarrándome a su cuello.

Nos metimos en la cama y al poco tiempo nos quedamos completamente dormidos.

El caso 666: El hogar del Diablo (Sherlock Holmes y Tú) [Demonlock]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora