𝐄𝐑𝐎𝐒 ❝Bᴇʟʟᴀ Sᴡᴀɴ❞

13. ¿Qué es una impronta?

Estaba jodido en el peor de los sentidos, no estaba seguro de como sentirse respecto al cambio repentino que su vida enfrento. Ni siquiera el cambio de fase resulto tan traumático como el hecho de querer saber sobre Bella Swan a cada segundo. Arthur se encontró adentrándose en el bosque que rodeaba la preparatoria de Forks para asegurarse de que la chica estuviera bien, más veces de las que admitiría en voz alta; su vida ahora parecía girar en torno a la humana que cada día parecía más un muerto viviente.

Se asusto, él se había enamorado en el pasado con mucha facilidad, tuvo relaciones que podía considerar serias además de los deslices de una noche, pero nada como aquello. Ni siquiera estaba seguro de que en verdad se sintiera atraído por Bella, era un sentimiento extraño que le quito el sueño en más de una ocasión, también estaba otro hecho raro, Sam estaba experimentando lo mismo solo que con Toni, quien volvió a New York cuando Richard y Alexis lo hicieron, dejando al alfa de la manada bastante irritable.

Estaban confundidos y aturdidos, jodidos también.

Jared y Paul parecían cansados de lo que se que les estuviera ocurriendo, al compartir un vínculo mental como el de ellos, era imposible ocultar cosas o pretender que no estaban ahí. Los cuatro eran como un libro abierto, lo cual también resultaba incomodo.

—Deja de asecharla —Jared le dio un ligero golpe en el brazo ocasionando que Arthur le gruñera en respuesta —, solo ve y habla con ella. Es aterrador que la mires intensamente.

El joven de ojos azules hizo una mueca. No estaba seguro de querer acercarse a Bella, no cuando ella le daba miradas tristes o llenas de agonía, se sentía demasiado abrumado por el dolor de la joven, casi podía jurar que sentir su dolor como propio.

—No creo que sea buena idea —se metió Paul a la conversación estirándose como un gato recién levantado, Arthur se rio ante la imagen mental, seguramente lo golpearía más tarde cuando lo viera, pero por ahora podría disfrutarlo —, Black lo asesinaría con la mirada.

El neoyorquino se burlo ante la idea, lo cierto es que, si había notado las miradas molestas y recelosas del mocoso. En otro tiempo se habría reído de él de una forma tan descarada que se ganaría una reprimenda por parte de su abuelo, sin embargo, las cosas ahora eran diferentes. Si lastimaba a Jacob, de alguna forma lastimaría a Bella y la sola idea de causarle más dolor, lo hacía sentir enfermo.

—No me importa —Arthur se encogió de hombros notando por el rabillo del ojo que Bella estaba viendo en su dirección —, pero no soy tan descarado. Jacob parece en verdad confiado con sus avances.

Jared se rio tan fuerte que espanto a algunos animales que se encontraban cerca de los limites de La Reserva, Arthur le golpeo el hombro de forma juguetona para que guardara silencio. Los metamorfo estaban pasando el tiempo a la espera de que llegará la noche y pudieran ir a la tan ansiada fogata, donde les aclararían muchas cosas, se mantenían cerca de Quil y sus amigos solo en caso de ser necesario, aunque podían escuchar los comentarios hostiles hacia Sam, Jared y Paul, siendo Arthur la excepción porque era el primo del adolescente, que siempre salía en su defensa alegando que no estaba metido en lo que sea que los otros estuvieran.

El joven de ojos azules quiso ir a decirle que todo estaba en orden, pero las ordenes de Sam eran claras, ninguno podía intentar limpiar sus nombres sin revelar demasiado de lo que hacían. Los cambios en sus cuerpos fueron rápido y bastante notorios, el propio Arthur había creído que sus amigos se metían metanfetaminas antes de saber la verdad.

—Cuidado. —murmuró Paul empujándolo hacia atrás, tomándolo por sorpresa, Arthur trastabillo confundido hasta que percibió el dulce y familiar aroma de Bella detrás de él, se giró de prisa encontrándose con aquellos ojos marrones de inmediato.