Kaem: Perversión En La Bratva

16° ¡Lo sabía!

Lianys

A las ocho de la mañana el Boss y yo estábamos visitando una de las joyerías más caras y reconocidas del país. Esta vez fue el propio dueño quien se encargó de atendernos y cómo no si sabe que se llevará una gran fortuna en una sola mañana. Kaem apoyado de un bastón observa las prendas desde una vitrina mientras que yo recorro la tienda sin prestar mucha atención a mi alrededor; sin embargo, cuando llego a la última vitrina un collar de oro blanco acapara toda y absoluta atención. Es una triqueta sencilla pero es algo que me representa... sencillez.

El ojiazul se ubica a mi lado expectante a lo que observo concentrada.

— Triqueta de oro blanco, también conocido como el nudo de la trinidad. Simboliza la Tierra, el agua y el aire. — poso mi vista en él. Kaem mira la vitrina seriamente pero sus ojos se iluminan y comienza a decir —: Quiero seas mi Tierra para que seas mi firmamento, el agua que bebo para nutrirme de ti y que seas el aire que respiro para que siempre vivas en mí.

Llama al dueño y pide el collar.

Cuando el señor se lo entrega me hace girar, recojo mi cabello y él me lo coloca. Al culminar, besa mi nuca provocando un escalofrío por todo mi cuerpo erizando el vello de mis brazos. Él lo nota y se ríe de mí el muy desgraciado. Sabe el efecto que tiene sobre mí y se aprovecha más de la cuenta.

— Me gustaron dos anillos, escoge el que más te guste...

Se calló cuando su Iphone empezó a sonar, vió el nombre en la pantalla y suspiró cansado.

— Escoge lo que quieras y paga con la tarjeta que te dí, debo responder esta llamada.

— ¿Todo bien? — frunzo el ceño.

Kaem asiente y sale de la tienda hablando por el móvil.

Me pruebo ambos anillos pero con la mente maquinando de quien puede ser esa persona que llamó a mi marido y este no es capaz de responder delante de mí como muchas veces lo hace. Finalmente, elijo un anillo de siete piedras dando la forma de una rosa blanca. Enseguida me lo pongo y pago pasando mi tarjeta negra.

— Disculpe — le hablo al dueño —. El que tengo puesto me gustó mucho pero me encantaría saber el significado de ambos y el porqué los escogió el Boss.

— Por supuesto, sra. Ivanova. El que lleva puesto en su dedo simboliza que le será fiel siempre a su marido y el otro, el de cinco piedras, significa que serás una esposa paciente, con fé, confianza y constancia en el amor. — miro de reojo a Dani — Pero ha escogido usted muy bien, el sr. Ivanov supo elegir a su compañera de vida.

Le regalo una sonrisa de boca cerrada. — Gracias.

Y sin más nada que hacer o decir, salgo de la joyería.

El Boss está de espalda platicando o mejor dicho, discutiendo con la persona a través de la línea. Me acerco con cautela para poder saber que sucede y también porque habla entre susurros y no logro escuchar bien.

— Helen, ya te he dicho que no puedo. No insistas. — murmura — Tengo asuntos que atender en la Bratva, sabes que estoy al tanto de mi hermana que ingresó a la OEFAM y estoy compartiendo con mi esposa...

Se queda en silencio escuchando con inquietud.

— Ahora no. Hablamos luego.

Este cuelga la llamada y se voltea quedando asombrado viéndome con los ojos bien abiertos. Mi rostro solo refleja curiosidad y enojo, y realmente no sé porque el último sentimiento está predominando. Dani abre la puerta de la camioneta y me ofrece su mano para poder adentrarme en él, luego entra Kaem con el semblante acojonado, pero no me importa «¿Quién carajo es Helen y por qué él le da explicaciones?»